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El doblemente ungido portavoz socialista en el Ayuntamiento y secretario provincial del PSOE, Dani Pérez, visitaba ayer su barrio. Cuando uno juega en casa se nota. Desde que llegó a la cita con los medios de comunicación no paró de saludar a unos y a ... otros por su nombre. Y de hacerle los honores al 'perriniño' de Reme Mateos, que se quejaba de un boquete que hay al lado de su bloque de viviendas en la avenida Nuestra Señora de los Clarines, número 9. «Ya me he caído yo una vez y no tendría gracia que volviera a hacerlo», decía mientras paseaba a su can en esos cochecitos en los que cuando una se asoma en vez de un bebé hay una mascota. Y ladra.
Pero se ve que a Pérez lo conoce y le deja que lo acaricie. «Dejad que los perros se acerquen a mí», bromeaba. Al lado, los ediles socialistas Alicia Murillo y Rubén Viruel, así como las exdelegada de Educación y diputada provincial, Patricia Alba; y el presidente del colectivo Abanico Solidario, Francisco Álvarez.
Su propuesta en esta jornada versa sobre la vivienda. Éste fue uno de los asuntos que negoció el grupo socialista con el PP en los presupuestos de 2021, una de las medidas que consiguió que los primeros se abstuvieran. No ha habido apenas consenso ahora, cara a las cuentas de 2022, y las negociaciones se rompieron apenas una semana antes de que se aprobaran en pleno.
Pérez subrayaba ayer que en la actualidad en Málaga hay la friolera de 21.000 demandantes de vivienda de VPO. Recordaba que las ayudas al alquiler este año eran de cuatro millones de euros, y que a cifras del mes de junio (los que tienen disponibles) sólo se había ejecutado el 30% y se habían beneficiado tan sólo 500 familias, «un dato exiguo». Por eso, subrayaba que es necesario aumentar el parque público de viviendas en alquiler disponibles y para ello informó de que elevarán una iniciativa a la comisión de Economía, que tiene por objetivo, esta vez como novedad, incentivar a los propietarios de las viviendas que estén a la renta. Con las bonificaciones, explicaba, el dueño se puede ver protegido. La iniciativa reclama que los que entren en este proceso, el de alquilar a los que tienen ayudas del Ayuntamiento, puedan obtener una bonificación del 95% del ICIO (Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras) así como una reducción del 95% en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) siempre y cuando el alquiler de ese inmueble esté tasado y el precio sea asequible.
La edil socialista Alicia Murillo miraba a su alrededor y explicaba que un alquiler de 700 euros en Miraflores de los Ángeles para gente trabajadora, con sueldos humildes, es «difícil de asumir». Puso el dedo en la llaga cuando dijo que el plan de alquiler de vivienda municipal no funciona tanto en cuanto en 2015 benefició a 791 familias, y este año, con la crisis aguda económica que ha provocado el coronavirus, tan sólo lo disfrutan 423 familias. Explicaba que el ICIO ya se bonifica en Tarragona para los propietarios que tienen sus viviendas en la bolsa alquiler en el caso de que quieran hacer reformas.
Por último el presidente del colectivo Abanico Solidario, Francisco Álvarez, subrayó que sigue siendo muy difícil parar un desahucio en Málaga «porque el Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) no se implica» así como que el plan de ayuda al alquiler es una «ayuda fracasada» porque el que la solicita debe estar al borde del desahucio.
De la iniciativa socialista de bonificación de la vivienda de alquiler para familias con bajos ingresos, no necesariamente en exclusión social, a la propuesta de Unidas Podemos para poner en marcha, además de medidas para luchar contra la pobreza en sí, que se ha acentuado en la ciudad desde que llegara la crisis sanitaria, una campaña de sensibilización y en contra de la aporofobia (la fobia o el odio a la pobreza), que está tipificada como agravante en el Código Penal desde el pasado mes de junio.
Los concejales Remedios Ramos y Nicolás Sguiglia comparecieron ayer a las puertas del Ayuntamiento con el portavoz de la Asociación para la Solidaridad (ASPA), Luis Pernía, y el trabajador social Francisco Guzmán para pedir un plan de choque y un fondo de emergencia para combatir en aumento de la pobreza en Málaga, ya que el 33% de la población se encuentra en riesgo de exclusión social y un 8% en extrema pobreza y vulnerabilidad, como explico Ramos, quien recordó que hace unos días hubo «un brutal asesinato de una persona sin hogar (que dormía en los jardines de Picasso), por lo que urge una campaña municipal de sensibilización contra la aporofobia».
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