Último paso para construir 1.250 viviendas en los suelos de Amoniaco en Málaga

El ámbito de lo que fue Amoniaco, denominado Cortijo Merino, abarca una superficie de 284.457 metros cuadrados y podrá acoger un máximo de 1.250 viviendas de las que 688 serán de renta libre y 562 de protección oficial. Se realizarán en edificios distribuidos en un total de 18 manzanas, con una altura media de planta baja más cinco.

Según el plan de ordenación elaborado por el arquitecto Antonio Fernández Bordes, esta urbanización, promovida por la sociedad Reina Marín, dispondrá igualmente de parcelas para uso educativo, social y deportivo, un gran parque central de 13.770 metros cuadrados en paralelo a la avenida de Ortega y Gasset o antigua carretera de Cártama y, también junto a esta, una pastilla para albergar una gran superficie comercial de 11.450 metros cuadrados construidos.

Se prevé que la zona, cuyo desarrollo cuenta con el asesoramiento del despacho Ius Urbis y del abogado Diego Narbona, dé cabida a unos tres mil vecinos cuando esté totalmente desarrollada. Los trabajos de urbanización supondrán una inversión de más de 17 millones de euros y se ha previsto un plazo de dos años para su desarrollo.

En los últimos meses han sido varias las empresas promotoras las que se han puesto en contacto con los propietarios del sector, interesadas en formar parte del desarrollo de este futuro ámbito residencial para Málaga. Según han informado fuentes cercanas a esta operación urbanística, la aprobación definitiva de la urbanización supone el espaldarazo definitivo al proyecto, lo que hará que se cierren los acuerdos para que promotoras se hagan con derechos edificatorios en este espacio. No obstante, la intención de la sociedad Reina Marín es mantener la propiedad de la superficie comercial, y de un suelo para la construcción de 98 viviendas.

En relación a este desarrollo urbanístico, que se enclava al este de los suelos que el Ayuntamiento ha reservado para la celebración de una exposición internacional en 2027, la Junta ha exigido que se tenga especial cuidado con la población de murciélagos que existe en el lugar y que las obras de urbanización cuenten con vigilancia arqueológica porque en estos suelos podrían aparecer algunos restos de valor, después de que en la zona fuera localizada una noria de tracción animal de difícil adscripción cronológica y un pozo, una canalización soterrada y una alberca.

Por otra parte, en materia viaria los promotores realizarán una amplia avenida con dos carriles por sentido, separados por una mediana, que cruzará el nuevo barrio de norte a sur, partiendo desde la confluencia de la avenida de Ortega y Gasset con la carretera de la Azucarera-Intelhorce. En este sentido, también se contempla una gran glorieta para articular todos los giros y que ejerza como punto de acceso a la nueva urbanización, así como el desdoblamiento de un tramo de unos 600 metros de la antigua carretera de Cártama.