Las ventas de test de antígenos de Covid casi se duplican en Málaga en dos semanas

La retirada de la obligatoriedad de la mascarilla en los espacios interiores es uno de los factores que han propiciado el aumento de contagios, unido a que la población se ha relajado y confiado pensando que se había logrado superar la pandemia cuando, realmente, no es así, puesto que la variante Ómicron sigue siendo la predominante y se caracteriza por ser muy transmisible.

«En las dos últimas semanas las ventas de test de antígenos han crecido casi el doble. Tenemos constancia de personas que acuden a las farmacias a comprar varios de estos productos para hacerles la prueba a toda la familia al tener sospechas de que se han infectado por el virus», explicaron fuentes de Bidafarma.

Asimismo, desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Málaga destacaron que la petición de este tipo de test ha crecido mucho en los últimos días debido al ascenso de los positivos. El goteo de usuarios que adquieren esas pruebas para saber si se han contagiado es continuo. Aunque en su mayoría los casos son asintomáticos o leves, no hay que bajar la guardia, ya que el Covid sigue provocando ingresos en las unidades de cuidados intensivos (UCI) y fallecimientos.

El Ministerio de Sanidad puso en marcha el pasado 28 de marzo la nueva estrategia de vigilancia y control del Covid-19 tras la fase aguda de la pandemia. Ese cambio trajo consigo que las pruebas para confirmar o descartar una infección causada por SARS-CoV-2 solo están indicadas en los centros sanitarios para mayores de 60 años, pacientes inmunodeprimidos y embarazadas. Así pues, muchas personas que tienen síntomas y creen que están afectadas por el Covid recurren a los test de autodiagnóstico en vez de acudir a un centro de salud o a un hospital.

Al hacer la sanidad pública muchas menos pruebas diagnósticas de infección activa (PDIA), en las que se agrupan a las PCR y a los test de antígenos, la cifra real de contagios es muy superior a la oficial. Entre otras cuestiones, porque hay ciudadanos que dan positivo en una muestra de antígenos comprada en farmacias y no lo comunican a su médico para que incluya el positivo en el registro.

Pese a lo que establece la norma que entró en vigor el 28 de marzo sobre a quién hay que hacerles una PDIA, facultativos de familia con los que ha hablado SUR manifestaron que cuando un enfermo llega a la consulta con síntomas que señalan que puede tener el coronavirus, prescriben que se le haga la prueba para confirmarlo o descartarlo. «Nadie nos puede prohibir que utilicemos las pruebas que tenemos a nuestra disposición para hacer el mejor diagnóstico posible. Eso no solo es lo lógico, sino también lo ético», destacaron.