Alcántara, Campuzano y Chicano: 'Malagueños del sur'

Hay una Málaga que no olvida, y esa es la que ha homenajeado a Eugenio Chicano dentro del quinto aniversario de su muerte. Y lo ha hecho de la mano de su obra cartelística cofrade, sin duda, una de las más importantes y valiosas de España. 50 obras que al verlas juntas elevan al máximo la categoría artística y humana del pintor malagueño, tan implicado en la vida, costumbres y usos de su ciudad. Patrocinada por Fundación Unicaja y comisariada por Gonzalo Otalecu, 'Eugenio Chicano: Rostros de Pasión' se puede admirar en la Agrupación de Cofradías hasta el 11 de mayo, pocas veces se asiste a un acto de inauguración cargado de tantas emociones, comenzando por la preciosa alocución de su viuda, Mari Luz Reguero. En cualquier evento, los discursos se pueden calificar de muchas formas: para cumplir, raros, pesados, insufribles, 'no sabe de lo que habla'... pero también los hay hermosos, con estructura, sapiencia, belleza, fondo, forma y sentimientos. Y eso fue lo que pasó en las alocuciones de José Carlos Garín, Emilia Garrido, Patricia Navarro, Gonzalo Otalecu y la referida Mari Luz. No se habían puesto de acuerdo, pero lo parecía. Más de una lágrima amparada por el sonido del agua del patio de San Julián en el rostro de no pocos del centenar largo de asistentes, quienes quedaron encantados de la belleza expositiva en la que tanto han tenido que ver Otalecu y Miguel Ángel Blanco. Chicano recuperó para Málaga la técnica cartelística, pero especialmente una tradición muy nuestra: los carteles de cofradías, de Semana Santa. Ver esa colección cofrade en una misma sala es una oportunidad única, porque se tardará muchos años en repetir algo así. Y en esa contemplación de todas esas obras, como refería el propio obispo, Jesús Catalá, retrata no sólo su importancia (la de Chicano) humana y generosa, sino también sus sentimientos, su profundo yo interior plasmado en esos rostros de Pasión únicos, que te dicen algo. Porque un cartel te tiene que decir, te tiene que hablar, te tiene que transmitir... como decía AntonioGarrido: «Un cartel de Chicano basta con mirarlo. Te lo dice todo». Se conocían y se querían. Finalmente, con perdón, un consejo a no pocos autores de carteles cofrades malagueños de este año: vayan a ver la exposición. No se comparen, nadie los obliga, pero al menos aprendan...

Volvemos a las muchas Málaga de esta semana. Porque también está la Málaga que 'preparó' a la que triunfa hoy. En la década de los 80, ya se lo digo yo, actos culturales, sociales o de ocio, como para contar en un año con los dedos de una mano... Pero ya empezaban a verse 'rayas en el agua'. Entonces, en 1987, SUR decidió celebrar a lo grande sus 50 primeros años de vida. Y lo hizo con un impresionante, histórico y posiblemente irrepetible repertorio de actos de todo tipo, con actuaciones musicales (desde una zarzuela a Julio Iglesias pasando por Rocío Jurado), culturales, deportivos y recreativos, amén de excursiones para miles de escolares malagueños, e incluso una gran corrida de toros. También se editaron libros de Málaga, se hicieron suplementos, acciones sociales... La 'repera' en una Málaga que aún no salía del sambenito de las mil tabernas y una sola librería. Entre las iniciativas de Prensa Malagueña por los 50 años de SUR, vino a la memoria de estos Horizontes (que tuvieron la dicha de ser testigo de las mismas y ahora poder contarlas) una muy especial en la que intervino directamente el recientemente fallecido Felipe Campuzano, quien fue director musical de la producción y edición del disco 'Malagueñas del sur' (en el título hemos jugado con el género 'malagueñ(a-o)s', un LP (en vinilo, era la época), con temas escritos expresamente por Manuel Alcántara y música del referido Campuzano, con producción de Mundo para el periódico (el gran Antonio Rodríguez) interpretada por 'Los Rocieros'... ¿Y la portada saben quién la realizó?: Eugenio Chicano. Sumen nombres para reconocer a los que hicieron posible la Málaga imposible. Sigamos...

Dice el alma del dúo onubense (Antonio González, el de la 'raya en medio') que «de los más de 50 discos que he grabado en mi carrera, 'Malagueñas del Sur' es uno de los más importantes. En aquellos años, en Málaga, donde nos trasladamos a vivir para realizar esa gran obra, vivimos una época muy feliz. Nunca olvidaré los muchos días de ensayos para grabar las canciones... Ni las actuaciones en directo con motivo de la feria de agosto en compañía de amigos como Salvador Salas, Luis Moret, Manolo Alcántara, Chicano, Felipe Campuzano, Juan Soto, Joaquín Marín... Fue un grandioso disco, una joya, algo único: poemas de Alcántara, música y arreglos de Felipe Campuzano y el gran Francis de Luisa, y una portada que es una obra de arte digna de museo: dos malagueños bailando verdiales con Málaga vista desde Gibralfaro al fondo, obra de Chicano... Me pongo a llorar cuando te hablo de estas cosas. ¿Por qué el tiempo se lleva a tanta gente...».

Todos nos vamos o nos iremos. Se nos van grandes personajes. Famosos, como los referidos, pero también humildes. Como Paco 'el de las flores', parte fundamental del 'atrezzo' de una Málaga que se nos va con el tiempo y las franquicias. Pero incluso a ellas, Paco, Paquito, les daba un toque de naturalidad, humanidad y felicidad malaguita. Vendía flores «hasta ayer», como en su día aparcaba coches en doble o triple fila de forma milagrosa cuando el tráfico rodado existía en el Centro (que sí, que por allí se circulaba, se aparcaba...). Paco vendía flores, pero no era pesado, sonreía, iba a por tabaco para los camareros, hacia recados, y siempre tenía una palabra amable para sus muchísimos amigos. Era un figurante de primera en el escenario del centro de la ciudad de Málaga. También se nos ha ido, se lo ha llevado el tiempo. Un día, en el Mesón Santiago Sedeño (uno de los pocos que había abiertos en la Málaga de antes, y que aún sigue en pie), contaba alguien una anécdota divertida del también añorado Francisco Martín Sáenz, que como buen mecenas del arte, tenía amistad con Chicano. Estando juntos, hace años un buen día llegó Paco cargado de llaves buscando «al señor marqués»... «Aquí no hay un marqués, hay 'un genio' (por Chicano)», dijo divertido el empresario, que tenía buenos 'golpes'...

Sean felices. Y disfruten de lo mucho que tenemos.