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Anula el algoritmo

ANA MEDINA

Domingo, 2 de marzo 2025, 01:00

Seguir a Jesús implica dejar atrás la muy humana tentación de 'nadar y guardar la ropa'. Sumergirse en el Reino que Él anuncia implica tirarse ... a la piscina, y hacerlo de lleno. Cuando aceptamos su amor incondicional, su salvación, todo en nosotros es transformado por esa vida nueva en Dios, nada será como antes.

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