Túnel cortado hacia la Merced: ¿un ensayo para una calle Victoria semipeatonal?

Según la información aportada por el Área de Movilidad, el corte se mantendrá hasta el 29 de febrero. La aplicación de la Empresa Malagueña de Transportes indica que «hasta el final de la obras». Y es que el corte afecta a las líneas 1 (Parque del Sur-Centro Ciudad-San Andrés); 36 (Avenida de Andalucía-Conde Ureña); 37 (Av. de Andalucía-Altamira-Monte Dorado y Circular 2 (el 1 es en sentido descendente y no se ve alterado). Las paradas situadas en la calle Victoria (junto a la cofradía de El Rico y en la confluencia con la calle Agua) se trasladan provisionalmente a Pedro de Quejana.

Por lo tanto, son los autobuses de vuelta al barrio de la Victoria y Ciudad Jardín los que ven modificados sus trayectos. El impacto en número de usuarios es grande. Sólo la línea 1, que es la más potente de la ciudad en términos estadísticos, sumó 4,85 millones de viajeros en 2023. En un hipotético caso de igual reparto diario, eso arroja una media de 13.294 viajeros por jornada, a los que habría que sumar los de las otras líneas.

Si hablamos de vehículos privados, según los datos aportados por Movilidad correspondientes al último cuatrimestre del año pasado, 5.815 coches se mueven hacia Torrijos y el Parque en día laborable y 6.472 lo hacen la La Merced-Victoria. Estos últimos son los afectados por el corte. Llama la atención que tanto en un sentido como en otro, los sábados se superan los 6.000 desplazamientos.

En todo caso, son cifras que denotan ya las restricciones de las obras del túnel (cortes nocturnos de domingo a jueves desde octubre y no menos de un carril cortado durante el día). Por poner un ejemplo, en el mismo cuatrimestre de 2015, el túnel de la Alcazaba registraba 15.209 vehículos en sentido Este y 9.817, en el Oeste. Otra clave que suma en estas variaciones es el corte durante las obras el eje Carretería-Álamos y la consiguiente reducción de tráfico a partir de su apertura en el mes de diciembre pasado.

Así las cosas, estos cortes de tráfico serán un auténtico banco de pruebas para futuras actuaciones en la emblemática calle Victoria, que pide a gritos una intervención dada la estrechez de aceras, el ruido y el tráfico. Eliminar los aparcamientos en línea parece la única cuestión que genera cierto consenso. Mientras tanto, todo el mundo se apaña como puede. Por ejemplo, la EMT ha recrecido las aceras con suplementos para la operativa de los macrobuses que discurren por esta arteria.

Con las obras en el túnel, los servicios no tendrán más remedio que volver por el Camino Nuevo y bajar hacia la referida Pedro de Quejana, para, a partir de ahí, retomar el Santuario de la Victoria y Fernando el Católico y seguir por Cristo de la Epidemia.

Fuentes de Urbanismo confirmaron ayer a SUR que las obras de insonorización del túnel de la Alcazaba alcanzan un 60% de ejecución. Eso significa que es prácticamente imposible que concluyan en la fecha fijada: marzo. Se trata de unos trabajos llevados a cabo por Conacón-Sando que contemplan el recrecido de las aceras; la eliminación de un carril (se deja uno solo en sentido Torrijos-Parque); la insonorización con material fonoabsorbente en la sección del túnel (a partir de una altura de 2,5 metros) y con un asfalto especial; la colocación de mamparas de cristal apoyadas sobre unas 'costillas' de hormigón ya instaladas en la acera Norte y que restan buena parte del espacio del recrecido, y nuevos sistemas de iluminación, ventilación y videovigilancia. Todo ello ha implicado un profundo trabajo previo de limpieza y sellado de humedades y manchas salinas. El presupuesto de adjudicación es 2,6 millones de euros.