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Carnero, Oña y Ruiz Lizana
Una legislatura y 19 cambios de alcalde

Una legislatura y 19 cambios de alcalde

Las mociones de censura, el relevo generacional, los pactos de legislatura, la salud, la acción de la justicia e incluso el amor han provocado movimientos de regidores durante este mandato municipal

Antonio M. Romero

Domingo, 3 de mayo 2015, 00:22

El 11 de junio de 2011 se constituyeron los 101 ayuntamientos de la provincia para el mandato municipal que concluirá tras las elecciones locales del próximo 24 de mayo. Cuatro años en los que diecinueve localidades han cambiado de alcalde a consecuencia de las mociones de censura, el relevo generacional promovido por los partidos, los pactos de legislatura, la acción de la justicia, la salud e incluso el amor.

Cuatro mociones de censura han habido en este periodo de las que tres ha sufrido el PSOE y una el PP. En Benalmádena, Mollina y Canillas de Aceituno los populares Paloma García Gálvez, Francisco González 'Huracán' y Vicente Campos sustituyeron al frente del Ayuntamiento a Javier Carnero, Eugenio Sevillano y Pilar Ortiz, respectivamente. En el lado contrario, el socialista Pedro Fernández Palomo arrebató la Alcaldía de Colmenar al popular Antonio Fernández.

El cumplimiento de los pactos de legislatura firmados a principios del mandato hizo que en 2013 en Algatocín el andalucista Benito Carrillo entregara la Alcaldía al popular José Manuel López, mientras que en Casarabonela el independiente Francisco Armada hizo lo propio con Alonso Cuenca (PP).

En otras ocasiones, han sido las estrategias de los partidos políticos las que han provocado los cambios. Así, los socialistas, con vistas a presentar nuevos candidatos este 2015, llevaron a cabo un relevo generacional en los ayuntamientos de Cártama, donde Jorge Gallardo sustituyó a José Garrido, y en Almargen, donde María del Carmen Salguero tomó el relevo de Vicente Jiménez. En esa misma línea, Francisco Jiménez, de IU, sustituyó a Manuel Sánchez al frente de la Alcaldía de Archidona.

Los movimientos por nombramientos en otras instituciones también han repercutido en las alcaldías de la provincia. El socialista Noé Muñoz sustituyó a Sebastián Rueda en Guaro cuando éste último fue nombrado alto cargo de la Junta; lo mismo le ocurrió a su compañero de partido Rafael Torrubia en Periana cuando relevó a Adolfo Moreno tras su nombramiento como delegado de Agricultura y Medio Ambiente en la provincia; y la historia se repitió cuando Ana Berlanga ocupó el sillón de alcalde de Pizarra ostentando hasta entonces por Francisco Vargas al ser elegido parlamentario regional. A este respecto y ante la incompatibilidad de simultanear el puesto de alcalde con el de diputado autonómico, la popular Esperanza Oña, tras más de dos décadas al frente del Ayuntamiento de Fuengirola, fue sustituida por Ana Mula a finales del año pasado.

La acción de la justicia también ha tenido sus efectos en los consistorios. La que fuera alcaldesa de IU en Manilva Antonia Muñoz dimitió al estrecharse el cerco sobre un caso de enchufismo en su Ayuntamiento y fue sustituida por Diego Urieta (ex de IU y ahora regidor no adscrito a ningún partido). Asimismo, la condena por delitos urbanísticos llevó al andalucista Juan Vera a dejar el sillón de mando en Tolox, siendo relevado por su compañero de partido Antonio Mesa. Mientras que en Sedella, el socialista José Antonio Gutiérrez dimitió tras una denuncia de IU por comprar material a su hermano lo que llevó a Francisco Abolafio, de la coalición de izquierdas, al sillón de la Alcaldía.

Aunque el caso más significativo ha sido el de Alhaurín el Grande. En noviembre de 2013 se empezó a cumplir la condena de un año de suspensión para cargo público, en virtud de la sentencia del 'caso Troya' contra la corrupción urbanística, a Juan Martín Serón, entonces ya desligado del PP. Le sustituyó su número dos, Antonia Ledesma. Doce meses después, el regidor volvió a su puesto y se presenta, como independiente, a las elecciones del próximo 24 de mayo. Este hecho provocó que el PP se quedara sin grupo en el Ayuntamiento y tuviera que nombrar una gestora en este municipio del Valle del Guadalhorce.

Dos cambios de alcalde tienen un componente más humano y emotivo. El popular Francisco Sierras tuvo que dejar el bastón de mando del Valle de Abdalajís por motivos de salud, mientras que el socialista José María Ruiz Lizana renunció a la Alcaldía de Alfarnate por amor -se fue a vivir a Panamá con su pareja-, siendo sustituido por Salvador Urdiales.

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