En el nombre de Pablo Ráez el día de su cumpleaños

La XIV edición del Día de la Provincia tiene ya para la historia un nombre propio: Pablo Ráez. El joven marbellí fallecido el pasado 25 de febrero a consecuencia de una leucemia y que ha dejado un importante legado de solidaridad gracias a la campaña que desarrolló durante su enfermedad a favor de la donación de médula ósea que se incrementó en un 1.300% y por su ejemplo de lucha bajo el lema Siempre fuerte. Ayer Málaga le rindió un emotivo y merecido homenaje en el día en que hubiera cumplido 21 años.

Tras la emisión de un vídeo con testimonios de sus amigos, personal sanitario y de organizaciones que luchan contra el cáncer donde ensalzaron el ejemplo de Ráez, su padre, Francisco, visiblemente emocionado, recibió de manos de Elías Bendodo la medalla de oro de la provincia mientras todo el auditorio, en pie, le tributó una cerrada y prolongada ovación al joven marbellí que no pudo ver cumplido su sueño de ser bombero. «Pablo simboliza mejor que nadie todo lo que queremos que sea Málaga: valiente, luchadora, alegre, optimista, solidaria, altruista, fuerte. Su vida y su ejemplo deben ser una fuente de inspiración para todos, para seguir trabajando por una provincia más justa, más moderna, más alegre, donde sea una alegría vivir y trabajar», destacó Elías Bendodo durante su intervención.

Francisco Ráez, con lágrimas en los ojos aunque intentó mantener la sonrisa, uno de los legados de su hijo, remarcó que el día de ayer fue como «el plan perfecto» ya que era el día de su cumpleaños y la provincia reconoció a Pablo por hacer algo especial: «Amar a la gente y desear un mundo mejor».

Borja Vivas también tuvo palabras de reconocimiento para el joven marbellí, a quien definió como un ejemplo para la sociedad malagueña. Pablo Ráez, el chaval de la eterna sonrisa que a todos nos dio una lección con su ejemplo.

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