Aspecto que presentó una de las estaciones del metro, con el agua entrando con fuerza por sus escaleras.

La zona oeste de Málaga capital se lleva la peor parte

Los polígonos del Guadalhorce volvieron a quedar completamente anegados por la tromba

Jesús Hinojosa

Lunes, 5 de diciembre 2016, 00:52

El estruendo del agua golpeando sobre persianas y tejados despertó ayer a los vecinos de la capital a partir de las seis y media de la mañana. Era la señal de que las previsiones que alertaban de la llegada de una gota fría se habían cumplido. En el centro de emergencias empezaron a recibirse los primeros avisos de garajes y calles inundadas, unas alertas que a media tarde ya habían superado las 250. Empezó así una mañana de domingo que en las redes sociales ofreció fotografías y vídeos que dejaban atónitos a los malagueños. Las escaleras del metro convertidas en cataratas, la calle Héroe de Sostoa transformada en río y un autobús casi cubierto por el agua en una calle del polígono Guadalhorce. Una vez más, la zona oeste de la ciudad se llevó la peor parte de esta tromba que movilizó a un buen número de efectivos de la Policía Local, Bomberos, Protección Civil y departamentos del Ayuntamiento como Emasa, Urbanismo y Servicios Operativos.

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Los primeros efectos de las intensas precipitaciones, que en la capital llegaron a alcanzar los 35 litros por metro cuadrado en una hora y un total de 75 litros durante toda la jornada, se dejaron sentir en las balsas generadas en viales como la calle Pacífico; la avenida de Europa; la citada Héroe de Sostoa, especialmente a la altura de la gasolinera Alaska; la avenida de Velázquez a la altura de la Base Aérea y el aeropuerto que estuvo cortada durante gran parte del día al ceder un muro de contención; la avenida de Ortega y Gasset; y la avenida de Jenofonte, donde los bomberos tuvieron que rescatar a tres personas que se quedaron atrapadas en sus vehículos al resultar anegado el paso inferior situado bajo el trazado del metro. Se trata de puntos en los que se repitieron prácticamente los mismos problemas de las inundaciones del año 2012.

Desprendimientos

En el camino de los Almendrales se produjeron desprendimientos en una ladera que , según fuentes consultadas, provocaron heridas leves al conductor de una motocicleta. Las áres de Urbanismo y Servicios Operativos enviaron efectivos a este punto para retirar la tierra acumulada en la vía pública. Los operarios municipales también acudieron a retirar un muro del campo de fútbol de Santa Rosalía, y Emasa movilizó a cinco camiones y 27 efectivos para atender medio centenar de incidencias.

Pero, al igual que en otras situaciones de inundación, donde la preocupación se dejó sentir con más intensidad fue en los polígonos del entorno del Guadalhorce, que volvieron a verse cubiertos por una gran avenida de agua que obligó a rescatar a tres de las mujeres que habitualmente ejercen la prostitución en esta zona.

Sergio Cuberos, presidente de la Asociación de Polígonos y Parques Industriales de Málaga (Apoma), aseguró que no recordaba algo así «desde las inundaciones del año 89». Según explicó, el agua entró especialmente por el entorno de los polígonos La Huertecilla y Santa Teresa, que es donde finaliza la obra del encauzamiento del Guadalhorce. «Una vez más se ha demostrado que el puente de la Azucarera, que no llegó a sustituirse cuando se hizo el encauzamiento, ejerce como un tapón que hace que los polígonos se inunden», recalcó Sergio Cuberos, quien exigió a las administraciones que tomen al menos las «medidas mínimas» para evitar que se repita esta situación, sobre todo después de que, a principios de año, se aprobaran los mapas de inundación de toda esta zona y se concretaran las acciones correctoras globales para reducir el riesgo.

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