Desde milenios, el ser humano contempla las estrellas. Los navegantes se orientan con ayuda del cielo nocturno. De la antigua Babilonia se conocen tablas de ... arcilla en las que se fijaban determinadas constelaciones estelares. Hasta hoy perdura la fascinación que el cielo y espacio ejercen sobre las personas. En el Colegio Miguel de Cervantes, en la zona de Segalerva, los alumnos tienen la oportunidad de realizar sus propias experiencias con la astronomía. La parte de un aulario, que no se estaba utilizando, se ha transformado en un planetario que sorprende a cualquiera que se adentra a una visita guiada por los propios alumnos.
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Esto es posible por el empeño personal de Víctor Gutiérrez, maestro en este centro, que quiso ver que la docencia es ir más allá de lo que marcan los propios planes de estudio. Mucho tiempo fuera del horario laboral invertido y una clara vocación por el amor al detalle han dado como resultado una simulación fidedigna de un planetario y un laboratorio científico que acerca la astronomía a los más pequeños.
«Parto de la base de crear una actividad motivadora para ellos. Pregunté a mis alumnos sobre lo que quieren aprender y el espacio fue de las respuestas más repetidas», recuerda Gutiérrez para SUR. Tutor de un curso de primero, involucró también a sus alumnos en la creación de un espacio que cuenta, entre otros puntos de interés, con una simulación del Apollo 11, la nave espacial que logró viajar hasta la Luna.
La fascinación del espacio y de las estrellas es tan antigua como la propia humanidad. Es algo que se refleja en el lenguaje popular. Si una empresa triunfa tiene buena estrella. Si las cosas van mal se habla de «desastre», que tiene en su origen la palabra 'astron'. Significa algo así como mala estrella. Un desastre, entonces, no es otra cosa que una estrella que trae consigo una desgracia.
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Introducirse en planetario del Miguel de Cervantes es adentrarse en un viaje que comienza de la mano de los propios alumnos. «Hola, bienvenidos al planetario del Miguel de Cervantes. Esperamos que les guste la visita. Por favor, valide su entrada y siga adelante», dice la voz de la pequeña Catalina. Todos los alumnos están en primero de primaria y tienen entre seis y siete años.
Después de recorrer un pasillo, decorado con todo tipo de parafernalia lumínica y laminas que contienen información didáctica, se abre una puerta que da entrada a lo que sería algo así como el corazón de este espacio. La oscuridad absorbe al visitante hasta que los ojos se acostumbran y empiezan a vislumbrar la escena. En una mesa gigante está sentado Fran, que se presenta como el «comandante Fran». Frente a él, una pantalla y varios botones que simulan el puesto de control del Apollo 11.
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Al pulsar un interruptor, se pone en marcha un sonido que simula el despegue de la nave espacial. Víctor Gutiérrez, el maestro detrás de este proyecto, ve un enorme potencial. «Hemos notado como los alumnos se han soltado mucho. Tenemos a algunos niños a los que les cuesta hablar, que son tímidos. Algunos apenas habían abierto la boca. En la interacción para montar el planetario, muchos se han soltado como nunca», explica con satisfacción.
Desde el punto de vista pedagógico, la aproximación a la astronomía contribuye al desarrollo del pensamiento científico. Primero contemplan el sol, la luna y el cielo. Después, se le añade algo de perspectiva. En el Miguel de Cervantes, el planetario sirve además para fomentar la propia convivencia en el centro. El curso pasado, se estableció un sistema de recompensación. Como si fuera el carnet de conducir, un comportamiento inadecuado resta puntos. «Los alumnos que no han perdido puntos, pueden ir a visitar el planetario», explica la directora del centro, Ana Muñoz.
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Este planetario demuestra también que no hay distancias si hay un docente motivado para captar a sus alumnos. Piensa en grande desde Segalerva podría ser el lema. El contacto con la astronomía lleva incluso a formulaciones filosóficas entre los más jóvenes. ¿Cómo se ha creado el univero? ¿Es infinito? ¿Estamos solos? Desde el Miguel de Cervantes se ofrecen algunas respuestas.
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