Sin vacuna para los males de la política

Para Manuel Arias Maldonado, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Málaga (UMA), la política sale de la crisis del coronavirus «igual de fragmentada y polarizada» de como entró y sometida a lo que se ha dado en llamar la geometría variable a la hora de buscar acuerdos con socios alejados ideológicamente que provoca el, a su juicio, mayor problema: «La falta de un Gobierno con una estabilidad suficiente para adoptar un rumbo definido para la toma de decisiones».

En esa misma línea se expresa Ángel Valencia, catedrático de Ciencia Política de la UMA, quien sostiene que la política española venía de una situación en la que no se encontraba una fórmula de estabilidad en un sistema de multipartidismo que hace «difícil» la gobernabilidad y arrastraba los efectos de la anterior crisis económica. En este contexto, según añade, surge una crisis sanitaria «desconocida» con consecuencias económicas que genera «un cóctel explosivo».

El hecho de que se sigan prorrogando los presupuestos de Cristóbal Montoro, que evidencian una falta de adecuación a las políticas de gasto del Estado a la realidad actual, el antagonismo político entre las comunidades autónomas con el Estado, como por ejemplo el caso de Madrid, hace que el entendimiento sea «más difícil», el reforzamiento de ese modelo «confederal de facto» que permite a País Vasco y Cataluña disfrutar de ciertos «privilegios» para consolidar el bloque de Gobierno, la agudización de las críticas a determinadas instituciones del Estado o la sensación de que hay una campaña electoral «permanente» son otras de las situaciones del actual panorama político, según Arias Maldonado.

Este experto añade que España ha afrontado la crisis sanitaria como en otros países pero con medios muy antiguos y no se ha dado una respuesta «moderna» a la crisis epidémica como ha podido hacer Corea del Sur. A su juicio, cuestiones como la dependencia del modelo económico del turismo, el empleo estacional y el pequeño tamaña de las empresas son asuntos «pendientes» que siguen sin abordarse.

Valencia destaca que hay tres aspectos que se observa en la política en este clima de crisis sanitaria: un reforzamiento de la autoridad, con el Estado introduciéndose en la vida privada de los ciudadanos; la «exacerbación» del conflicto político e institucional; y el reforzamiento del Estado.

En este escenario juega un papel relevante la comunicación. En este sentido, Francisco Paniagua, profesor titular de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, donde imparte la asignatura de Comunicación Institucional, pone de relieve el papel destacado que las redes sociales juegan a la hora de «enervar» los estados de ánimo. Aunque el fenómeno ya se venía produciendo en los últimos años se ha intensificado últimamente y las redes han jugado un papel «importante» en esta crisis porque «si las fuentes oficiales no informan, la ciudadanía busca canales y fuentes alternativas».

Paniagua sostiene que el Gobierno con la cantidad de ruedas de prensa que ha ofrecido no ha conseguido que los mensajes de tranquilidad por las medidas que iba adoptando llegasen a la ciudadanía y se han producido contradicciones como por ejemplo los anuncios y retrasos de la aprobación del ingreso mínimo vital o los problemas en la gestión de los ERTEs

«No se ha trabajado bien la estrategia en las redes sociales. Se centró en las noticias falsas, en rumores y bulos y se gastó demasiada energía ahí. Olvidando que las redes sociales bien utilizadas podrían ser una importante herramienta para llegar desde las cuentas oficiales de las instituciones a diferentes comunidades», sostiene este experto, quien añade que la comunicación hoy día está muy vinculada a las emociones y la primera opción debe ser la empatía. «Y eso ha faltado», apostilla.

Para Francisco Paniagua el Gobierno «podría haber hecho más» en materia comunicativa y añade que la gestión de la poscrisis es «clave» desde el punto de vista político y comunicativo y, a su juicio, se ha empezado «mal».

¿Ha agudizado el coronavirus la crisis del sistema institucional? Para Valencia más que una agudización lo que existe son asuntos pendientes del sistema institucional español que no se han resuelto como el modelo territorial, la regeneración política o la asimilación del multipartidismo.

Manuel Arias Maldonado sostiene que la pandemia lo único que ha hecho es profundizar en esa «lógica destituyente, hablando con el lenguaje de la izquierda radical» de crítica al sistema emanado de la Constitución de 1978 que se agudizó durante la crisis económica y el procés catalán y que ahora se redobla con fenómenos como los ataques a la Guardia Civil y los jueces por parte de Pablo Iglesias o las caceroladas de los sectores de la derecha como extensión de las protestas de la izquierda en 2011.