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Encarni Llamas
Málaga
Domingo, 12 de mayo 2024, 02:00
El 10 de mayo se celebra la fiesta de san Juan de Ávila, patrono del clero secular español. Con este motivo, la Delegación para el Clero de Málaga celebró el jueves más cercano, el 9 de mayo, el tradicional encuentro en el que recuerdan, de ... forma especial, a los sacerdotes que celebran en este año sus 25 y 50 años de ordenación como curas. El numeroso grupo de sacerdotes, diáconos y religiosos que participó en dicho encuentro tuvo la oportunidad de vivir otro momento histórico para la Iglesia de Málaga, «la recolocación del recién restaurado Sagrario del Seminario, soñado por el propio san Manuel González, y la explicación del propio restaurador, José Cantos, del proceso llevado a cabo durante ocho meses. Un Sagrario ante el que hemos rezado generaciones de seminaristas y sacerdotes durante un siglo», explica el rector del Seminario Diocesano, Juan Manuel Ortiz Palomo. Entre los sacerdotes que acaban de celebrar sus bodas de oro se encuentra Manuel Ortiz (Canillas de Aceituno, 1944), quien cumplirá 80 años el próximo mes de agosto. Manuel afirma que «más que descubrir yo la vocación, fueron el pueblo y los pobres quienes me descubrieron a mí, empezando por la familia humilde de la que procedo. Sin ellos, yo no hubiera sido cura». El 29 de marzo de 1974 es un día inolvidable para Manuel y un día histórico para el pueblo de Canillas de Aceituno, recibía la ordenación como sacerdote uno de sus vecinos en la iglesia del pueblo, de manos de Monseñor Buxarrais.
También celebra 50 años como sacerdote Pedro Villarejo (Córdoba, 1946). El 28 de junio de 1974 lo recuerda como un «momento extraordinario. Me ordené en Granada, donde había estudiado y donde, el entonces arzobispo, Mons. Benavent (que también fue obispo de Málaga), tenía que viajar el día previsto para nuestra ordenación y le pidió a Mons. Buxarrais, que acababa de llegar a Málaga, que lo sustituyera y así fue como recibí la ordenación de sus manos en Granada. Siempre me acuerdo de él en mis oraciones porque esas manos suyas fueron la mano blanda y el toque delicado que a vida eterna sabe y toda deuda paga». Entre los que celebran sus bodas de plata se encuentra Danilo Cantillo (Cartagena Bolívar, Colombia, 1962) que es Misionero de la Consolata y el delegado de Misiones de la Diócesis de Málaga. Celebró sus bodas de plata sacerdotales el pasado 17 de abril. Danilo recuerda del día de su ordenación que «estaba sereno, consciente de la gran responsabilidad que asumía y expectante. Las dos semanas previas a la ordenación estuve de ejercicios espirituales y de ellos llegué directamente al estadio de fútbol de mi localidad, donde tuvo lugar la ceremonia, presidida por el arzobispo Monseñor Francisco Munera Correa, porque en la Catedral no cabían las personas que querían presenciar al primer sacerdote ordenado de esa comunidad. Es un día que nunca olvidaré pues fui ordenado sacerdote en mi pueblo, pero al mismo tiempo enviado a proclamar la Buena Nueva en otros pueblos».
También José Emilio Cabra (Málaga, 1969), que es el párroco de Nuestra Señora de los Remedios de la capital, el director de la Escuela Teológica San Manuel González y el capellán del Colegio Diocesano San José Obrero celebrará sus 25 años de ministerio sacerdotal el próximo 18 de septiembre. Parece que fue ayer, pero ya han pasado casi 25 años y a José Emilio le parece increíble «que haya pasado todo este tiempo, pero más me admira descubrirlo tan lleno de vida, de rostros, de compañeros que han aparecido en el camino, ¡tantas historias...! Sigo siendo un aprendiz asombrado. Cada vez que termina el día, repaso encuentros, problemas, esperanzas que han sido un regalo del Señor. Y así un día tras otro. Y Jesús, fiel en su amistad, a pesar de mis caídas. Como para no dar gracias».
Un total de trece son los sacerdotes que celebran bodas de plata y oro, pero aún nos queda espacio para presentar uno más. Juan José Rodríguez OFM (Ronda, 1970) es confesor ordinario de las Hermanas Clarisas del Convento de Santa Isabel de los Ángeles, en Ronda, y celebrará sus bodas de plata el próximo 24 de septiembre. Este religioso afirma que «antes de descubrir mi vocación sacerdotal, descubrí mi vocación franciscana. Puedo decir que una es consecuencia de la otra y ambas se complementan. Quizá, la sacerdotal fue por la necesidad de la Iglesia y la Orden. Esta necesidad me llevó a descubrir aquello de... «¿y por qué no?».
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