Málaga, con un ojo en La Habana

Desde que la Casa Blanca anunciara hace justo un mes que el presidente norteamericano Barack Obama iba a visitar La Habana, René González no quita ojo de la pantalla del ordenador. Con una mezcla de ilusión y expectación, este cubano residente en Málaga desde hace quince años consulta a diario todas las noticias que aparecen en los diarios locales, escucha la radio por internet y conversa con amigos asentados en Estados Unidos. «No es para menos, todo el mundo está nervioso por lo que pueda ocurrir», confiesa.

Pese a encontrarse a más de 7.000 kilómetros de distancia y a llevar desde 1999 en España, este emigrante de padres asturianos confía en que la visita suponga el primer paso para un desbloqueo que ya dura demasiados años. Un bloqueo que, a la postre, fue el que le obligó a abandonar su país en busca de un futuro mejor para su familia. Como él, los más de 3.000 cubanos que residen en la actualidad en la provincia esperan que la histórica visita que comenzará esta noche sirva para acabar con las restricciones económicas que les impide competir en igualdad de condiciones.

René no se siente identificado con el perfil de exiliado político, pero recuerda su salida como si fuera ayer. «El 20 de noviembre de 1999;fue la decisión más dura de mi vida». De hecho confiesa que lo hizo con la única intención de poder darle un futuro mejor a su familia, como hicieron sus padres cuando emigraron a La Habana en plena Guerra Civil. «El bloqueo no permite a los cubanos alcanzar la calidad de vida necesaria, y por eso los tenemos que ayudar desde aquí, enviándoles alimentos, ropa y dinero».

María Eugenia Gálvez, su mujer, levanta en ese momento la vista y recuerda que de forma habitual envían cajas a sus hermanos y primos, aunque casi les cuesta más el envío que los productos remitidos. «El problema es que todo hay importarlo de Europa, por lo que el coste de cualquier producto se multiplica», explica gráficamente. A modo de ejemplo, cuenta que acaba de enviar una caja con ropa, zapatos y aceite y le ha costado 180 euros sólo el envío. «Es muy complicado que las empresas se atrevan a romper el bloqueo; en Málaga sólo hay una empresa que hace envíos a Cuba, por lo que al no haber competencia los precios se disparan».

Un bloqueo global

El bloqueo americano no sólo afecta a quienes viven en la isla. El colectivo de cubanos asentado en Málaga también debe pagar más por los envíos e incluso por las telecomunicaciones. «Con una tarjeta prepago de cinco euros podemos hablar 1.200 minutos con Estados Unidos y cinco con Cuba. Como los repetidores son suyos, también nos gravan las llamadas», lamenta este matrimonio que no pierde la esperanza de regresar a su país. «Estamos en ello, allí tenemos todo lo que nos hace felices».

Para la Asociación de Cubanos Residentes en Andalucía Tocororo, la visita del matrimonio Obama va a ser un hecho histórico, ya que será el primer mandatario estadounidense en activo en pisar la isla en más de 80 años. Su máximo responsable en la provincia, Mireya Gallego, cree que los cubanos los van a recibir «con mucha hospitalidad y respeto» porque ellos nunca han tenido nada en contra del pueblo americano. «Para nosotros, Estados Unidos es tan hermano como el resto de pueblos de América Latina», señala.

Aunque no tienen previsto hacer nada especial para celebrar la visita, confían en que suponga el paso definitivo para acabar con el aislamiento, ya que hasta ahora se están dando pasos muy pequeños y Obama tiene la facultad de poder forzar los cambios necesarios para normalizar las relaciones. Sin embargo, confía en que ese acercamiento no se intente aprovechar para someterlos como ha ocurrido con Puerto Rico. «El pueblo cubano no está dispuesto a convertirse en una colonia norteamericana porque tenemos nuestra propia identidad y anhelos».

Un viaje de dos días

Según el itinerario previsto, el avión presidencial Air Force One aterrizará mañana el domingo en Cuba. El presidente, que estará acompañado en ese viaje por su mujer, Michelle, y sus dos hijas, Malia y Sasha, se reunirá a solas con el presidente cubano, Raúl Castro, y con disidentes y actores de la vida económica.

El martes dirigirá un discurso a todos los cubanos a través de la radio y la televisión, visitará en familia la ciudad vieja, acudirá a un homenaje al padre de la independencia José Martí en la plaza de la Revolución e incluso acudirá a un partido de béisbol.

«Va a ser un viaje muy intenso, de mucha expectación mediática y que los cubanos seguiremos con gran ilusión porque esperamos que sirva para algoy no sea un mero paseo de cara a la galería», sostiene Mireya, quien prefiere ser cauta al no conocer los detalles concretos de la visita. Como todos sus compatriotas, seguirá la visita al minuto tanto por los medios españoles como cubanos y, sobre todo, tratará de informarse por Radio Reloj, «una emisora cubana que emite por internet y que nos hace los días más felices».

Conscientes de todo el revuelo mediático que la visita está generando, esta cubana asentada en la capital asegura que muchas cosas ya están cambiando desde hace bastante tiempo y que los cubanos residentes en el exterior cada vez cuentan con más facilidades. Tanto es así que el pasado 17 de diciembre celebraron en Málaga un consulado itinerante para evitar que los residentes en la provincia debieran desplazarse hasta Sevilla para resolver dudas o gestionar trámites. «Ahora sólo falta que esas mismas facilidades las tengan mis amigos y familiares que viven allí». Aunque eso, por desgracia, no dependa sólo del gobierno de Raúl Castro.