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Cristina Pinto
Miércoles, 27 de septiembre 2023
Las que acompañan pero también enseñan. Las que tienen una mirada cómplice pero también una distancia necesaria. Ellas son las auxiliares de ayuda a domicilio, que suman en Málaga casi 10.000 profesionales, de las que más del 90% son mujeres. Un trabajo que, sin ... duda, convive con un trato muy personal pero... ¿Hasta qué punto puede llegar el vínculo emocional en la ayuda a domicilio? ¿Y hasta qué punto se dignifica esta profesión? Esas son algunas de las preguntas que se abordaron ayer en la jornada técnica 'Ayuda a domicilio. Un servicio esencial en clave femenina', organizada por SUR y Clece (Atende) con el objetivo de debatir para plantear las mejoras necesarias y retos en este sector, que empieza a sentirse más arropado gracias a la recién publicada orden de ayuda a domicilio de la mano de la Junta de Andalucía. Ese es un paso, pero aún queda mucho más en lo que avanzar y por lo que luchar en este sector. Por esto, esta jornada fue todo un éxito con la asistencia de 150 personas en una de las salas de La Térmica, centro cultural de la Diputación de Málaga.
Lo dijo la redactora jefa de SUR Ana Barreales al dar la bienvenida al encuentro: «Hay muchas personas que no saben de la importancia de esta función y es necesario visibilizar el servicio para que en un futuro haya personas que quieran dedicarse a esto». Pues esas fueron las claves que se trataron en el coloquio posterior (dignificación, futuro y formación), en el que participaron la jefa de sección de Servicios Sociales Comunitarios de la Diputación de Málaga, Ana Medina; la profesora Titular de Trabajo Social y Servicios Sociales, Doctora por la Universidad de Málaga, María de las Olas Palma; la coordinadora Técnica de Servicios Sociales de Atende (Clece) en dirección regional Sur, Verónica Plata García; y la directora de Zona Norte-Montes de la Diputación de Málaga, Susana Pascual.
«Vamos a pelear para alcanzar el precio por hora», aseguró la delegada territorial de Inclusión Social, Juventud, Familia e Igualdad de la Junta de Andalucía, Ruth Sarabia, en su discurso previo al debate. «Todavía nos queda mucho que recorrer, hay casi 20.000 usuarios en la provincia que tienen la ayuda a domicilio, nunca hemos contado con un número tan alto», desveló. «Su trabajo es un esfuerzo constante y diario para mejorar la calidad de vida de nuestra población, van más allá de una actividad profesional», apostilló la vicepresidenta tercera y diputada de Innovación Social y Despoblamiento, Toñi Ledesma.
Comenzó el coloquio, moderado por la periodista y colaboradora de SUR Carmen Alcaraz, con una idea clave: «No podemos olvidar que esto es una relación profesional», introdujo Ana Medina. Y se refería a ese vínculo emocional que en muchos casos es positivo pero, en otros tantos, negativo. «Hay que desarrollar el encargo de trabajo desarrollando competencias de acercamiento y confianza pero sin dejar de lado el carácter profesional. Eso es complicado porque entramos en un espacio tan particular que al final se va estableciendo una relación más afectiva», defendía María de las Olas Palma. Pero Susana Pascual hablaba de «la problemática» cuando el auxiliar se lleva los contratiempos del usuario a casa: «Pasa que se llevan fuera del trabajo los problemas de las personas a las que cuidan y es un grave peligro. Al igual que ocurre que algunas auxiliares transmiten situaciones personales a sus usuarios porque como crean un entorno tan bueno de confianza... Pero eso es algo que también les puede agobiar a ellos».
Y justo ahí es cuando la red de apoyo de la familia también juega un papel importante. «Sin los familiares este servicio no podría ser de calidad, aunque a veces ellos delegan toda la responsabilidad en los auxiliares cuando no es así. Pero la mayoría de las ocasiones se produce un trabajo y comunicación fundamental para que el servicio de ayuda a domicilio sea de calidad», confesó Susana Pascual.
Lo que más reclaman los profesionales de ayuda a domicilio: una dignificación de su trabajo y unos precios por hora adecuados. Con la nueva orden han avanzado, pero aún queda mucho por conseguir en este sector, «antes la ayuda a domicilio en Andalucía era la más precaria de España, pero se ha negociado un convenio autonómico con ganas de mejorar las condiciones laborales de las auxiliares», demandó el delegado de Andalucía Centro de Clece, Kader Miguel Djebbour.
A pesar del nuevo convenio, la periodista y moderadora del debate, Carmen Alcaraz, preguntó a las expertas cuáles son los retos que quedan pendientes después de ese primer trabajo que ya era tan necesario en el servicio de la ayuda a domicilio. Desde Clece, Verónica Plata no lo dudó: «Que en esta orden no fuesen concursos económicos, que no fuesen subastas. Además, el precio medio de España son 18,10 euros la hora y nosotros estamos muy por debajo de eso, aún sabiendo el gran esfuerzo que ha hecho la Junta de Andalucía y el apoyo que hemos sentido, todavía nos queda mucho porque nuestros precios son unos de los más bajos a nivel nacional».
Esa problemática, sin duda, va ligada directamente con la falta de personal cualificado para esta profesión. «Tenemos que hacerla atractiva para que haya personas que decidan estudiarla y dedicarse a ello», apostilló Verónica Plata. «La ayuda a domicilio nunca ha sido servicio de limpieza ni siquiera en sus primeras órdenes. Tiene un claro enfoque educativo, de autonomía, de trabajar mucho más allá de las tareas personales», defendía María de las Olas Palma. A lo que Ana Medina quiso añadir: «Cara a la administración pública se tienen que tener en cuenta criterios como el tema de la formación y por eso los salarios deberían estar regulados no sólo a nivel autonómico, sino estatal porque esto no tiene sentido».
«La ayuda a domicilio nunca debe dejar atrás la formación y la calidad en el empleo. Esto es importantísimo», puntualizó María de las Olas Palma. El debate, con gran participación y puestas en común por las expertas, concluyó con las preguntas que el público preparó tras escuchar el encuentro. No hay dudas de que esta profesión tiene muchos temas pendientes por resolver a los que hay que dar voz para que alguien les escuche y, como ellas hacen con sus usuarios, tiendan una mano para hacer de este mundo uno mejor.
Clece es una compañía formada por más de 80.000 profesionales que trabajan para mejorar la vida de las personas en diversos ámbitos que van desde la limpieza, el mantenimiento o la seguridad, hasta servicios sociales relacionados con el cuidado de personas mayores y dependientes o la educación infantil. Cuenta con clientes en España, Portugal y Reino Unido y, desde su nacimiento en 1992, trabaja con el propósito de generar un impacto social real a través de sus esfuerzos en favor del empleo y la inclusión laboral de colectivos desfavorecidos. En pleno crecimiento y en plena lucha por dignificar este trabajo, la empresa anuncia su cambio de nombre a Atende, tal y como anunció el delegado de Andalucía Centro de Clece, Kader Miguel Djebbour en la jornada técnica 'Ayuda a domicilio. Un servicio esencial en clave femenina'. «Desde el 1 de octubre vamos a hacer un cambio de nombre y a partir de ahora todos los servicios de ayuda a domicilio van a trabajar con la marca Atende», desveló Djebbour. «Este trabajo nunca ha sido tan esencial como ahora. Vivimos un momento histórico porque se ha publicado por primera vez el convenio colectivo para las auxiliares de ayuda a domicilio, algo que mejora unas condiciones por las que aún seguimos luchando», concluyó el delegado de Clece.
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