«Es una oportunidad única de ver un submarino de la Armada en Málaga»

Durante su estancia en la capital se ha permitido visitar su interior, una oportunidad casi única puesto que la presencia de este tipo de buques militares es muy poco frecuente en la rada malagueña. Tal y como se esperaba, la primera sesión de visitas, que tuvo lugar ayer por la tarde (entre las 16.00 y las 18.30 horas) superó el cupo previsto, de 150 personas, y obligó a muchos a darse la vuelta, tras la advertencia de los marineros responsables de la seguridad de que no podrían hacer la visita en ese momento, debido a las restricciones del Covid. Hoy sábado tendrán una nueva oportunidad, en horario de 10.00 a 13.00 horas y de 16.00 a 18.30 horas, según informa el Ministerio de Defensa.

Los recorridos se hacen en grupos reducidos, de diez personas por turno, hasta un máximo de 150 el viernes y de 300, el sábado. El acceso se realiza por orden de llegada (en cola); es gratuito y obligatorio el uso de mascarilla. Se hará un control de temperatura previo a entrar al submarino, y se dispondrá de dispensadores de gel hidroalcohólico en varios puntos. Además, estas fuentes advierten de que el acceso al buque se hace necesariamente mediante una escala vertical, «con la dificultad que puede conllevar para personas de movilidad reducida».

Numerosas familias con niños y grupos de amigos esperaban en la cola a pie de muelle a primera hora de la tarde de ayer. Fernando se hacía fotos con la tripulación, en un ambiente festivo. «Lo vimos en el periódico que estaba aquí y hemos venido a comer en Málaga y a verlo», explica Carla. El grupo lo completan Lito y Gema, y es de lo más variopinto: viven en Benalmádena pero son originarios de España, Brasil, Sudáfrica y Filipinas. «Hemos estado en barcos y aviones, pero nunca en un submarino, es lo que nos faltaba por ver». Se pusieron en cola a las 15.10, y una hora después estaban a punto de entrar. Detrás va José, malagueño, explica por qué se ha animado a visitarlo: «Me gusta muchísimo el mar, hice la mili en la Marina, siempre que viene algún barco me acerco a verlo».

Desde la misma hora están Luis y sus hijos. Es de Jaén pero afincado en la capital malagueña. «También hice la mili en la Armada y vimos un submarino en Barcelona mientras estábamos destinados, y para mi hijo esta va a ser la primera ocasión de verlo, lo he traído a que lo vea; es una oportunidad díficil de encontrar, que un barco como este se pueda visitar». «Me motiva la curiosidad de visitarlo por dentro, que es algo que normalmente no se puede ver», añade Joaquín. «Ya que somos de Málaga y ha venido aquí, tenemos esta oportunidad única, aunque haya que aguantar bajo la solana».

Otros no tuvieron tanta suerte. «Vengo desde la Rosaleda andando con el niño, somos de Torremolinos y hemos venido porque nos gustaría verlo pero no nos han dejado, y eso que veníamos con tiempo», se lamentó un padre con su hijo sobre los hombros. «Bueno, nos iremos a tomar algo». Aunque hoy las visitas comenzarán a las 10.00, para garantizarse un sitio en la visita los interesados deberán llegar al menos una hora antes, ya que, de nuevo, el cupo será de 150 personas por la mañana y otras 150 por la tarde.

El S-74 Tramontana es el cuarto submarino español de la clase Galerna, construido en los astilleros de la empresa nacional Bazán en Cartagena. Su puesta a flote se efectuó el 30 de noviembre de 1984. La clase Galerna agrupa a submarinos de una gran capacidad ofensiva, con la ventaja de poder operar de forma encubierta durante largos periodos de tiempo, lo que les convierte en valiosas unidades de combate, según Defensa.

Su tripulación está formada por unos 60 personas y dispone de una autonomía que le permite cubrir 9.000 millas (14.480 kilómetros) a una velocidad de nueve nudos (16 kilómetros por hora), con hasta 45 días de navegación ininterrumpida.