

Secciones
Servicios
Destacamos
El crimen organizado ha dejado este año un rastro sangriento sin precedentes en la Costa del Sol. Así se desprende del balance de criminalidad hecho público ayer por el Ministerio del Interior, en el que se recoge que los homicidios y asesinatos consumados en la provincia de Málaga entre enero y septiembre han crecido un 87,5%, respecto al mismo periodo del año pasado –pasando de 8 casos a 15 en 2018–. Son crímenes que, en su gran mayoría, las investigaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado –Policía Nacional y Guardia Civil– relacionan con ajustes de cuentas de organizaciones criminales, que se han concentrado en la franja litoral entre Fuengirola y Estepona.
Por ejemplo, en agosto se registraron dos episodios en poco espacio de tiempo. El día 14, dos suecos fueron secuestrados y torturados en una vivienda en Mijas. Uno de ellos murió y otro resultó herido grave. No había pasado una semana cuando agosto volvió a teñirse de sangre. El día 20, un encapuchado ejecutó a un hombre en la puerta de su casa en Estepona y luego huyó en una bicicleta.
11 por ciento es lo que ha caído la criminalidad en la provincia entre enero y septiembre.
38,8% Es el porcentaje de delitos esclarecidos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La anterior espiral violenta del citado periodo data de mayo, mes en el que hubo tres muertos, entre ellos el crimen de un hombre asesinado a tiros en la puerta de una iglesia en San Pedro tras la comunión de su hijo. También se registró el caso de la muerte de un varón tras ser abandonado con su pareja en una cuneta junto al Hospital Costa del Sol. Antes, en febrero, cinco encapuchados mataron a golpes a un cabrero e hirieron a otros dos en un cortijo en Casares.
Los crímenes no son los únicos que se han incrementado en el balance, que refleja que entre enero y septiembre, respecto al mismo periodo de 2017, también han crecido los homicidios y asesinatos en grado de tentativa (ocho casos más), los secuestros (han pasado de 4 a 6 hechos) o los delitos contra la libertad e indemnidad sexual (han crecido un 18,8%).
Pese a la escalada de violencia, es cierto que los datos del Ministerio del Interior reflejan que la criminalidad en general ha bajado en la provincia un 1,1% en el citado periodo. De hecho, la tasa de criminalidad –infracciones penales por 1.000 habitantes– se sitúa en 47 puntos, lo que supone el segundo mejor registro medio de los doce últimos años.
En esta caída de la criminalidad destacan datos como la bajada de las agresiones sexuales con penetración (21,1%), los robos con fuerza en domicilios (11,7%), las sustracciones de vehículos (13,8%). Asimismo, fruto de la lucha de las autoridades contra el crimen organizado, han descendido un 3,7% los delitos de tráfico de drogas.
Además, según explicó ayer la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, los delitos no quedan impunes. En este sentido aseguró que el porcentaje de delitos esclarecidos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la provincia se sitúa en el 38,8%, por encima del 38,6% registrado a lo largo de 2017.
La caída de la criminalidad en la provincia malagueña sigue la tendencia regional, donde la bajada también ha sido de un 1,1% en el citado periodo. A nivel nacional, las infracciones penales han aumentado un 3,7%.
En cuanto a los municipios malagueños, Ronda es en el que más ha caído la criminalidad (15,5%), seguido de Mijas (6,8%), Marbella (4%), Alhaurín de la Torre (3,1%), Fuengirola (2,7%), Estepona (1,5%) y Benalmádena (0,7%). En cambio, Vélez ha sido la localidad en la que más han aumentado los delitos (10,2%). También han subido en Rincón de la Victoria (8%), Antequera (4,6%), Málaga capital (0,7%) y Torremolinos (0,2%).
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Premios a las mejores campañas publicitarias de España
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.