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Dos artistas malagueños sitúan al 'niño pintor' de Málaga en dos puntos del recorrido el día de su desaparición
Crónica negra

Dos artistas malagueños sitúan al 'niño pintor' de Málaga en dos puntos del recorrido el día de su desaparición

Paco Jurado asegura haberlo visto en el autobús al centro y Rafael Jaime sostiene que se lo encontró en la galería donde el menor había expuesto un cuadro

Juan Cano

Málaga

Martes, 21 de noviembre 2023, 23:18

Para la policía, el rastro de David Guerrero Guevara, conocido como el 'niño pintor', se pierde en la misma puerta de su edificio, en la barriada malagueña de 25 Años de Paz, la tarde del 6 de abril de 1987. La investigación no ha avanzado ni un solo centímetro desde ese punto en estos 36 años. Oficialmente, la última persona que lo vio fue Fali, una vecina que vive en el mismo bloque que la familia, y que observó desde su ventana cómo David se alejaba para dirigirse a la parada del mercado de Huelin, frente a la iglesia de San Patricio, donde debía coger un autobús hacia el centro. «Pensé: 'Ahí va mi niño a sus clases de pintura'», cuenta ella, que sigue muy unida a la madre.

Las calles de Málaga estaban más concurridas aquel día porque la Reina Sofía visitaba la ciudad para inaugurar el Teatro Cervantes. David tampoco iba a hacer su recorrido habitual. Antes de ir a las clases, que se impartían en la segunda planta de la peña El Cenachero, en la calle Granada, debía parar en la galería La Maison, que estaba situada en Duquesa de Parcent, en lo que hoy se conoce como el Soho, a escasos 100 metros del teatro de Antonio Banderas. Allí lo esperaba el periodista Paco Fadón, director de la cadena COPE en Málaga, para hacerle una entrevista por el cuadro que acababa de exponer.

La galería acogía una muestra de los mejores pintores malagueños que se titulaba 'Recordando la Semana Santa'. Pepe Cueto, que es amigo de la familia, recibió una llamada de los organizadores porque sabían que él conocía a un niño del que ya se hablaba en los mentideros artísticos por su precocidad. Pepe le planteó la idea al crío y le advirtió de la premura, ya que después había que enmarcar la obra. David sólo tardó dos horas en pintar, a pastel, el Cristo de la Buena Muerte de Sevilla. El cuadro se puso a la venta por un precio de 60.000 pesetas (360 euros). Pero David no llegó a presentarse a la entrevista.

La unidad de Policía Judicial adscrita a los juzgados de Málaga, que está revisando el caso, ha tomado declaración a dos pintores malagueños que sitúan al menor en dos puntos de ese recorrido, lo que supondría un avance respecto a la versión oficial de la desaparición. Los dos testigos se muestran convencidos de que lo vieron aquel día. En el seno de la investigación se muestran escépticos al respecto y no porque desconfíen de la palabra de los artistas, sino porque consideran que han podido equivocarse en las fechas debido al tiempo transcurrido.

Francisco Jurado (Málaga, 1944), que es presidente de la Asociación de Artistas Plástico de Málaga (Aplama), sigue afirmando hoy día que vio al niño subido en el autobús de línea. «Lo recuerdo como si lo estuviera viendo en estos momentos. Yo estaba enfrente del mercado (de Huelin). Él estaba de pie, mirando el cristal por el aro. Lo vi perfectamente, de frente, durante el tiempo que tardaron en subir y bajar los pasajeros. Y siguió su camino. A los cuatro días me enteré en el barrio de todo lo que había ocurrido, que se había perdido».

Autobús, Huelin,

entre el mercado y

la parroquia de San Patricio

 

Paco Jurado

Autobús, Huelin,

entre el mercado y

la parroquia de San Patricio

 

Paco Jurado

Autobús, Huelin,

entre el mercado y

la parroquia de San Patricio

 

Paco Jurado

Autobús, Huelin,

entre el mercado y

la parroquia de San Patricio

 

Paco Jurado

El pintor malagueño está seguro de no haberse confundido de rostro: «Lo tengo en la retina de mis ojos. Recuerdo perfectamente su cara de cruzarme con él por la calle, porque vivía en la barriada de 25 Años de Paz, cerca de donde vivía la que hoy es mi mujer. Además, hice el servicio militar con su padre, con Jorge. Tuve un cierto contacto con el tema, muy lejano, a través de Pepe Guevara, que era primo de la madre de David [y profesor de pintura del menor en la academia] y llegamos a comentar alguna vez sobre el niño, pero personalmente nunca hablé con el crío». También está convencido de la fecha: «No me puedo olvidar porque es una imagen que se te queda grabada. Esto sí lo tengo muy claro. Muy, muy claro. El niño iba en el coche y yo lo vi desde la acera», explica el pintor malagueño, que recuerda que era un día especial en Málaga por la visita de la reina.

