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La Carretera de Arco, 23 años sin final

La Junta, que proyectó esta vía en el 92 para unir Vélez y Marbella por el interior, aparca su conclusión

Agustín Peláez

Martes, 8 de diciembre 2015, 00:33

La Exposición Universal de Sevilla de 1992 conllevó que el Gobierno andaluz estableciera una serie de prioridades en materia de comunicaciones, ya no sólo en Málaga, sino también en el resto de la comunidad autónoma. Uno de los proyectos considerados emblemáticos en aquel momento han transcurrido desde entonces 23 años, fue la denominada Carretera de Arco, una vía que tenía como finalidad unir las dos principales ciudades situadas en los extremos del litoral malagueño, Vélez-Málaga, en la zona oriental, y Marbella, en la occidental, como alternativa a una cada vez más saturada N-340. Pero además, la unión debía realizarse por el interior, lo cual ayudaría a resolver los problemas de comunicaciones de los municipios por los que la carretera debía discurrir.

Casi un cuarto siglo después, esta vía no sólo no se ha llevado a cabo en su integridad, sino que además hace tiempo que no figura entre las prioridades de la Junta de Andalucía para la provincia de Málaga en materia de carreteras.

Del proyecto original sólo hay ejecutado el tramo de 48,55 kilómetros entre Vélez-Málaga y Casabermeja, en la parte oriental de la provincia, y algo más de 34 kilómetros entre Marbella y Casapalma. Precisamente esta semana se acaba de abrir el tráfico un tramo de 5,5 kilómetros de la Carretera de Arco entre Coín y Casapalma, que ha supuesto una inversión de 16,62 millones, pero no porque la Junta siga confiando en el proyecto, sino porque tras la crisis económica la prioridad del gobierno andaluz es poner fin a las obras que se encontraban ya iniciadas y sin concluir, como es este caso. Al menos, así lo reconoce incluso el propio delegado territorial de Fomento y Vivienda en la provincia, FranciscoFernández España.

«Esta infraestructura se planificó en los años 90. Se partía de una situación en materia de comunicaciones muy diferente a la actual.Había otras necesidades, necesidades que hoy están cubiertas con otras infraestructuras que se han ejecutado posteriormente», según Fernández España, para quien estos no significa que lo que todavía queda por hacer se realice en un futuro. «Lo que está claro es que no es una prioridad a corto plazo», asegura.

Para completar el arco que da nombre a la carretera, que en la parte occidental recibe la denominación de A-355 y en la oriental la de A-356, aún resta por ejecutar el trazado comprendido entre Casabermeja y Casapalma.

Déficit de infraestructuras

La Carretera de Arco se planificó cuando todavía no había entrado en funcionamiento ni siquiera el tramo de la autovía del Mediterráneo (A-7), entre Málaga y Rincón de la Victoria, que fue abierta al tráfico en 1996. Tampoco se había ejecutado la A-7 hasta Nerja, por lo que la única opción para los conductores era una N-340 que soportaba atascos kilométricos al discurrir por el centro de las poblaciones. Tampoco era una realidad la Ronda Este, que no se abrió hasta 1996, y mucho menos la Hiperronda ni la AP-7 ni la AP-45 de Las Pedrizas. El déficit de infraestructuras era total en la provincia y mucho más en los pueblos del interior. Por no estar no estaba ni la A-357, llamada a ser el eje viario del Guadalhorce.

Con todas estas infraestructuras ya en marcha, es más rápido llegar a Marbella desde el litoral oriental a través de la A7 y la AP7 que a través de la Carretera de Arco, por ser vías más rápidas que esta última, que en la mayoría de sus tramos sólo cuenta con un carril de circulación en cada sentido.

En la práctica, la Carretera de Arco se ha convertido en una circunvalación para los pueblos por los que discurre. Este es el caso de Vélez-Málaga y Torre del Mar, por donde circulan más de 25.000 vehículos al día, que ya no tiene que hacerlo por la ciudad. Sin embargo, en la mayoría de los tramos construidos el aforo no supera los 7.000 coches al día, salvo entre Vélez y el embalse de La Viñuela, que llega a los 15.000 diarios.

En el caso de la A-356, la Junta ha tenido que realizar fuertes inversiones para corregir numerosos corrimientos y hundimientos de la calzada, ya que parte de la misma discurre por una zona de arcillas expansivas. A pesar de todo, alcaldes como el de Almogía, el socialista Cristóbal Torreblanca, que lleva 32 años en la Alcaldía, lamenta que después de tres décadas escuchando hablar de la Carretera de Arco, precisamente el tramo que afecta a su pueblo siga sin estar ejecutado.

«Necesitamos esta carretera porque no nos uniría a la autovía Las Pedrizas y la autopista. Existe un trazado siguiendo un carril de Diputación que une Almogía con Villanueva de la Concepción y Casabermeja, de apenas seis kilómetros, que puede servir como solución. Le hemos pedido a la Diputación que redacte el proyecto y después se lo trasladaremos a la Junta», dice Torreblanca, para quien la conexión con Casapalma podría esperar.

También para el alcalde veleño, Antonio Moreno Ferrer (PSOE), la Carretera de Arco es un proyecto que debe seguir adelante. «Entendemos que es clave, ya que dota a la comarca de una infraestructura muy interesante para el sector agroalimentario, de tanta importancia en la Axarquía, y que tanto potencial tiene en la comarca», asegura Moreno.

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