Las agresiones a los médicos se duplican en solo un año y afectan a las mujeres en su mayoría

Tal como ha podido saber este periódico, los datos oficiales del Colegio de Médicos hablan de 38 agresiones denunciadas. En 2022 la cifra fue de 22; 26 en 2021 y 21 en 2020. La peor cifra histórica fue la de 2019, con 45 denuncias.

Hay más datos llamativos. De las 38 agresiones, 30 fueron a mujeres. 31 víctimas sufrieron lesiones psíquicas; el resto, lesiones físicas. Esta situación, además, tiene consecuencias de varios tipos. Tras sufrir la agresiones, cuatro se dieron de baja. El resto siguió trabajando, «la mayoría inmediatamente después de sufrir la agresión», matizan desde el Colegio de Médicos, que recalcan que todas las agresiones se registraron en la sanidad pública.

En cuanto al perfil del agresor, se trata de un varón (22 de los 38 eran hombres; el resto, mujeres) de 35 años en adelante. Por su parte, la víctima suele ser una mujer (30 de las 38 eran mujeres; el resto, hombres) de menos de 35 años (14) seguidas del tramo de 36 a 48 años (8).

Los datos del Sindicato Médico, aunque algo inferiores, dejan una fotografía similar. Según sus cifras, en 2023 se produjeron 29 agresiones, por las 14 registradas el año anterior por la institución.

A pesar de que este incremento de por sí ya es bastante elevado, hay que recordar que se trata de datos que van de enero a noviembre, por lo que habría que sumar a éstos diciembre, mes en el que al menos se registraron tres nuevas denuncias.

Soluciones

Para el secretario del Colegio de Médicos y psiquiatra, el doctor José Miguel Peña Andreu, estos datos son solo «la punta del iceberg». «Los registros de agresiones están incrementándose y es de esperar que sigan creciendo», señala el facultativo, que aclara que el aumento de denuncias no solo tiene que ver con un incremento de la violencia, sino también con el de la predisposición de los médicos a denunciar más que antes. «El Colegio está usando campañas de promoción, tiene abogados de guardia... El boca a boca está siendo muy eficaz. En vez de ir a la policía (o solo a la policía) están viniendo al Colegio a denunciar», señala.

A su juicio, se sabe cuándo un dispositivo funciona porque se «incrementa la prevalencia». «Hicimos una tesis antes de la pandemia sobre este asunto. Los profesionales percibían que el nivel de violencia se iba incrementando, pero también hay que añadir que el sistema funciona. Es probable que se esté incrementando el registro por las dos razones, por el aumento de las denuncias, pero también porque hay más violencia. Y no hay que olvidar que a las denuncias de los médicos hay que sumar las de los otros ámbitos laborales, como los enfermeros o los celadores», recalca el psiquiatra.

En cuanto a las posibles soluciones, Peña Andreu sostiene que la administración va «un poco por detrás» de las necesidades sociales. «Está el problema general de la crisis del sistema de salud. Dentro de las causas de que ocurra este tipo de violencia, una de las más importantes es el tiempo en ser atendido, que se está incrementando porque está en crisis», explica el profesional.

Por ello, considera necesario, antes que nada, mejorar el acceso a la sanidad y reducir las listas de espera. Además de la ya mencionada, entre el resto de causas que provocan las agresiones (todas injustificadas, obviamente) están las discrepancias con la atención o que no se recete lo propuesto.