A.D.R./sur
Martes, 23 de febrero 2016, 12:43
Posiblemente con tanto terremoto en los últimos meses ni nos acordemos (ayer volvimos a sentir otro, del que ya se han producido . Pero el 23 de febrero del año pasado Málaga ya sintió un terremoto. Era de 5,2 en la escala de Richter, de los mayores registrados, después del de Lorca en 2011, que fue de 5,1. El epicentro estaba en Albacete, pero se notaba en ciudades como Murcia, Madrid y Toledo e incluso en Málaga.
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El epicentro del movimiento sísmico se situó entonces cerca de la localidad de Ossa de Montiel, en Albacete y estaba situado a unos 10 kilómetros de profundidad, la misma a la que se produjo el primer terremoto que sentimos este año en el Mar de Alborán.
Ese 23 de febrero se traró del terremoto más intenso en España registrado desde 2012, cuando otro de 5,6 grados tuvo lugar en la costa atlántica frente a Lalin (Pontevedra).
Como en todo siniestro de este tipo, la profundidad era clave para evitar daños. "En este caso, parece que la profundidad es superior y por ello los daños son menores en general", señalaba entonces el sismólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN) Juan Cantavella.
Ahora ha pasado justo un año de aquel terremoto del que quizá muchos no se enteraran. En este tiempo, los malagueños ha sido conscientes de la numerosa actividad sísmica que tiene la zona del Mar de Alborán. Tras el gran terremoto de
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