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La cruz de los caídos que existía junto a la puerta del patio de los Naranjos de la Catedral ha sido dañada por la fuerza del viento que azotó la capital en la madrugada del domingo al lunes, hasta el punto de que de ella solo quedó el tramo inferior que está anclado con una estructura metálica a una base de cemento y ladrillos. Fuentes del Obispado han asegurado a este periódico que ha sido la fuerza del viento la que ha ocasionado que la cruz haya caído, junto con el mal estado de la madera de la que estaba hecha. «Se ha comprobado que estaba podrida», han apuntado las fuentes, que no han aclarado si esta cruz va a ser reconstruida o no.
Según han señalado, se han revisado las cámaras de seguridad del entorno del patio de los Naranjos para comprobar que no se ha tratado de un acto vandálico. De hecho, según las fuentes consultadas, a las 5.05 horas de la mañana se observa cómo cae la cruz sin que se produzca, al parecer, intervención humana.
La cruz fue colocada en este espacio del patio de los Naranjos durante la etapa franquista si bien la que ha sido derribada por el viento no era la original. Tradicionalmente, ha sido objeto de ofrendas florales coincidiendo con celebraciones religiosas en conmemoración de la muerte de Francisco Franco y a modo de homenaje a otras figuras del régimen franquista.
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