Secciones
Servicios
Destacamos
La fotografía de 25 cargos públicos de las diferentes administraciones bajo la pérgola de la Subdelegación del Gobierno de Málaga, que ilustró la portada de SUR del pasado jueves, es la demostración de un consenso inédito para la futura construcción del tren de la Costa ... del Sol. Allí estaban, entre otros, el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano; la consejera de Fomento de la Junta de Andalucía, Rocío Díaz; el presidente de la Diputación Provincial, Francis Salado, y los alcaldes de todos los municipios del litoral, encabezados por el propio Paco de la Torre. Jamás hasta la fecha se había escenificado la unión de todas las administraciones, al margen su significación política. De ahí la trascendencia de esta reunión fruto del clamor social que en los últimos meses se produjo en Málaga. A pesar de ello, la reacción ciudadana es de desconfianza, algo lógico porque esta aspiración ha estado marcada en los últimos 30 años por multitud de promesas inclumplidas. Ministros de ambos partidos –PSOE y PP– se han paseado por Málaga desde que hace 20 años el entonces presidente, Manuel Chaves, presentara el proyecto. Los ministros socialistas Magdalena Álvarez y José Blanco y los populares Ana Pastor e Iñigo de la Serna se comprometieron a sacar adelante este proyecto, pero sus palabras siempre quedaron olvidadas en algún cajón del ministerio. Por eso la ciudadanía es incrédula. Lógico.
Pero a diferencia de otras veces, en esta ocasión la propuesta viene con los dos principales partidos de la mano, algo que, reconozcámoslo, resulta inverosímil en estos tiempos. Es verdad que ninguno termina de fiarse del otro, pero eso no deja de ser anecdótico. Lo cierto es que en esa reunión el secretario de Estado llegó a decir que la decisión del Gobierno estaba tomada y que se iban a comenzar a dar los pasos necesarios para la posible construcción de este trazado ferroviario, comenzando por el estudio informativo. Hay que confiar en la palabra de Santano y del Gobierno hasta que se demuestre lo contrario.
Es importante poner en valor la presión ejercida por la sociedad civil de Málaga y la relevancia que tiene mantenerla. Habrá que estar vigilantes para que se vayan cumpliendo los plazos y objetivos y, sobre todo, para que en los próximos presupuestos generales del Estado de 2025 ya aparezca la partida para este proyecto. Ese debe ser el objetivo prioritario.
Nunca hasta la fecha una aspiración colectiva había tenido tanto consenso. Todos los partidos políticos, los sindicatos, los colegios profesionales, las asociaciones empresariales y sectoriales, la Universidad de Málaga, la Cámara de Comercio y una multitud de entidades y colectivos expresaron su apoyo en estas mismas páginas de SUR a la reivindicación de este proyecto. Además, cerca de 30.000 ciudadanos firmaron el manifiesto 'Por un tren para la Costa del Sol', aportando sus datos y su DNI, lo cual no es muy habitual. Siempre es más fácil movilizarse en contra de algo que a favor. Ha quedado demostrada la fortaleza de la sociedad civil, que resulta imparable cuando, además, los representantes públicos locales acogen sin fisuras sus reclamaciones. Hay que destacar también el papel de los líderes provinciales del PP y del PSOE en este asunto. Tanto Patricia Navarro como Daniel Pérez han sido claves para abrir esta puerta del consenso.
Este tren de la Costa del Sol es una necesidad urgente para uno de los entornos urbanos con mayor crecimiento de Europa y significa, además, un proyecto estratégico para Andalucía, especialmente para la futura conexión con el Campo de Gibraltar e, incluso, con Granada y Almería. Un territorio como Málaga, con perspectivas de superar los tres millones de habitantes y de convertirse en la provincia con más población de Andalucía no puede quedar con su futuro y su desarrollo estrangulado. Este tren no es un capricho, es una prioridad para mejorar las condiciones de vida de las personas, de los trabajadores que cada día transitan por la costa. Si nadie pone en duda las inversiones ferroviarias en Madrid, en Cataluña o en el País Vasco no hay por qué dudar de una apuesta por Málaga y Andalucía. Y si los estudios técnicos determinan la viabilidad y la necesidad de hacer un tren soterrado, pues habrá que hacerlo soterrado y pagarlo.
Ahora sólo cabe esperar que se mantenga esta línea de colaboración y que, con la lentitud propia de la administración, se vayan cumpliendo los plazos. Y por ello habrá que estar vigilantes y ser beligerantes.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.