Urbanismo ratifica el encargo a un estudio catalán del centro escénico en el solar del Astoria

En el desarrollo de este concurso para contratar la redacción del proyecto, se permitía una autobaremación de cada uno de los equipos de arquitectura que se presentaron en lo relativo a su calidad y solvencia profesional, que se mide por los proyectos similares realizados. En función de las bases del concurso, la propuesta de Barozzi Veiga arrojó en este apartado un total de 9.10 puntos, que han sido comprobados por Urbanismo con una documentación aportada por el estudio en los últimos días. En concreto, presentó unos certificados que demuestran que, en los últimos tres años, este estudio catalán ha realizado trabajos con un coste de redacción de los proyectos que superan el 70% del valor estimado del contrato, por lo que ha quedado acreditada la solvencia.

No obstante, esta revisión de Urbanismo ha rebajado mínimamente la puntuación en este apartado, de 9.10 a 9 puntos, por la experiencia en dirección de obra de proyectos similares, que no estaba bien calculada. Con todo, Barrozi Veiga arroja un total de 87 puntos, muy por encima de los 68,69 cosechados por la otra propuesta que ha llegado hasta la fase final del concurso, la de Federico Soriano y Ruiz Babarin Arquitectos.

Así, el camino queda definitivamente expedito para la adjudicación de la redacción del proyecto del centro escénico previsto por el Ayuntamiento en la parcela del Astoria al estudio fundado en 2004 por el arquitecto italiano Fabrizio Barozzi y el español Alberto Veiga, autor de los diseños del Museo de Bellas Artes de Lausana (Suiza), la Academia de Danza de Zúrich (Alemania), la Filarmónica de Szczecin en Polonia, y el Auditorio de Águilas en Murcia.

La propuesta de Barozzi Veiga es un edificio rectangular cubierto por una pieza caliza para procurar su integración con el entorno monumental que lo rodea. En sus fachadas, se abren hacia el interior una serie de terrazas que actúan como miradores hacia la plaza de la Merced, y las calles Victoria y Alcazabilla. En el interior, habría un vestíbulo principal de acceso con entradas desde la plaza de María Guerrero y la esquina con la plaza de la Merced, desde el que se podrá pasar a una gran sala polivalente que podrá ejercer como teatro o para albergar eventos y congresos, al tener un graderío que se recoge por completo y deja un gran espacio libre, del que también se puede tener una visión desde la plaza de la Merced, con la que queda conectado a través una gran cristalera que se abre.

Esa sala polivalente o escénica puede albergar un aforo de 650 personas con los graderíos desplegados, y de 800 personas si se tienen recogidos, incluido el espacio de unos balcones que recorren las paredes del interior a modo de galerías.

En la planta de sótano, se integran y se hacen visitables los restos arqueológicos que aparecieron en la parcela (que podrían disponer de un acceso independiente); y también se ganan espacios para situar el guardarropa y los aseos para el público (en el subsuelo de la parte más próxima a la calle Alcazabilla), y para los camerinos, en el sótano de la zona norte del edificio, donde se ubica, a nivel de planta baja, la escena y, tras ella, un espacio para la carga y descarga.

En esa zona norte de la edificación, la más próxima a las Casas de Campos, se disponen también las instalaciones del centro coreográfico que pedía el Ayuntamiento, que tendrá un acceso independiente, con oficinas en la planta segunda, y salas y camerinos en la cuarta. En concreto, dispondrá de una sala de 150 metros cuadrados y otra de 60 metros cuadrados. En esa planta superior, que alcanza una altura de 18,5 metros, hasta igualar los edificios de la fachada norte de la plaza de la Merced, también destaca una zona amplia de terraza superior que podrá funcionar como un ambigú.