Los agricultores sacan músculo en Málaga y afrontan esta mañana una nueva jornada de protestas

Agricultores y ganaderos, organizados a través de grupos de Whatsapp, marcharon este martes en son de protesta. Sirviéndose de sus tractores, con la idea de irrumpir en diferentes puntos estratégicos de la provincia y bloquear el tráfico de mercancías. Si ese era el objetivo, se pudo concluir que las manifestaciones fueron un éxito rotundo. Desde primera hora de la mañana, las diferentes tractoradas lograron bloquear el acceso al puerto de Málaga y vetaron la entrada y salida de camiones a las principales plataformas logísticas de Antequera, entre ellas las de Mercadona y Día. En el punto de mira, las políticas agrarias de la Unión Europea, identificadas en estos momentos como grandes culpables de que los pequeños y medianos agricultores no puedan vivir de su labor en el campo. La chispa de las protestas en otros países como Alemania, Francia o Bélgica tardó en saltar a España, pero cuando lo hizo se asemejó a la expansión de un gran incendio forestal. En la provincia de Málaga se movilizaron agricultores de todos los rincones. Al contrario que en los mencionados países vecinos, lo hicieron al margen y sin contar con las principales asociaciones agrarias. Asaja, Unión de Pequeños Agricultores y COAG se convirtieron en meros espectadores de una avalancha que empezó en la noche del lunes al martes.

Desde Teba, Almargen o Álora. Desde Campillos, Alhaurín de la Torre o Alhaurín el Grande. Desde Torrox, Ardales o Faraján. Después de citarse en gasolineras, cooperativas o polígonos industriales, los tractores salieron con dirección a Málaga, Antequera y Ronda. El criterio a seguir no fue otro que la disponibilidad de cada uno y el de la cercanía geográfica. La protesta se dejó notar en la ciudad del Tajo, pero donde realmente dejó un impacto fue en la capital y en Antequera.

A pesar de que la Policía Nacional tenía constancia de los movimientos que se estaban produciendo y estaba monitorizando en la media de lo posible los diferentes grupos de Whatsapp, no pudo impedir la entrada de unos 200 tractores a Málaga. Avanzaron por la zona del Palacio de Deportes Martín Carpena a eso de las tres de la madrugada y recorrieron toda la franja litoral, pasando por Sacaba, para echar el freno de mano a la altura del puerto de Málaga, con el fin de bloquear la entrada que tiene la infraestructura en el Paseo Marítimo Antonio Machado y el Muelle Heredia. Una vez alineados uno detrás de otro, formando una doble fila, los agricultores montaron piquetes a la altura del Go Fit.

Algunos neumáticos y largos tubos que se utilizan para el riego sirvieron para levantar unas barricadas tan llamativas como efectivas. Empezaron a llegar agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil para vigilar los próximos movimientos in situ. Pero, de facto, la entrada al puerto ya estaba vetada y el tráfico cortado antes de que amaneciera.

La incidencia de la protesta empezó a notarse a primera hora de la mañana, con el inicio de la jornada laboral. Con el Paseo Marítimo Antonio Machado cortado de manera parcial, en ambos sentidos, la Policía Local montó un dispositivo especial para desviar los coches que iban llegando. En dirección al Vialia los que venían de la zona este y en dirección a Juan XXIII a los que venían desde la zona de Huelin.

Estos cambios de itinerario se hicieron notar en el resto de las arterias principales de la capital. El Paseo del Parque, la Alameda Principal o la avenida Valle-Inclán absorbieron cada vez más coches. En el mejor de los casos la circulación se ralentizó. Otras vías como la calle Córdoba, la Alameda de Colón o la Avenida de Andalucía sufrieron cortes de tráfico en varios momentos del día.

En paralelo a estos movimientos en la capital, otra tractorada recorría las carreteras nacionales para llegar al polígono industrial de Antequera. Los agricultores empezaron a cercar las principales plataformas logísticas, entre ellas las de Mercadona y Día, y a primera hora de la mañana ya habían logrado bloquear el acceso y la salida de camiones. Las actuaciones se iban compartiendo en riguroso vivo y en directo a través de los diferentes canales de Whatsapp, que empezaron a llenarse de mensajes de euforia y júbilo. Varias cooperativas de la provincia cerraron sus puertas en señal de solidaridad. Entre ellas, las de Almargen, Humilladero o Campillos.

Mientras que las protestas se asentaban y tomaban cada vez más relieve -se llegó a cortar la A-92 en ambos sentidos, a la altura de Huétor-Tajar-, se sucedieron las primeras reacciones a nivel político. El subdelegado del Gobierno, Javier Salas, aseguró entender el malestar de los agricultores, pero recordó que estas protestas «no habían sido comunicadas en tiempo y forma». Los agentes de la Policía Nacional iban apuntando las matrículas de manera meticulosa. Otra cosa es que finalmente lleguen también las sanciones, que caldearían todavía más los ánimos. El alcalde Málaga, Francisco de la Torre, se mostró crítico con las protestas. «No tiene sentido que una parte de la economía fastidie al resto», dijo. Un mensaje que no estuvo en sintonía con el de su partido. El PP de Málaga llegó a colgar una lona en apoyo a los agricultores en la fachada de su sede provincial, en la Avenida de Andalucía. «Sin agricultores no hay comida», rezaba.

¿Qué piden? ¿En contra de qué marchan los agricultores españoles? Hay numerosas respuestas y todas están relacionadas con las actuales políticas agrarias que emanan desde Bruselas y que acaba aplicando, en este caso, el Gobierno central. Entre las demandas verbalizadas, la de un mayor control para evitar la entrada de productos de países extracomunitarios, el cumplimiento de la ley de la cadena alimentaria para evitar que los agricultores tengan que vender por debajo del coste de producción, una reducción de la burocracia y menos requisitos fitosanitarios. «No puede ser que a mí me impongan un sinfín de imposiciones y luego entre el mismo producto sin esos requisitos desde Sudáfrica», dijo Sebastián Ramos, un productor de limones del Valle del Guadalhorce.

Volviendo a las protestas, el bloqueo del puerto se mantuvo a lo largo de todo el martes. A eso de las cinco de la tarde, varios tractores avanzaron por el Paseo de los Curas para intentar cortar también el Paseo de la Farola. Una misión que acabó frustrada por los agentes de la Policía Nacional, que se anticiparon a los tractores y les cerraron el paso. La incidencia en el tráfico fue una constante y se acentuó en las horas puntas. En Antequera, a última hora de la tarde, empezaron a retirarse algunos tractores y pudieron pasar algunos camiones. No obstante, la idea de los agricultores es organizarse en turnos para mantener viva la llama de la movilización.

Los agricultores consultados por SUR a última hora de este martes confirmaron que mantendrían sus tractores bloqueando las entradas al puerto de la capital malagueña a lo largo de la noche, por lo que todo apunta a una nueva jornada de protestas este miércoles. El propio Ayuntamiento informó en la noche de este martes de que 51 de los 90 tractores que habían impedido el acceso a esas instalaciones continuaban en el entorno.