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Nunca antes los agricultores han tenido que pagar tanto por el combustible, la electricidad y por los productos fitosanitarios. Ningún sector se libra de las consecuencias de la inflación. Tampoco el sector agrario de la provincia de Málaga. Pero, al contrario que un particular que ... puede posponer un viaje con el coche si ve que la gasolina está muy cara, la actividad agraria no se puede detener. El campo hay que trabajarlo todos los días y el ganado tiene que comer. Una espiral que está llevando a muchos al borde del precipicio y que está llevando a muchos agricultores a salir a la calle para protestar. Asaja denuncia que los gastos de explotación amenazan con hacer inviable la actividad agraria en sectores como el olivar o el cítrico, además de poner en riesgo el sostenimiento de muchas explotaciones agrarias. Al sombrío contexto global, se une el descontento que provoca en el sector las políticas que emanan del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Un descontento que ha desembocado en una manifestación a las puertas del mencionado ministerio por fomentar «políticas tremendamente lesivas y los ataques injustificados al sector».
Así lo ha expresado el presidente de Asaja, Baldomero Bellido, uno de los desplazados a Madrid. «Es fundamental que se tomen medidas para abaratar nuestros costes de producción y que se tomen medidas estructurales para garantizar el riego», ha manifestado.
En este clima de descontento, los agricultores piden que se abra una vía de diálogo directa que aborde todos los problemas que afectan al sector. Según ha denunciado Bellido, «no se está teniendo en cuenta a los agricultores a la hora de confeccionar las políticas». Según la visión compartida, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico no está tomando las medidas necesarias para «aprovechar los recursos hídricos» y evitar que las sequías dejen al campo sin riego. «El Gobierno sigue sin afrontar la verdadera vertebración en materia hidráulica que necesitamos», ha considerado Bellido.
Otra espina clavada para el sector es el nuevo marco de la PAC (Política Agraria Común) para el periodo 2023-2027. Desarrollada por la Comisión Europea con el objetivo de aumentar la contribución de la agricultura a las cuidados medioambientales y las metas climáticas que ha fijado Bruselas, la reforma no cuaja entre los agricultores.
«Lo que se está haciendo con la reforma de la PAC es una barbaridad. Las reformas están en manos de personas que ni conocen el mundo rural ni conocen nuestras explotaciones. Según estiman las asociaciones agrarias, una vez en marcha, la nueva PAC se traducirá en menos subvenciones para los agricultores malagueños, que no podrán cumplir con algunas de las exigencias que se marcan.
En la protesta también se han podido ver pancartas contra el ministro de Agricultura, Luis Planas, al que el sector también demanda «más diálogo». A poco más de dos semanas para que entre en vigor la nueva PAC, las esperanzas de cambios de última hora se reducen, sin embargo.
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