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Después de cuatro días sin gas, comunidades de vecinos y restaurantes del entorno del mercado de la Merced empezaron a recuperar el suministro el martes por la tarde-noche. Les parecía mentira después de horas sin agua caliente o sin poder cocinar con normalidad.
En ... la comunidad de vecinos Victoria Huerto del Conde, situada en el epicentro de la avería, próxima al mercado de la Merced y la primera en dar la voz de alarma el pasado viernes a mediodía, se quejaba este miércoles de la falta de información recibida por la empresa sobre las causas y el tiempo estimado para la reparación, «aunque entendemos que no debe ser fácil dar una fecha concreta», expresa Luis Carlos Avilés, quien asegura que el impacto de la suspensión del suministro ha sido desigual en la comunidad que representa. «De los 96 residentes, la mitad aproximadamente no tiene gas natural, usan termo y vitro eléctricos y, por tanto, no se han visto afectados por los cortes. Sin embargo, me consta que ha habido vecinos que han tenido que comprar infiernillos eléctricos para hacer la comida».
En la plaza de la Merced también recuperaron el servicio el martes por la tarde. El restaurante Cañadú lo hacía sobre las 22.00 horas cuando un técnico de la empresa suministradora Naturgy acudía para hacer las comprobaciones necesarias para garantizar el restablecimiento correcto y con seguridad. Su propietario hacía balance de estos cuatro días en los que se han visto obligados a adaptarse a una situación complicada, con un fin de semana de gran afluencia de comensables por el buen tiempo y los traslados de Semana Santa. «Ha sido estresante porque hemos querido mantener el servicio como si nada ocurriese, pero con grandes dificultades al no tener los mismos recursos para cocinar».
El propietario del Bar Picasso, con tres establecimientos en esa misma ubicación, tuvo que cerrar uno de ellos y reducir dos terceras partes de la carta. El viernes dejaron de funcionar sus cinco freidoras, cocinas y planchas de gas, lo que le obligó a tener que improvisar sobre la marcha para sacar el negocio adelante y a reducir horarios de trabajo de sus empleados al no trabajar con normalidad. «Ha sido muy complicado en una antesala de la Semana Santa y con los congeladores a tope para atender la demanda», precisa su propietario Yuri Huguyev.
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Desde la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos) confirman que el impacto de esta avería ha sido también desigual entre sus asociados, que desde el sábado a mediodía comenzaron a notificar los cortes que empezaban a sufrir. «A todos ellos les hemos informado de las dos vías que tienen para emprender acciones legales si así lo consideran, bien reclamando daños y perjuicios o lucro cesante, aunque esta última opción creemos que es más complicada de cuantificar, además de requerir un informe fiscal», explican fuentes de la asociación.
Por ahora, se va recuperando el servicio paulatinamente en el entorno del Santuario de la Victoria, aunque aún hay algún abonado sin gas en puntos de El Ejido, como en la plaza Lex Flavia. Hay que recordar que la avería tuvo su origen en la instalación privada de un calentador, lo que provocó la entrada de agua en la red de gas y obligó a cortar el suministro. Todo apunta a que se conectó erróneamente una toma de gas en la de agua, una «intervención humana» que ha resultado fatal.
Sin dar fechas concretas, la empresa gasista asegura que está concluyendo el proceso de extracción de agua de la red y que trabaja «contra reloj» en el restablecimiento del suministro a los clientes afectados para acortar al máximo los plazos. «El grado de avance de estos trabajos es alto», aseguran.
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