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Desde la aprobación de la primera normativa que regulaba la actividad de las viviendas turísticas, en 2016, el crecimiento de esta forma de alojamiento en ... la capital malagueña fue exponencial. Junto con Marbella, la ciudad estaba siempre a la cabeza del ránking. El Centro Histórico se convertía en el punto neurálgico del desarrollo de esta modalidad que, además, contaba con una demanda disparada hasta que llegó la pandemia. La paralización obligada para estos negocios durante meses, como para el conjunto del turismo, y un verano, el pasado, en el que las restricciones para viajar limitaron al máximo los desplazamientos, provocó el inicio de la fuga de muchos propietarios hacia el alquiler tradicional. Los primeros datos apuntaban a un 10%, que fue creciendo hasta el 20% para alcanzar la media andaluza del 26%. Pero en la capital de la Costa del Sol las cifras, en este caso, también se salían de la media. El presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AVVA), Carlos Pérez-Lanzac, señala que el 40% de los inmuebles de alquiler vacacional operan ya con arrendamientos tradicionales. Una cifra que también, apunta, se ha registrado en Sevilla.
El nuevo escenario reduce las 6.500 viviendas de alquiler vacacional de la capital malagueña a unas 4.000, según los datos de AVVA, porque la mayoría de las viviendas no ha causado baja en el Registro de Turismo de Andalucía dado que consideran que se trata de una situación coyuntural confiando en volver al negocio turístico una vez que pase esta crisis sanitaria.
Pérez-Lanzac explica que el sector del alquiler vacacional ha sido el gran olvidado y que no ha recibido ayuda económica alguna por parte de las administraciones pese a haber experimentado la misma caída en picado de la facturación que el resto de alojamientos. Esta situación ha impulsado la salida hacia el arrendamiento de larga temporada. «El decreto de las viviendas turísticas atrajo a muchos inversores que emprendieron el rescate y recuperación de inmuebles muy deteriorados y que han sido claves en la reactivación del Centro de la ciudad, donde había 10.000 viviendas vacías. Las inversiones realizadas fueron muy importantes y ahora esos inversores necesitan amortizar su desembolso y ven cómo la pandemia frena continuamente sus planes. Por eso han buscado refugio en el alquiler tradicional hasta que esta crisis pase», señala Carlos Pérez-Lanzac.
A ello se suma que tras esta crisis sanitaria la demanda ha cambiado sus preferencias, optando más por inmuebles en espacios menos saturados, en el litoral o en entornos rurales, siendo los centros históricos de las ciudades las zonas más impactadas. «Aquí la recuperación está tardando más», precisa.
En el conjunto de la provincia este negocio también se ha resentido, pero en menor medida. Los datos de AVVA señalan que un 27% de las 42.000 viviendas turísticas se han pasado al arrendamiento de larga temporada.
Pérez-Lanzac advierte del impacto de la quinta ola en las previsiones para la temporada alta. Señala que, como en el resto de alojamientos, han sufrido el efecto de las cancelaciones con el pico de contagios y con las decisiones de mercados claves como Alemania, Holanda o Bélgica de considerar los viajes a España como de alto riesgo, hasta declarar, incluso, cuarentena de diez días el país germano para los no vacunados.
Las viviendas turísticas es el refugio de vacaciones de familias y grupos de amigos, principalmente. Para disfrutar de la estancia soñada y evitar sobresaltos de última hora, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha editado una guía de consejos prácticos ante las situaciones de encontrarse con apartamentos que no existen, intentos de 'phishing' o que el alojamiento no cumple con las condiciones anunciadas. La OCU advierte de que «aunque el mayor riesgo está asociado con alojamientos que en realidad no existen, hay un alto porcentaje que, aun correspondiendo a una casa real, no son veraces sobre las condiciones que ofrecen en sus anuncios». En caso de que las condiciones reales del inmueble provoquen que el consumidor no sólo no pudo disfrutar de la estancia sino que ni si quiera pudo reclamar al anunciante, el consejo de esta organización es proceder a denunciarlo ante la policía o al grupo de delitos informáticos de la Guardia Civil .
También insta a que cuando las fotos nada tienen que ver con la realidad de la vivienda se denuncie la falsedad ante la web de anuncios, recordando que las plataformas, que actúan de intermediarias entre el propietario y el consumidor, suelen tener un canal de atención habilitado para las denuncias o quejas de los usuarios.
Desde la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía insisten en la necesidad de modificar de forma urgente la normativa que regula esta actividad para mejorar las garantías también frente al consumidor.
Tras esta ola de anulaciones de reservas se ha constatado una ralentización en las contrataciones, de forma que AVVA estime que, si no hay más complicaciones, esperan una ocupación del 70% en la provincia malagueña durante este mes de agosto. Un periodo en el que este colectivo se mantiene expectante ante la necesidad de revisar la actual normativa para conseguir adaptarse a los nuevos desafíos que exigen, explica Pérez-Lanzac, una mayor profesionalización del sector para lo que se hace prioritario incluir la figura del gestor, siguiendo el modelo de la norma de la Comunidad Valenciana. Recuerda que el sector del alquiler vacacional representa el 50% de la oferta de alojamiento de Andalucía, con 396.000 plazas.
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