Iván Gelibter
Sábado, 13 de mayo 2017, 01:43
La práctica de los vientres de alquiler o gestación por subrogación, que en España no está regulada, fue utilizada por más 15 familias malagueñas en el último año y medio. A este dato, aportado ayer por el único bufete de abogados especializado en prácticamente toda Andalucía (y con sede en Málaga), Universal Surrogacy, habría que añadir que el 70 por ciento de estas parejas eran heterosexuales (frente a un 30 de homosexuales); unas crifras contrarias a la creencia extendida en la sociedad de que sólo las parejas formadas por dos hombres son los que aspiran a poder tener un hijo bajo esta práctica.
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Según Miguel González, abogado y fundador del despacho, en estos momentos desde Universal Surrogacy sólo se está trabajando con los países de Estados Unidos y Ucrania. Pese a que la práctica en España no está regulada, existen vericuetos legales para poder inscribir en el Registro Civil a los bebés nacidos en otros territorios en los que sí lo contempla la ley. «Existe una doctrina contraria entre el Tribunal Supremo y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, por lo que de momento sí es posible recurrir en España a la gestación subrogada en el extranjero», explica González.
Sin embargo, en Ucrania y en Estados Unidos la legislación también es diferente. «En Ucrania estamos gestionando los casos de parejas heterosexuales, porque está prohibido para los homosexuales. Además de que los gastos de estacia y billetes de avión son más reducidos, el precio total es un tercio inferior», apunta el abogado. En el país europeo, tal como señala González, existe un precio cerrado que ronda los 50.000 euros, mientras que en Estados Unidos puede variar entre los 90.000 y los 190.000 euros en total, una cifra muy superior que se debe, entre otras cuestiones, al mayor gasto médico y a la retribución de la mujer gestante.
En cuanto al perfil de personas que recurren a este u otros bufetes de España, González lo circunscribe, en su mayor parte, a personas de clase media que han recurrido previamente a otras prácticas de reproducción que han fallado. «Aunque 50.000 euros es una cantidad alta, es medianamente asumible», sostiene, aunque sí matiza que en el caso de las parejas homosexuales que tienen que ir a Estados Unidos, debe tratarse de personas con «alto poder adquisitivo».
Universal Surrogacy había organizado en el día de ayer una jornada de puertas abiertas en las que se habían inscrito tres parejas que finalmente no acudieron. Coincidiendo con esta convocatoria, las asociaciones de mujeres habían convocado una concentración en la puerta, a la que acudieron con pancartas denunciando esta práctica. No en vano, el sábado pasado 25 de estas organizaciones firmaron un manifiesto nacional contra los vientres de alquiler, ya que a su juicio se trata de una práctica que atenta contra la dignidad de las mujeres, y solicitan que no se regule en España, así como que no se pueda recurrir a otros países.
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Desde el bufete de abogados consideran que la ausencia de las parejas se pudo deber a la manifestación a las puertas del despacho. «Es un tema muy sensible y habrán asustado a la gente, pero creemos que antes de criticar se debería conocer. Nosotros hemos visitado estos países y hemos comprobado que los procedimientos sean tan legales como éticos, y bajo la convicción de que alguien que quiere tener hijos tiene que tener el derecho a tenerlos», sentencia González, que esgrime que el interés es cada vez mayor. «Recibimos unas 100 llamadas al mes y ya hemos gestionado casi 50 casos en toda Andalucía».
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