Los centros comerciales de Málaga ultiman los detalles para abrir el lunes

Los centros comerciales de Málaga viven estos días una actividad frenética. Aunque desde el exterior puedan parecer cerrados, de puertas para adentro se trabaja de forma incansable para tenerlo todo listo para el próximo lunes, fecha en la que Málaga pasará a la fase 2 de la desescalada. Al otro lado de las puertas correderas y las rejas metálicas se ultiman las tareas de limpieza, instalan nuevos sistemas para el control de los aforos y forma al personal a la nueva realidad que ha provocado la pandemia.

A falta pocas horas para el reestreno, los gerentes y responsables de las grandes superficies de la provincia trabajan con el objetivo claro de abrir el lunes 1 de junio con las limitaciones de aforo establecidas. Durante el tiempo que dure esta fase, los complejos deberán limitar su capacidad al 30% en las zonas comunes y al 40% en el interior de las tiendas. «Esta sensación sólo la he tenido cuando hemos inaugurado un centro; todo tan impoluto y preparado para la apertura», reconoce Jesús María Condón, gerente de Larios Centro, en la capital. En su caso el estreno es casi doble, ya que el pasado mes de noviembre culminaron una reforma integral del centro que apenas les dio tiempo a lucir.

Larios Centro, al igual que ocurre en el resto de los grandes centros comerciales de la provincia, ha invertido numerosos recursos «para lograr que los clientes se sientan cómodos y seguros», frase que se ha convertido en un auténtico mantra para los empresarios. En su caso han implantado un sistema automático para el control del aforo, han colocado alfombrillas desinfectantes en las entradas, repartido geles hidroalcohólicos por todo el centro e incluso tendrán guantes y mascarillas a disposición de los clientes en los puntos de información por si se produce alguna rotura o pérdida. «Hemos puesto en marcha todas las medidas para garantizar que lo gente venga con tranquilidad y confianza», insiste Condón.

El responsable de este centro comercial explica que los operadores también están ansiosos por abrir sus puertas y confía en que sean mayoría el lunes. Todos ellos también llevan varias semanas adecuando los locales e incluso han aprovechado para pintar y redecorar los espacios. «Siempre se habla de la importancia del pequeño comercio, pero en los centros comerciales también hay pymes que son el negocio de una familia», apunta.

Otro de los grandes que también reabrirá sus puertas este lunes es El Corte Inglés, que levantará la persiana de sus cinco centros en la provincia. A diferencia del resto, su caso es particular ya que podrá utilizar hasta el 40% del aforo pero deberá controlarlo por plantas. Para eso, los diferentes centros contarán con una persona encargada de vigilar la afluencia de compradores por plantas. A eso añadirán limpiezas extraordinarias y continuas en probadores, pasamanos y cualquier zona de contacto. Todas las superficies de la provincia abrirán al completo salvo la zona de restauración externa, que se recuperará en fases posteriores.

Al tratar con numerosos productos de moda, uno de sus principales retos será la desinfección de los productos. Para ello han adaptado diferentes probadores para higienizar todas las prendas que se prueben o devuelvan los clientes con luz ultravioleta. Del mismo modo pondrán una persona encargada de revisar los probadores, que serán desinfectados cada vez que lo utilice un comprador.

En Málaga también se espera la apertura de Plaza Mayor, Vialia, Rosaleda, Málaga Plaza, Málaga Nostrum, Los Patios o el nuevo centro de marcas de lujo Málaga Designer Outlet, ya que Muelle Uno ya abrió sus puertas a lo largo de la fase 1 al aprovechar que todas sus tiendas cuentan con un acceso directo desde el exterior. En el caso de Plaza Mayor, su gerente, Rafael Perea, confiesa que «la seguridad y el bienestar de nuestros visitantes, comerciantes, proveedores de servicios y empleados ha sido y seguirá siendo nuestra principal prioridad».

Al igual que en la capital, la expectación en la Costa es alta. La Cañada, en Marbella; Miramar, en Fuengirola; El Ingenio, en Vélez; o Rincón, en Rincón de la Victoria también cuentan las horas que quedan para que llegue el próximo lunes. Y también ellos han hecho los deberes durante estos meses de confinamiento: en Fuengirola, por ejemplo, han implantado un sistema de 'oxidación fotocatalítica' utilizado por la NASA para desinfectar el aire en ascensores, aseos y sala de lactancia.

El gerente del centro, Ignacio Domínguez, se muestra especialmente optimista cara a la vuelta a la actividad tras analizar el impacto en otras ciudades que ya se encuentran en la fase 2. Durante la primera semana de trabajo en otras provincias, los centros comerciales que ya han abierto sus puertas han detectado una bajada del 15% en la afluencia de clientes pero un aumento significativo de las ventas. «Confiamos en que vamos a tener una buena afluencia, aunque los clientes irán viniendo poco a poco», augura.

Además de un sistema de limpieza diseñado por la NASA y que también ha implantado el centro comercial Muelle Uno, desde el complejo Miramar detallan haber incrementando en más del doble el personal de limpieza y seguridad y haber habilitado recorridos por el centro para que la gente circule en un sentido o en otro sin tener que cruzarse. «Estamos deseando abrir, tanto nosotros como las tiendas, que están todas preparadas para la apertura en las máximas condiciones de seguridad».

De forma similar, el gerente del centro comercial La Cañada, Javier Moreno, se muestra confiado en la respuesta del público tras más de dos meses de parón en la actividad. En su nueva rutina también han incorporado el control de aforo, los geles hidroalcohólicos y reforzado los servicios de limpieza y esperan que la vuelta a la actividad sea lenta pero segura. «Vamos a ser precavidos; pensamos que va a ser como un engranaje que se eche a andar«, avanza. Aunque confiesa que muchas tiendas abrirán el primer día, cree que la actividad no será completa hasta casi el final de la semana, ya que a los operadores más grandes les va a costar adecuarse a las nuevas normas del Gobierno.

En la parte oriental de la provincia, El Ingenio ha aprovechado estas semanas de parón para acelerar al máximo las obras de reforma del centro. Su gerente, Leonardo Galdeano, asegura estar «ansioso» por volver a la normalidad, al igual que ocurre con todas las tiendas. Y en Rincón de la Victoria dicen llevar una semana con todo listo, ya que pensaban que había posibilidades de pasar este pasado lunes. «Lo importante es que los clientes se sientan cómodos para venir, y por eso nosotros tenemos unos pasillos muy anchos que vamos a aprovechar», reseña su gerente, Alejandro Garzón.