Una de las alternativas para comunicarse durante el confinamiento. SUR

La vida social no acaba: cómo organizar fiestas sin salir de casa durante la crisis del coronavirus

Antes se debatía a qué bar ir o en qué restaurante cenar; ahora, qué aplicación descargarse... Las videollamadas suponen un bálsamo contra el encierro: «Nos necesitamos unos a otros»

Sábado, 21 de marzo 2020, 00:59

La crisis sanitaria y económica abierta por el coronavirus ha revolucionado la vida social. Sin posibilidad de quedar, abrazarse, tomar el aperitivo en cualquier terraza y prolongar las primeras cervezas del día hasta la madrugada, la cultura mediterránea, hedonista y táctil, queda amputada. Pero ... nunca en la historia ha habido un mejor momento para afrontar una cuarentena. La tecnología permite mantener el contacto con otras personas, acceder a un catálogo casi infinito de películas y series y seguir conectado al mundo en pleno encierro doméstico. En la esfera digital, las barreras físicas no existen y, lo mejor, el virus no puede contagiarse. Más de una decena de aplicaciones ofrecen la posibilidad de conversar con amigos y familiares y hasta celebrar fiestas sin salir de casa.

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Los psicólogos coinciden en que resulta «fundamental» cultivar las relaciones en tiempos de confinamiento. «Sin otros no somos nada. Nos necesitamos. Formamos una cadena humana en la que estamos sostenidos por los demás», recuerda la psicoanalista Laura López: «Podemos estar aislados y sentirnos acompañados, porque son las palabras, las conversaciones, lo que nos une con otras personas». Y escribirse está bien, pero cada vez hay más gente que prefiere añadir imágenes y sonidos a los diálogos mediante videollamadas. El propio WhatsApp permite establecer conexiones de este tipo entre un máximo de cuatro personas. Al tratarse de una 'app' que casi todo el mundo tiene instalada, parece la forma más sencilla de entablar estos contactos.

Para quedadas virtuales más concurridas, Skype permite que hablen hasta diez personas a la vez en su versión gratuita. Es la aplicación de videollamadas por excelencia, aunque la pandemia ha disparado las descargas de HouseParty, que ofrece chats grupales de hasta ocho participantes con la posibilidad de iniciar minijuegos como una versión del tradicional Trivial, por el momento sólo en inglés. En Facebook Messenger se puede interaccionar a lo grande, con hasta cincuenta personas, pero sólo seis usuarios tendrán acceso a activar la cámara. También con FaceTime, Hangouts y Discord pueden organizarse videollamadas en grupo, aunque sean menos populares que Instagram y Snapchat. El secreto, en cualquier caso, reside en ponerse de acuerdo para que todos los interesados se descarguen la misma aplicación. Antes se debatía en qué restaurante cenar o qué bar ir; ahora en qué 'app' quedar virtualmente.

El médico psiquiatra Enrique Trujillano, de la clínica Triora MonteAlminara, considera que estas aplicaciones resultan «muy positivas» y anima a mantener y cuidar el entorno social desde casa: «El aislamiento obligado y prolongado puede tener consecuencias nefastas en el estado de ánimo. La socialización es una forma de escapar de preocupaciones, ansiedades y pensamientos rumiativos, que en épocas de crisis aumentan». Sus últimas consultas, explica, buscan recomendaciones para sobrellevar el confinamiento: «Siempre aconsejo aceptar la situación, saber que es pasajera e ir día a día, sin pensar a largo plazo». La rutina, recuerda, «nos ayuda a estructurar» la vida: «Si nos la quitan, tenemos muchas horas que rellenar y hay gente que se enfrasca en pensamientos negativos». Por eso prescribe nuevos hábitos como las videollamadas: «Es una manera de estar en contacto con otros. El funcionamiento social resulta básico. También se puede leer, escribir, hacer deporte en casa, pasar tiempo con las redes sociales o ver películas y series, entre otras muchas actividades».

Laura López coincide en la necesidad de establecer nuevas rutinas: «Hay que permanecer ocupado. Y no vale retroalimenarse con pensamientos negativos ni aprovechar la crisis para abandonar nuestros sueños y soltar hostilidades». La psicóloga advierte del riesgo de automedicarse y abusar de ansiolíticos en estas situaciones, circunstancias que pueden suponer «la gota que colma el vaso de mucha gente», y recomienda conversar: «Los demás son nuestra riqueza. Alguien que esté completamente aislado del resto debe revisar su salud psíquica. El diálogo te acerca a otras personas, y si estas aplicaciones contribuyen a que hablemos más, a que nos cuidemos unos a otros y preguntemos cómo estamos, bienvenidas sean».

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Ya sea en WhatsApp o en Meet, en Mega o en Gruveo, las videollamadas representan una alternativa a la vida social habitual, una posibilidad de conectar con familiares, amigos y compañeros de trabajo y de hacer más llevadera la cuarentena. Sólo hay quecargar el móvil o el ordenador, elegir día y hora y preguntar: ¿En tu 'app' o en la mía?

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