Cuando la vida apenas sigue

Su madre, Margarita Toledo, una mujer sumida en la tristeza pero que no se arredra para pedir lo que cree que le corresponde, dejó a la Corporación muda en el pleno de enero de 2018, hace justo dos años y medio, cuando contaba su historia. «Él era boquerón, del barrio de la Victoria y de El Palo, pido una calle en su nombre. Sólo eso». Las palabras de Margarita no dejaron indiferente a nadie. Antes había repartido en la sillería una octavilla con la foto del joven. En ella, aparecía el cabo uniformado con la bandera de España detrás. Una moción institucional, impulsada por IU-Málaga para la Gente en el pasado mandato municipal y rubricada por todos los grupos, reconoce que la muerte del cabo se produjo por un ataque de las tropas israelíes a las posiciones de los cascos españoles en el Líbano.

En aquel entonces, en 2015, el cabo Soria, formaba parte de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas para el Líbano (FINUL), estaba casado y esperaba el nacimiento de un bebé. El asunto, como explicó su madre, está a la espera de que se haga justicia, pero mientras en el Líbano se le han realizado varios reconocimientos a su noble labor, y una calle en ese país ya cuenta con su nombre, en la ciudad de Málaga aún no hay nada que le recuerde. Nada a casi tres años después de haberse aprobado en una sesión plenaria por el 100% de la Corporación. «Nuestra ciudad debe reconocer también la labor humanitaria del cabo Soria, su sacrificio, esfuerzo y vocación de servicio público, por eso debe ser recordado con una calle en Málaga pues es el calor que necesita su familia y personas más queridas, y por ello el Ayuntamiento de Málaga como gobierno más cercano debe demostrarlo de forma imperecedera», como reza en la iniciativa.

Estos días, y pese al coronavirus que circunda e inunda el mundo público y todos los rincones, Margarita no quiere que se olvide el compromiso de la ciudad de Málaga y por eso visita en esta jornada a los concejales del grupo Adelante Málaga, su portavoz Eduardo Zorrilla, y su viceportavoz, Paqui Macías, para que le demanden al alcalde Francisco de la Torre que agilice la vía que se le va a dedicar a su hijo en la comisión de Calles.

«Ya se lo he reclamado personalmente al alcalde dos veces. Él me conoce bien; de hecho tengo que agradecerle que fue el único político que el 29 de enero de 2015 fue a recibir el cadáver de mi hijo a Córdoba, a Cerro Muriano y nos acompañó. Pero ahora veo que tardan mucho en culminar lo que nos han prometido. Se habla mucho de patriotismo, pero mi hijo fue asesinado en una misión de paz, la del Ejército español. A él no me lo devuelve ya nadie, pero ¿no se merece un reconocimiento?«, pregunta emocionada.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, al menos, ya admitió a trámite en septiembre de 2018 su demanda. En ella, su abogado alega que la muerte del cabo español ha quedado impune, «lo que viola el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva que tiene cualquier víctima de un delito».

Que Estrasburgo atienda su recurso la tranquiliza, pero quedan cosas por hacer en su ciudad, subraya el portavoz de Adelante Málaga, Eduardo Zorrilla (que este mandato engloba a IU y a Podemos). Puntualiza que ésta es una moción que aprobaron todos los grupos, institucional, para homenajear al cabo malagueño que murió en misión de paz bajo la bandera de Naciones Unidas. «Entendemos que hay muchas calles pendientes, pero ésta lo merece. Este cabo nos representa a todos», puntualiza al tiempo que recuerda que se le puso la glorieta al jeque Al-Thani de la noche a la mañana, sin reunión de la comisión de Calles y con una amonestación de la junta electoral porque fue en plena campaña.

Como reza el acuerdo plenario, «la calle honrará su memoria en señal de respeto a su sacrificio personal en acto de servicio y en reconocimiento y admiración de la ciudad a los valores humanitarios, de libertad y apoyo a la población civil por los que fue asesinado Francisco Javier Soria Toledo«. Que así sea.