El sindicato Suma-T se opone a que Liberbank se haga con el control de Unicaja dentro de dos años

Desde el sindicato han solicitado al presidente de Unicaja, Manuel Azuaga, que «traslade nuestros argumentos y nuestros temores a los miembros del consejo de administración y a los inversores» con el fin de que, en caso de que la fusión salga adelante, «prevalezca una gobernanza acorde con el modelo de gestión de Unicaja, con un relevo ejecutivo cuando proceda pero designado por nuestra entidad». Suma-T plantea así su oposición a la posibilidad de que Menéndez se haga con el poder ejecutivo dentro de dos años, cuando Azuaga salga de la entidad al cumplir 75 años, y apoyan la propuesta del presidente de Unicaja, que ha puesto sobre la mesa la opción de su salida implique también la salida de Menéndez y que el control de la entidad siga recayendo en Unicaja. Parte del consejo de administración de la entidad malagueña aún no ha apoyado esta posibilidad, abriendo la puerta a que Menéndez tome el control del banco resultante de la fusión.

También otros sindicatos, como la Unión General de Trabajadores, Cesica y Comisiones Obreras, se han posicionado a favor de que prevalezca la marca Unicaja y se mantenga su sede fiscal y social en Málaga, además de que el poder ejecutivo y la gestión de las relaciones laborales sigan en manos de esta entidad y no de Liberbank. Desde Cesica, el primer sindicato independiente de Unicaja Banco, critican «la desmotivación, el miedo y el descontento» que Menéndez «ha demostrado llevar a su plantilla» en la entidad asturiana. Este apoyo a la estrategia de Azuaga ha sido además respaldado por representantes políticos como el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y empresariales, como el presidente de la CEA y la CEM, Javier González de Lara.

Los consejeros dominicales, cercanos a la Fundación Unicaja, presidida por Braulio Medel, quienes de forma interna se mostraron en contra de que Menéndez salga a la vez que Azuaga, no han hecho aún declaraciones públicas.