Urbanismo admite que no se puede prohibir los pisos turísticos en toda la ciudad

El veto a nuevos pisos turísticos en aquellas zonas de Málaga en las que igualan o superan el 8% del parque residencial ha sido ratificado este lunes en la comisión plenaria de Urbanismo celebrada en el Ayuntamiento, con los votos positivos de PP y Vox, y el rechazo de PSOE y Con Málaga. Este dictamen se elevará al pleno de la semana que viene, y lo más probable es que en los primeros días de diciembre se publique en el Boletín Oficial de la Provincia la aprobación inicial de una modificación del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) cuyos efectos serán inmediatos, al incluir una aplicación cautelar por un plazo de tres años.

La aprobación de este cambio del PGOU para limitar las viviendas turísticas por zonas de la capital, en función de su nivel de saturación, ha implicado el rechazo de las alegaciones presentadas por PSOE y Con Málaga, y en cierto modo también una enmienda al propio alcalde, Francisco de la Torre, quien llegó a manifestar el pasado 31 de octubre que no quería ni un piso turístico más en la ciudad.

Los técnicos de la Gerencia Municipal de Urbanismo han aclarado en el informe para desestimar las alegaciones de los socialistas y de Con Málaga que no es posible prohibir los alquileres vacacionales en toda la ciudad (como pedían estos grupos políticos y llegó a plantear el regidor) porque hay sentencias judiciales que señalan que este tipo de medidas tienen que ser «justificadas y proporcionadas y basadas en el principio de la necesidad». Así, desde Urbanismo se ha argumentado que «resulta complicado que en todos los ámbitos se aplique el mismo grado de restricción y las mismas determinaciones, por lo que aplicar las mismas restricciones y prohibiciones para todo el municipio resulta difícil de justificar desde el punto de vista del principio de la proporcionalidad». Y también se aclara en otro punto que estas medidas «no pueden suponer una barrera infranqueable para la entrada en el mercado del alojamiento turístico en todo el ámbito municipal».

No obstante, los grupos de la oposición, excepto Vox, han argumentado su rechazo a la limitación aprobada. El concejal del PSOE Mariano Ruiz ha argumentado que es una medida «estética» que lo va a provocar es que aumenten las viviendas turísticas en las zonas no saturadas. «Vamos a pasar a tener 12.000 pisos turísticos más. Esto es un incentivo para que los barrios que no están saturados, terminen estándolo», ha afirmado.

En el mismo sentido, la portavoz de Con Málaga, Toni Morillas, ha insistido en que se trata de una «chapuza» que «abre la puerta a que sigan creciendo las viviendas turísticas en Málaga». «El límite del 8% es un criterio arbitrario. Esta modificación del PGOU nace difunta porque no se usa el instrumento adecuado», ha apuntado.

Por su parte, la concejal de Urbanismo, Carmen Casero, ha defendido que no es factible «cercenar la posibilidad de que existan» las viviendas turísticas, pero «sí establecer una limitación, una implantación sostenible y una compatibilidad de usos». Así, ha remarcado que hay que respetar «el principio de proporcionalidad» y ha asegurado que el equipo de gobierno «ha sido valiente» al establecer una prohibición en las zonas más saturadas y mantener el requisito de acceso y suministros independientes en el resto. «No vamos a aplicar el modelo de la 'turismofobia', sino uno de consenso, con usos equilibrados y compatibles», ha añadido, al tiempo que ha recordado que «el sector turístico crea 50.000 empleos directos en la ciudad».

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