Visitamos seis supermercados: esto es lo que puedes ahorrar en aceite según dónde compres

Si hay un producto de alimentación que ha supuesto un verdadero agujero para el bolsillo de los españoles este verano, ese es el aceite. Aunque la inflación empieza a moderarse con respecto a los niveles del año pasado, este básico en la cesta de las familias ha experimentado una escalada sin precedentes a lo largo de los últimos meses. Tanto es así que, según los últimos datos del IPC publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el pasado agosto costó un 52,5% más que en 2022 durante el mismo mes. Se trata de la mayor subida interanual en 21 años.

En este contexto, ¿merece la pena comparar el precio de los aceites que oferta cada supermercado o son todos igual de caros? Según el trabajo de campo realizado por SUR este miércoles, la misma botella de 1 litro de Coosur Virgen extra hojiblanca puede costar 8,69 euros en LIDL y 11,99 en Día. 3,30 euros de diferencia en el mismo producto. Lo mismo sucede con el aceite Virgen Serie Oro de la misma marca: 8,75 en Maskom y 11,25 en Carrefour, 2,50 euros más caro que en el primero.

De acuerdo con el informe de consumo alimentario en España de 2022 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, un español consume de media anualmente 3,6 litros de aceite de oliva, 0,7 de virgen y 3 de virgen extra. Por lo tanto, comprando las mismas botellas de un litro de cada categoría (Coosur Virgen extra hojiblanca, Coosur Virgen Serie Oro y Carbonell 0,4º), un consumidor promedio puede llegar a ahorrarse hasta 24 euros al año según qué supermercado elija.

En función de los resultados obtenidos determinamos que Maskom y LIDL son las opciones más económicas para comprar aceite de oliva de marca frente a Carrefour o ALDI. En este sentido, Mercadona no se puede comparar, ya que solo oferta aceite de Hacendado, su sello propio.

En definitiva, con los aceites de marcas de fabricante puede existir una diferencia de precio considerable según dónde se haga la compra. Sin embargo, en el caso de las marcas propias de las distribuidoras —también llamadas marcas blancas—, como Hacendado (Mercadona), Olisone (LIDL) o Alteza (Maskom), los precios son prácticamente idénticos: 6,80 euros el refinado, 7,70 el virgen y 8,50 el virgen extra. Además, en la mayoría de los supermercados se da el caso de que el virgen extra de marca propia cuesta menos que el aceite de oliva refinado de casi cualquier marca de fabricante.

Según el presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) en Málaga, Baldomero Bellido, esta diferencia no obedece necesariamente a un salto de calidad entre la marca blanca y la de fabricante. «Un virgen extra, sea de la marca que sea, no puede tener ningún defecto», explica. «Lo único que puede cambiar son las características organolépticas de cada aceite», es decir, las propiedades que determinan el aroma o el sabor del producto.

Leo Rama es el productor de Oro en Rama, aceite que gestiona junto con su padre y que fue galardonado como el mejor de los Premios Mezquita 2021. También coincide en que, a la hora de comprar, la marca no es el mejor indicativo para decantarse por un producto. «Sabemos que, muchas veces, los aceites de marca blanca son de productores pequeños que los llevan a la cooperativa», cuenta. Rama considera que es más importante prestar atención a otros aspectos como la denominación o la variedad de aceitunas que se utilizan. «No es lo mismo una arbequina, que una picual», puntualiza.

¿Por qué son entonces considerablemente más baratos los aceites de marcas de distribuidor? Esteban Carneros, portavoz de Dcoop, explica que la disparidad puede deberse a un diferente momento de compra de la materia prima o a una estrategia de venta por parte de las empresas. «Una cadena puede reducir márgenes y no ganar nada con el aceite, pero utilizarlo como gancho», aclara.

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