Secciones
Servicios
Destacamos
Hay edificios que están muy vinculados a la historia de una ciudad. Forman parte de eso que se llama imaginario colectivo. La Casa de Botes en el puerto, hasta hace poco, era más pasado que otra cosa. Un recuerdo de lo que fue pero que ... ya no es. Eso cambió este martes con la apertura de Trocadero. Todo lo que rodea a este emblemático edificio, venido a menos en los últimos años, vuelve a apuntar a futuro y a vida con el estreno de este grupo hostelero en Málaga.
En palabras de Dionisio Hernández-Gil, alma máter, el nuevo establecimiento en la capital pasa a ser la joya de la corona de una cadena que cuenta con locales en Benalmádena, Estepona, Tarifa o Sotogrande. Detrás de la resurrección de un icono están 16 meses de obras que han dado lugar a una reforma integral del edificio y una inversión de unos 5,5 millones de euros.
En la apertura de este martes, reservado para autoridades e invitados, se pudo comprobar la gran expectación que ha generado Trocadero. No es solo un nuevo uso de la Casa de Botes. Lo es la llegada de un concepto que ha convertido a Trocadero en una marca en sí mismo. Supone, en consecuencia, un aporte de calidad y exclusividad a la oferta gastronómica de la capital.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, el presidente de la Cámara de Comercio, Sergio Cuberos, el presidente de Mahos, Javier Frutos, o la concejala de Servicios Operativos, Playas y Fiestas, Teresa Porras, felicitaron al equipo de Trocadero por una rehabilitación que se percibe lograda.
En números, la reforma se resume en 1.700 metros cuadros repartidos en dos pisos y tres terrazas. La última, dedicada a la zona de copas, se sitúa en el tejado del edificio. En la primera planta, la oferta gastronómica es la habitual en todos los establecimientos del grupo. Muy en línea con una cocina mediterránea y ofreciendo sabores y productos locales. La segunda planta está dedicada a los amantes de la comida asiática. Las vistas que ofrece Trocadero son otra baza.
Por ambos flancos del edificio se puede otear el mar. Visto desde la terraza del tejado, el agua, que este martes lució plano como un frisbee, crea un agradable campo visual. «Cada sitio que abrimos sigue la lógica de la marca Trocadero. Queremos que el cliente que venga se reconozca en el lugar, pero también tratamos de imprimir cierta particularidad a cada establecimiento», explicó Dionisio Hernández-Gil a SUR. Como otro apunte, la rehabilitación de la Casa de Botes para este nuevo proyecto estuvo a cargo de Fernando Hernández-Gil, arquitecto y hermano de Dionisio.
El director de Trocadero en Málaga es Patricio Gutiérrez del Álamo, que fue gerente de Muelle Uno. Compartirá la dirección con Raquel Hernández. Ambos estarán al frente de un amplio equipo humano. Por ahora, la apertura de Trocadero ha supuesto la creación de 120 nuevos empleos y no se descarta que la plantilla se vaya ampliando en un futuro. Cocina, sala, coctelería, mantenimiento y limpieza son las principales áreas que abarca el apartado de personal. «Tú puedes tener el sitio más bonito, si la atención no es buena, la experiencia no va ser la deseada», señaló Gutiérrez del Álamo que cuidar el bienestar de la plantilla forma parte de la filosofía de empresa.
Además del servicio rutinario, Trocadero también se ofrece como un espacio para desarrollar eventos privados. También está previsto el desarrollo de actividades culturales. Sobre todo, música en directo.
El diseño interior está inspirado en ese cliché colonial que también es marca de la casa, aunque sin resultar cargante. En general, transmite una elegancia atemporal a través de la mezcla de colores cálidos y el uso inteligente del elemento de la madera.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.