«Estamos atrapados en una isla de Tailandia sin saber cómo volver a Málaga»

Fernando Torres

Jueves, 23 de abril 2020, 02:09

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Se fueron algo intranquilos ante las noticias de un todavía remoto coronavirus, pero era el viaje de sus vidas y ninguna autoridad les dijo que tenían que quedarse en tierra. María, Andrea, Miguel y Pedro salieron de Málaga el pasado día uno de marzo en dirección a Tailandia. Tenían por delante 23 días de aventura en los que descubrir el país recorriéndolo de punta a punta para «desconectar del trabajo». Los cuatro amigos son compañeros de la misma empresa de animación para hoteles, y estos días iban a ser unas vacaciones para enmarcar, pero ahora, casi un mes después de la fecha de regreso (23 de marzo) están aislados en una remota isla, gastándose un dinero que no tienen en el hotel más barato de la zona y esperando un vuelo que no llega: «No sabemos cómo vamos a volver a Málaga».

Habla María, en videollamada de WhatsApp con SUR desde dentro de la habitación del hotel que ahora se ha convertido en las cuatro paredes de todo su universo. La ínsula en cuestión se llama Koh Lanta, de la provincia de Krabi, situada al suroeste del país asiático, más cerca de Malasia que de la capital –a una hora y veinte minutos de vuelo de Bangkok–. «Llegamos aquí escapando de los puntos en los que sabíamos que había infectados, fue como viajar escapando de algo invisible», recuerda. «Cada vez que llegábamos a un sitio que parecía tranquilo nos enterábamos al poco de que se estaban detectando casos, así que acabamos en este lugar», apunta María.

El día 17 de marzo decidieron que tenían que volver: cancelar las reservas que restaban de su aventura e intentar adelantar el vuelo, pero fue «imposible». Tres días después de que España decretase el estado de alarma, el tráfico aéreo ya acusaba las consecuencias de la pandemia y las cancelaciones se acumulaban por miles (también las de su billete de vuelta). Llegó entonces el momento de contactar con la embajada de España en Bangkok, desde donde, aseguran los malagueños, «no se están mojando mucho». Se remiten a una comunicación genérica distribuida a todos los turistas españoles con los pies en Tailandia, en la que recomendaban abandonar el país cuanto antes. En otro correo electrónico (al que ha tenido acceso SUR), les explican que el Gobierno no se va a hacer cargo de los costes económicos de los vuelos de repatriación, aunque en algunos casos se ofrecen facilidades como el aplazamiento del importe o su abono una vez se llega al territorio nacional.

«Cuando hay un vuelo nos dan una ventana de 40 minutos para decir si lo queremos, pero es que todos salen desde Bangkok y no tenemos forma de llegar hasta allí«, rematan los jóvenes. Además, los billetes están a un precio »que no baja de los 800 euros« y se compran »sin garantías de que no se cancelen«. »Sabemos que muchos se han quedado en tierra, y encima luego tardan en devolverte un dinero que, en nuestro caso, tendríamos que pedir a nuestras familias«, añade.

Aseguran que las autoridades tailandesas tratan de forma «diferente» a los turistas, ya que los tailandeses pueden salir a la calle cumpliendo con las recomendaciones sanitarias, pero ellos «no».

Por toda esta situación piden ayuda a las autoridades españolas. Han grabado un vídeo que ya está recorriendo las redes sociales lanzando un SOS al aire a la espera de que, de alguna manera, se les facilite la forma de llegar hasta Bangkok y posteriormente a España. Dicen, preocupados pero sin perder la sonrisa para no preocupar a los suyos en demasía, que si no hay cambios, se plantean tener que estar allí hasta finales de mayo o finales de julio, a la espera de que el tráfico aéreo se recupere.