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Vecinos de Churriana, durante la protesta del pasado viernes para reclamar un servicio de urgencias de 24 horas. Migue Fernández
Las urgencias fantasma de Churriana

Las urgencias fantasma de Churriana

Los vecinos acumulan promesas incumplidas desde el 2008, cuando se abrió el centro de salud que ahora vuelve a elevar la tensión entre el PP y PSOE

Martes, 14 de enero 2020, 00:20

Como uno de esos trenes que se esperan por la noche y que nunca llega. De esta manera se puede resumir todo lo relacionado con la puesta en marcha de un servicio de urgencias de 24 horas en el centro de salud de Churriana. Una reivindicación histórica que el pasado viernes se plasmó en una manifestación masiva por las calles del barrio. La más multitudinaria en la historia de este distrito, con más de mil personas detrás de una pancarta y al grito de «Urgencias, ¡ya!». Aunque en un discreto segundo plano, se unieron también varios representantes del PP y del PSOE, como el concejal del distrito, José del Río, o la parlamentaria socialista, Beatriz Rubiño. Con los ecos de la protesta todavía resonando por las calles de Churriana, el plano político no ha dejado grandes sorpresas. Un cruce de acusaciones para responsabilizar al otro de haber generado una situación que los vecinos de Churriana consideran insostenible en el tiempo.

Para entender la realidad de los 21.000 churrianeros censados, hay que remontarse hasta el 2008. Todo empieza aquí, con la inauguración del centro de salud que se ubica en la calle Enrique Van Dulken. Una infraestructura que venía a dar respuesta a las necesidades sanitarias de un barrio en plena expansión.

En un principio, el centro se plantea sin un servicio de urgencias. La regulación estaba de lado de la Consejería de Salud. Entonces, los gestores socialistas se limitan a cumplir con lo marcado por el Servicio Andaluz de Sanidad (SAS). La instalación de un servicio de urgencias de 24 horas se regula en función del 'crona' (tiempo de respuesta de una ambulancia) y el número de tarjetas vinculadas al propio centro. Ni por un parámetro ni por el otro le correspondía a Churriana.

Así, se lo trasladó María Antigua Escalera, delegada de Salud en Málaga por aquellos tiempos, a los propios vecinos. Esta decisión provocó un profundo malestar y generó protestas y presiones, personificadas en Escalera. Un cargo del PSOE, que lo vivió todo en primera línea, asegura a este periódico que se llegó a las «amenazas personales» contra la delegada.

De este empuje vecinal surge el compromiso de construir un módulo anexo al centro de salud para templar los ánimos. Con la promesa de que, en un futuro a corto plazo, este espacio acogería el servicio de urgencias de 24 horas, además de estar dotado con una ambulancia propia. Pero llega la crisis y con ella los recortes. Los cuadros en la Junta cambian y la puesta en marcha de un servicio de urgencias se empieza a percibir como una utopía.

María Antigua Escalera deja el cargo de delegada de salud en Málaga y la sanidad se convierte en una manta demasiado corta: si te tapas los pies te descubres la cabeza, y si te tapas la cabeza te descubres los pies.

En este contexto, los vecinos de Churriana se resignan y empieza a calar una rutina. Ante una urgencia fuera de la jornada de 8.00 a 20.00 horas, sólo caben dos posibilidades plausibles: acudir a las urgencias a en Alhaurín de la Torre o a Puerta Blanca, que es uno de los tres centros de salud en la capital que ofrece un servicio de urgencias de 24 horas, al margen del Hospital Regional y del Hospital Universitario. Los otros dos son El Palo y Cruz de Humilladero. Por cercanía, Alhaurín de la Torre es la opción preferida de los vecinos de Churriana.

La imagen de un vehículo circulando con un pañuelo blanco colgando por la ventana, un clásico que parecía reducido a los libros de autoescuela, se convierte en una realidad cotidiana. Francisco Trujillo, un churrianero de 55 años, lo resume de la siguiente manera: «Aquí, dispones de un vehículo o de un buen amigo con coche, o estás perdido».

