Unanimidad para pedir a la Junta que la Farola sea BIC

Zorrilla explicó que la Farola es el único faro de la península que tiene nombre femenino, «lo cual le confiere cierta singularidad» al tiempo que recordó los avatares que el edificio, con protección uno, ha sufrido a lo largo de la historia, sobre todo en el terremoto de 1884 y durante la Guerra Civil. La moción de Adelante Málaga explica cómo el parlamentario popular Antonio Garrido Moraga, ya fallecido, presentó una Proposición No de Ley (PNL) en el Parlamento Andaluz para dar a conocer La Farola como «una edificación singular, considerada uno de los faros más bellos de España».

Losada, que reconoció el valor patrimonial del edificio, consideró que debía contarse con el apoyo de la Autoridad Portuaria, enmienda que le aceptó Zorrilla, quien no obstante añadió que La Farola es patrimonio de todos los malagueños.

La edil socialista Lorena Doña abundó en que el hecho de que sea BIC, aunque les parecía adecuado, no la iba a salvar de sufrir como la Fuente del Rey o las Cuevas de Churriana donde, explicó, se ha hundido la mitad de la oquedad principal, o la Alcazaba «que se cae a trocitos». Estas manifestaciones llevaron a la edil de Derechos Sociales, Gema del Corral, a poner sobre la mesa que hace menos de un año que la Junta está en manos del PP, y que esas competencias han sido durante cuarenta años del PSOE. «Tengo que pellizcarme para darme cuenta de cómo nos intenta responsabilizar a nosotros» cuando la mayoría de los problemas de la Alcazaba y Gibralfaro son que cada vez que hacíamos una petición de mejora solicitábamos la autorización a la Comisión de Patrimonio de la Junta y el problema se eternizaba.

Detrás Doña le reprochaba y le preguntaba si el PP no había tenido nada que ver con el expolio en el yacimiento del metro o el derribo de Villa Maya. Tras el debate del 'y tú más' la moción se aprobó por unanimidad. Sólo queda saber qué opina la Autoridad Portuaria antes de solicitarle a la Junta que sea BIC.

No es la primera vez que viene la Asociación Malagueña de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Amalajer) a las comisiones de pleno. Si en septiembre de 2018 contaba su historia Alejandro T., tras caer por el precipicio de las apuestas sin control, ayer lo hacía con la misma honestidad Sergio R. «El juego me quitó mi dignidad, mi vida y mis sentimientos y casi pierdo a mi familia. Dejé de estudiar para poder financiarme el juego y comencé a trabajar para poder conseguir dinero y satisfacer mi enfermedad: todo lo que ganaba me lo jugaba. El tiempo pasaba y mi vida se hundía«. Sin paños calientes, contaba este joven de 22 años con valentía cómo había zozobrado y por fin se había levantado. Pedía, por medio de una moción de la edil socialista Rosa del Mar Rodríguez, que se controle más la actividad de las casas de apuestas, que crecen como setas en los barrios, indicando que, aunque es ilegal, se realizan préstamos en los propios locales, donde también entran menores.

Rodríguez consiguió que se aprobara por unanimidad que se va a reforzar la formación de la Policía Local sobre esta problemática, aumentar los controles en los salones para detectar y frenar la entrada de menores así como realizar campañas de prevención entre los más jóvenes. No salió adelante que el Ayuntamiento prohíba la publicidad de las casas de apuestas en los soportes publicitarios del Consistorio porque no está reglado, como explicó Del Corral. Los miembros de Amalajer se iban con cierto enfado por quedarse varios asuntos en el tintero. Pero dejaron claro que no cejarán en el empeño y que volverán.

El tema de conversación ayer en los pasillos entre varios funcionarios era que, tras la inadmisión del Supremo de un recurso del Ayuntamiento de Málaga, se hacía firme una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que anula los procedimientos y nombramientos de seis jefaturas a dedo a través del sui géneris sistema de comisión de servicio (de forma urgente y excepcional). Seis personas que tendrán que ser destituidas tras el revolcón judicial que ha sufrido el Consistorio. En los pasillos, un funcionario decía sin pudor que se lo merecía. Otro añadía: «Así estamos por hacer las cosas mal; y los elegidos no tienen la culpa». Un tercero contestaba: «Ya, ellos no tienen la culpa, claro, pero los nombramientos a dedo son una anomalía clara, ya que deja desprotegidos a los propios elegidos, que ahora deben abandonar su puesto, y al resto les habían dejado sin la opción de ser puntuados para el puesto y entrar en igualdad de condiciones«. 

El nuevo edil de Personal, Jacobo Florido, tiene ante sí una papeleta: que se cumpla esta sentencia, y que las seis jefaturas afectadas (y sucesivas) salgan por fin, como propugna el artículo 24 de la Constitución, a concurso de mérito, igualdad y capacidad.