Sólo supimos de verdad del impresionante tirón popular de Chiquito de la Calzada el día en el que nos dio su último adiós y el país entero, columnistas de prestigio y dibujantes de primera incluidos, se despidieron del artista que tanto nos ha hecho reír. Su imagen y sus andares seguirán presentes en la cabeza de todos durante lustros. Ese ¿cómorrrr? que usan algunos de forma guasona cuando quieren cuestionar con sorpresa forma parte de la jerga de muchos españoles, que han sabido desternillarse a placer con Gregorio Esteban Sánchez actuando para hilvanar esos chistes interminables, en los que la gracia esencial era su forma de contarlos. ¡Qué arte! Ese chute de endorfinas gratis que nos ha inoculado a muchos merece que hoy le recordemos con esa interminable sonrisa que nos regalaba cada vez que subía al escenario.
Dicen, y dicen bien, que los humoristas son aquellos que ríen aunque a veces quisieran llorar y no es menos conocido que a veces lo hacen y lo harán en circunstancias personalmente adversas. Por eso todos quieren reconocer y homenajear a Chiquito por tanta risa, acción que debiera ser patrimonio inmaterial de la Humanidad y que tendría que ser prescrita de forma obligatoria por los médicos, habida cuenta de lo sana que es para generar endorfinas, la llamada hormona de la felicidad.
El portavoz de IU-Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla; y la edil Remedios Ramos; visitan en esta jornada la humilde casa en la que nació, en la Calzada de la Trinidad, número 23. Cuando los ediles se dirigen al inmueble parece entrar un agente inmobiliario. Bicheando por la web aparece en venta. 128 metros cuadrados de terreno (90 m2 útiles) y dos habitaciones. La fachada denota que está en mal estado, que será de las que necesiten una amplia reforma. Allí se apostan los dos ediles y miran hacia enfrente, el pequeño arco que da entrada a restaurada fachada de la iglesia de la Trinidad. Un barrio señero, del que ya han pedido que se recupere el convento de la Trinidad, uno de los primeros asentamientos de Málaga, precisamente por los monjes trinitario. Ahora, Zorrilla, sin atreverse a hacer el movimiento característico de andorreo encorvado de Chiquito, sí se entona con una frase hecha a retales de las del genial humorista: «¿No te das cuen, alcalde, que es por la gloria de su madre?». Tras la broma explica, que su grupo, IU-Málaga para la Gente demanda y vería con muy buenos ojos que el Ayuntamiento pusiese una pequeña placa de homenaje recordando el lugar en el que nació Gregorio Esteban Sánchez, justamente en la calle que le dio su apellido artístico. Una calzada, una pequeña bajada hacia la avenida de Barcelona con mucho encanto, pero que reclama más vida.
Cabe recordar que está previsto inicialmente realizar un busto del artista para situarlo en el pasaje Chinitasasí como entregarle de forma póstuma la Medalla de la Ciudad, distinción que aprobó la Corporación de forma unánime en el pleno en una moción institucional.
«Nos parece que un personaje de la talla de Chiquito, con la trascendencia que ha tenido en este país, e incluso en el exterior, ya que ha traspasado fronteras, llegando hasta Japón, sería de justicia recordar su humilde lugar de nacimiento», explica Zorrilla, quien añade que no supone un gran desembolso y, sin embargo, sí que es un bonito detalle.
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