
La antigua fábrica de ladrillos Salyt empieza a borrarse del paisaje urbano de Málaga para dar paso a un parque comercial que ocupará su espacio ... en la zona noroeste de la capital. Esa actuación, promovida por la inmobiliaria Edifissa, con sede en Cáceres, tiene todavía por delante una tramitación urbanística previa que va a canalizarse por las figuras de planeamiento que marca la nueva ley urbanística de Andalucía y que, previsiblemente, se agilizarán en cuanto a plazos, después de que la Junta haya aceptado la inclusión de esta actuación en su unidad de aceleración de proyectos.
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No obstante, ya se están dando los primeros pasos para que empiece a desmantelarse la vieja fábrica. En concreto, ha comenzado la retirada de la cubierta. Al tratarse de techo compuesto por placas de fibrocemento, material contaminante que requiere un tratamiento especial, ha tenido que recabarse un permiso de la Junta para su desmantelamiento, según ha podido conocer SUR. Al desmontaje de los techos de uralita seguirá el derribo de los muros de la vieja fábrica, de forma que desaparezca totalmente lo largo de los próximos meses, ya entrado el año 2023.
La actividad de Salyt empezó a decaer en 2008, a raíz de la crisis económica. No obstante, el cierre definitivo no llegó hasta 2011, cuando ya no pudo sostenerse la actividad que la Sociedad Anónima de Ladrillos y Tejas (Salyt) inició en 1945 (como recuerda uno de los pináculos que enmarcan la entrada al recinto), con la puesta en marcha de una fábrica de elaboración de ladrillos y tejas, utilizando las arcillas del propio terreno y, posteriormente, de otras canteras de la misma empresa.
Ahora, la fábrica recobra actividad, pero es la de los obreros que participan en su demolición, paso previo y necesario para su transformación en un nuevo espacio comercial, enclavado entre la Granja Suárez y Miraflores de los Ángeles, que cambiará radicalmente el paisaje de este sector junto al eje viario de la avenida de Valle Inclán.
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La actuación, valorada en unos 40 millones de euros y que generará unos 400 empleos, contempla en la mitad oeste de la parcela un edificio de casi 10.000 metros cuadrados construidos en planta baja para albergar una cadena de bricolaje, que estará dotado con 190 plazas de aparcamiento en sótano y 242 en superficie. En su conjunto, el espacio sumará 918 plazas (351 en exterior y 478 en los sótanos de cada uno de los edificios). Además, habrá otros tres inmuebles para distintos usos comerciales como restaurante, supermercado, gimnasio o zonas de ocio.
Según un convenio firmado entre los promotores del proyecto comercial y el Ayuntamiento, a este le corresponden dos parcelas en la esquina más próxima al barrio de Carlinda. Una, de 3.383 metros cuadrados para uso comercial que previsiblemente será subastada, y otra de 814 metros que se destinará a la construcción de un equipamiento de interés público y social, aún por concretar.
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De forma paralela, la operación también conlleva la creación de una zona ajardinada de 7.334 metros que, a modo de cinturón verde, corone el centro comercial por el norte conectando peatonalmente con Carlinda y Granja Suárez mediante senderos y rampas; así como una remodelación de los accesos por carretera con nuevos enlaces de entrada y salida hacia el eje de Valle Inclán, y más rotondas.
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