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La vida no sigue igual en la Casona del Parque. Pudiera parecer que pocas cosas han cambiado, pero si se analiza con cierto detalle y se pasea y visita la planta de los grupos municipales, que estas dos semanas ha sido más bien un erial, ... aunque algún tallo ya ha ido despuntado, es fácil darse cuenta de las modificaciones.
Sigue gobernando Paco de la Torre, que dirá el común de los mortales. Cierto. Pero la diferencia no es sutil. Antes lo hacía con Ciudadanos, que «al final se nos ha hecho bola», como afirmaba algún concejal popular sin reparos, y ahora lo harán sin tener ninguna atadura en lo que a un socio de gobierno se refiere. Así que, los populares en vez de estar como en 2019, corre que te corre, amarrando las negociaciones con los naranjas (en esta ocasión, desaparecidos del espectro municipal) y nerviosos viendo de qué carteras iban a prescindir y cuáles eran los encajes de bolillos que tenían que hacer...a día de hoy están tan relajados por su futuro que sólo esperan conocer cuáles son las carteras en las que van a trabajar. Hay movimientos de alguno, que a lo mejor se va a la Diputación, pero todavía está el asunto en el aire. En principio, podría ser muy factible que se quedaran los 17, y que el alcalde dejara a los independientes las carteras de las áreas en las que son profesionales, y a los populares, cartera y distrito, ya que los distritos lo consideran un trabajo más político, más de partido. Pero, a día de hoy, lo cierto es que Paco de la Torre está muy atento a la candidatura de Málaga a la Expo 2027, así que aunque se están cociendo los titulares de las carteras a fuego lento, parece que todavía tendrán que esperar.
Con un salón de plenos, en el que los populares se tendrán que anexionar parte de la bancada izquierda, como cuando España conquistaba Alsacia y Lorena en el antiguo mapa europeo, la hegemonía popular es total.
En el reverso está la otra cara de la moneda. Los vencidos. Los 10 ediles del PSOE y los 2 de Con Málaga, que además se pueden dar con un canto en los dientes habida cuenta de que dos socialistas pierden su acta de concejal, Rubén Viruel y Lorena Doña, y la no confluyente, en esta ocasión, Remedios Ramos, que deberá volver a trabajar a su centro de salud. Al menos tiene dónde volver.
Pues bien, los que se quedan tampoco las tienen todas consigo, y hay algunos que están bien concernidos de una situación, que es curiosa, pero que es la que es. Todos los concejales del Ayuntamiento de Málaga no pueden tener dedicación exclusiva, es decir trabajar al 100%. Como ha pasado este mandato, sólo 22 de 31 serán los elegidos para estar a 'full time', y resulta que en esta ocasión, en vez de los 15 que antes ocupaban el PP y Cs (14 populares y Noelia Losada), ahora tendrán, en principio 17. Eso supone que sólo quedarán 5 plazas de este calibre, y los demás, aunque trabajen con dedicación exclusiva, cobrarán sólo el 80%. ¿Cómo se repartirán entre el PSOE, Con Málaga y Vox? Hasta la fecha, los cinco primeros de la lista socialista estaban en este cupo, pero ahora parece obvio que sólo llegaran a tres, habida cuenta de que Con Málaga y Vox deben tener al menos al portavoz con dedicación exclusiva.
Los sueldos de la oposición son menores que los del equipo de gobierno, obviamente, y son los siguientes: 74.226 euros brutos al año, que cobran los portavoces, que no se verían afectados por la reducción; 69.860 euros, los portavoces adjuntos; y 62.874 euros, los concejales rasos. Los que acaben al 80% cobrarían 55.888 y 50.299 euros, respectivamente, haciendo básicamente el mismo trabajo, como ha pasado en este mandato municipal. La cuestión será ponerle el cascabel al gato porque escocido con la rebaja de sueldo va a haber más de uno.
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