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Desde el principio parece que no hubo feeling. La nueva concejala de Medio Ambiente, Penélope Gómez, que antes había estado en la cartera de los asesores del equipo de gobierno formado por el PP y Ciudadanos, lo que le posibilitó dar el salto a llevar ... la concejalía en este mandato, se encontró con el área de Medio Ambiente montada, y bien montada cuando llegó. En ella, el director general desde hacía más de diez años, Luis Medina-Montoya, que ha ido pasando de un edil popular a otro sin problemas, pero que en esta ocasión se ve que no hubo esa sucesión con tanta naturalidad. Desde el principio no encajaron la nueva concejala y él, cosas de la personalidad de ambos, cuentan, y se habían dado un margen de tiempo para ver si confluían. Pero se ve que las primeras apariencias son las que más cuentan y ese momento, más de cien días después de la toma de posesión de la Corporación no llegaba, y Medina-Montoya ha decidido marcharse antes de que le enseñen la puerta de salida, que es lo que cuentan los que de verdad saben lo que ha pasado. No ha habido guerras, ni malos rollos, pero se ve que tampoco ha habido buen rollo ni conexión. Es conocido, al menos intramuros, que el alcalde Paco de la Torre habilita a sus concejales para que monten sus propios equipos, en realidad esta es la única manera de que cada uno se sienta responsable de de su área en la totalidad. Tal es así que ni el edil de Deportes, Borja Vivas; ni la de Nuevas Tecnologías, Alicia Izquierdo, quisieron incorporar al otrora concejal de Urbanismo, Raúl López, y al final acabó de asesor de Turismo con Jacobo Florido, con el que sí mantiene una buena relación. Sirva éste de ejemplo reciente.
Pues bien, el tiempo pasaba y no había conexión. Para colmo se sumó el episodio en el recientemente llamado Centro de Protección Animal (la perrera municipal) con los voluntarios que iban a la instalación, sobre todo Perros de Málaga, entre otros, que fueron a la comisión de Medio Ambiente a protestar, momento en el que Penélope Gómez tuvo que hacer política, por mucho que diga que lo que le gusta es la gestión. Todo esto sumó a la contra y Medina-Montoya, que ya ha presentado su renuncia, estará en el puesto hasta el próximo viernes día 10.
Ahora, la dirección general de Medio Ambiente se quedará vacante y se entiende que en la próxima junta de gobierno local se anunciará el proceso para que se cubra por libre designación, eso sí con muchas más facilidades para el equipo de gobierno ya que pueden nombrar a cualquier profesional de la calle, con una carrera o grado de formación, una vez derogada una disposición del Reglamento Orgánico del Ayuntamiento de Málaga (ROM). Es la nueva modalidad para que los nuevos dedazos no tengan por qué ser siquiera altos funcionarios, una modificación que no contó con el respaldo de la oposición, pero que si alguna vez gobierna también utilizarán a buen seguro. Todo son facilidades.
Entre los mejor posicionados para el puesto está el actual asesor de Medio Ambiente Javier Gutiérrez del Álamo, un viejo conocido de La Casona, donde empezó de director técnico de Medio Ambiente (cuando todavía era posible esa denominación) y luego pasó a tener la asesoría. Tiene una experiencia demostrada en el área de Parques y Jardines y como gestor del jardín botánico-histórico de La Concepción, y lo cierto es que en estos años se ha hecho un experto en la materia.
Era verano y el cese de ambos se produjo casi entre bambalinas. Se fueron sin pena ni gloria, aunque la primera, Beatriz Becerra, llegó casi en loor de multitudes de la mano de la exconcejal de Participación Ruth Sarabia (actualmente delegada de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad), en junio de 2020 y salió casi por la puerta de atrás recién iniciado el actual mandato. La exparlamentaria de UPyD, con un amplio seguimiento en redes sociales, no encajó en el área, ni con el equipo, y entre las razones que aducían era que su atención a las asociaciones y colectivos era más bien escasa, según indicaban a esta sección. Se fue en silencio un 14 de julio, cuando la junta de gobierno local la cesaba y dictaminaba el horario de finalización de la Feria de Málaga en el Centro. Su destitución aparecía en el epígrafe 'Otros asuntos'. Imagínense la trascendencia. Recientemente era cubierta la dirección general de Participación por Isabel Pascual, proveniente de la empresa municipal Promálaga, en la que trabajaba desde 1996, y donde era directora del área de inversiones, responsable de proyectos europeos y programas de apoyo y creación de empresas.
Otro de los que se marchó sin dar un ruido fue el director general de Deportes Juan Ruiz, que eligió en este caso la que fue concejala del área en el pasado mandato, la naranja Noelia Losada. El que era funcionario del Ayuntamiento de Málaga fue destituido el pasado 30 de julio. Provenía de la jefatura de servicio de Parques y Jardines, precisamente.
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