El pintor asegura que algunos artistas malagueños, los que viajaban con más frecuencia a la capital de España para intentar vender sus obras, llegaron a sentirse acosados por los investigadores: «Cada vez que íbamos a Madrid nos paraba la Policía o la Guardia Civil y nos preguntaban por el niño, siempre con el mismo tema. Era un interrogatorio constante. Si lo conocíamos, si lo habíamos visto… Siempre respondíamos lo mismo, pero se repetía una y otra vez la misma cantinela».

Jurado sostiene que en todo momento contó a los agentes que el día de autos vio al menor en el autobús, aunque no hay constancia de ello en el sumario judicial (desvelado por primera vez esta semana en Crónica negra), que no está completo a falta de los legajos policiales que custodian con celo en la unidad adscrita. Este periódico no ha podido comprobar si en esos archivos sí figura el testimonio del pintor malagueño. Fuentes de la investigación de la época reconocen que, en cualquier caso, tampoco se tenía costumbre de documentar y transcribir todas las gestiones que se hacían en la calle, sólo las más destacadas o que consideraban que había que informar al juez.

Galería

La Maison,

calle Duquesa

de Parcent

 

Rafael Jaime

Galería La Maison,

calle Duquesa

de Parcent

 

Rafael Jaime

Galería La Maison,

calle Duquesa de Parcent

 

Rafael Jaime

Galería La Maison,

calle Duquesa de Parcent

 

Rafael Jaime

Rafael Jaime (Málaga, 1935) es el otro pintor malagueño que asegura haberse cruzado con David Guerrero aquel día. Fue una casualidad la que lo puso en la vida del menor: Jaime, que entonces vivía en Barcelona, estaba de visita en Málaga y sustituyó por unos días a su amigo Pepe Guevara, por un viaje que éste debía hacer a Madrid, al frente de la academia de pintura, adonde David debía dirigirse aquella tarde tras la entrevista con Paco Fadón. Jaime sostiene que vio al menor en la galería La Maison, donde se había citado con el periodista, pero luego lo echó en falta en las clases, a las que, dice, David nunca llegó.

¿Cómo está tan seguro de que fue ese día y no otro cuando lo vio en la galería?

Estoy segurísimo porque, claro, yo iba a una cosa muy concreta a la galería. Yo iba a verme con el dueño porque me había citado para cobrar. Al final, no me pagó ese día porque estaba liado y me citó para el día siguiente. Cuando llegué, ya estaba allí la policía, que fue lo que a mí me alarmó, porque yo no había visto al chico el día anterior en las clases. Me presentaron a la policía como su profesor y yo les conté todo lo que sabía, que es lo mismo que le estoy contando ahora. Tomaron unas notas y se acabó.

¿Y cómo recuerda el encuentro del día anterior?

Me lo encontré en la galería. Yo había pintado unos cuadros y los incluyeron en la exposición de Semana Santa. Al día siguiente de la inauguración, el dueño me llamó y me dijo: 'Se han vendido dos de los tres. Vente y te los pago'. Por eso fui a la galería esa tarde. Cuando llegué, David estaba allí. Al verme, me dijo: «Venga, que le voy a enseñar el cuadro que he pintado para la exposición». Le comenté que me gustaba mucho y le dije: «Vete para la clase que cuando yo llegue te quiero ver allí». Como el dueño de la galería estaba liado, me marché. Fui a la academia y David no había llegado. Caray, no ha venido, qué raro. Pensé que a lo mejor se había encontrado a su padre o a su madre, yo qué sé. Y bueno, después vino el drama.

Rafael Jaime coincidió unos 15 días con David en la academia. «Pepe [Guevara], que era íntimo amigo mío, me dijo: 'Mira Rafael, tengo un compromiso. Voy a exponer en Madrid y no quiero dejarlos 15 días sin clases. Como tú has estudiado Bellas Artes y tal. ¿No te importa darle clases a los chicos?». Entre la decena de alumnos sólo había un niño. «Era un chico magnífico. También era muy tímido. Yo creo que excesivamente tímido», recuerda.

¿Le dijo Pepe Guevara que ese niño que tenía como alumno era hijo de su prima?

Yo no sabía nada sobre la relación familiar que había entre Pepe y el crío. No comentaba con él nada referente a los alumnos. Hablábamos cosas de mi vida, de la suya, de cuando éramos jóvenes. Lo que pueden comentar unos amigos de años que hace mucho que no se ven. Me enteré de que era familia después de la desaparición del muchacho.

¿Y no le extrañó que no se lo hubiera dicho?

Yo con Pepe no hablé nada sobre esto. Ni antes ni después. Fue un asunto que a mí me tocó un poco de refilón, porque me pilló aquí en Málaga. Pero yo a los cinco o seis días me marché a mi ciudad, a Barcelona y, por cierto, visité a los padres antes de irme. Yo quise solidarizarme con ellos y fui a su casa. Hablé con la madre, la consolé y ella me dijo: '¿A usted no le importa llevarse unos carteles y difundirlos por Barcelona? Yo respondí que en absoluto. Me dieron 30 o 40 carteles con la foto del chico y los repartí por Las Ramblas.

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