Pero este viaje a Alhaurín de la Torre estaba culminando últimamente en un ida y vuelta tan infructuoso como frustrante. La carga de trabajo del centro alhaurino, que tiene que atender a una población de 35.000 habitantes, está provocando que se rechacen a los pacientes que vienen de Churriana. Salvo emergencia, se les invita a presentarse en Puerta Blanca, el centro de salud que les corresponde en teoría.

Una circunstancia que ha vuelto a incendiar un conato que en realidad nunca se había apagado. Sólo requería de un leve chispazo. En este caso, lo puso una una vecina del barrio, Elvira Bernal, que convocó la manifestación a través de una serie de cortometrajes. Primero viralizaron por las redes sociales. Luego colonizaron los grupos de 'Whatsapp' de los churrianeros. Vídeos caseros que recogen varios testimonios. Todos relacionados con la falta de un servicio de urgencias de 24 horas. Un familiar que hay que trasladar al centro de salud en una carrera contra el tiempo. Una vecina a la que la ambulancia se le demora hasta el punto de que ya no puede hacer nada por su padre infartado. Los ejemplos son varios y sirvieron para canalizar la frustración acumulada, que luego se descargó el viernes pasado en las calles.

A merced de la Junta

Aunque la manifestación se puede clasificar de éxito rotundo, a efectos prácticos, los vecinos de Churriana no están ni más cerca ni más lejos de tener el servicio sanitario que reclaman. Las urgencias están gestionadas por el SAS y son competencia exclusiva de la Junta de Andalucía. Abrir el módulo anexo al centro de salud y dotarlo de personal es cuestión de voluntad política.

En noviembre de 2018, se produce otro gesto que luego no ha quedado en nada. A la postre, uno de los últimos coletazos del PSOE en el Gobierno de la Junta. En plena precampaña de las elecciones andaluzas, la entonces consejera de Salud, Marina Álvarez, anuncia la dotación de las urgencias con personal y su puesta en marcha para los primeros meses de 2019. Una comitiva de cargos socialistas, entre ellos José Luis Ruiz Espejo y Daniel Pérez, no dudan en hacerse la foto en la puerta del propio centro. Pero llega Juanma Moreno y el PSOE pasa a la oposición. Y también pasa a la carga contra un PP que tiene un largo historial de proposiciones no de ley (PNL), en las que pedía la apertura inmediata de las urgencias.

«Había un compromiso firme y el PP lo está incumpliendo», lamenta la parlamentaria Beatriz Rubiño en conversación con este periódico. «Recuerdo como Esperanza Oña y María del Mar Martín Rojo pedían las urgencias un día sí y otro también. Ahora, miran para otro lado», añade. Rubiño pertenece a la agrupación socialista de Churriana y asegura haber vivido todo este proceso en primera persona. En el barrio y en el Parlamento andaluz.

Para el actual delegado de Salud, Carlos Bautista, la culpa hay que buscarla en el PSOE: «Abandonaron la sanidad malagueña, que no la de las provincias en las que gobernaban». Sobre las urgencias, asume el compromiso. «Entiendo las protestas de los vecinos, de verdad». Garantiza que las apoya, pero al mismo tiempo se muestra franco: «No sé cuando le va a llegar el turno a Churriana».

Bautista, no obstante, invita a ver el cuadro completo de la provincia. «Hay demandas de otros pueblos que están muy atrasados, que tienen consultorios hechos por Francisco Franco. Es que nos hemos encontrado un desastre. Todo es mucho peor de lo que esperábamos», precisa, antes de dirigirse también a los propios ciudadanos: «Hay algunos que son más reivindicativos que otros, lo que me parece muy loable. Pero, quizá, hubieran solventado sus problemas si hubieran sido reivindicativos antes».

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