Los procedimientos administrativos son muy garantistas, lo que, a su vez, comporta un lastre importante en tiempos y plazos. Si bien estaba previsto que la ordenanza que regula, entre otras cuestiones, la zona de bajas emisiones en Málaga fuera aprobada definitivamente en julio, los plazos se han alargado. No será como poco hasta otoño cuando entre en vigor.
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La nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible quedó aprobada en mayo en Junta de Gobierno Local. Se esperaba que fuera a pleno en junio, pero finalmente será este mes tras celebrarse este jueves Comisión de Movilidad. Allí ha salido aprobada con los votos a favor del PP, la abstención del PSOE los contrarios de Vox y Con Málaga. El dictamen irá a pleno la semana que viene y, según ha confirmado SUR, se abre una nueva fase de alegaciones. Teniendo en cuenta que en agosto no hay pleno, lo lógico sería pensar en al menos septiembre.
La ZBE comprende un espacio de 437 hectáreas de circulación limitada y controlada por 53 puntos y 97 cámaras. En los últimos meses, ha sido habitual ver a los operarios de la contratista instalar cámaras y tender fibra óptima por el perímetro del centro. Del mismo modo, el Área de Medio Ambiente ha emplazado ocho estaciones medidoras de calidad del aire.
No hace falta contar con etiqueta en el vehículo. El sistema de lectura de matrículas estará conectado a la base de la Dirección General de Tráfico (DGT). Y salta el aviso si hay un acceso incorrecto. Los conductores que quieran saber si su vehículo tiene etiqueta ambiental y cuál es lo pueden hacer en la web de la DGT de manera gratuita e instantánea con solo introducir la matrícula.
Durante el primer año podrán circular por la ZBE los vehículos, todas las coches y motos, con o sin etiqueta ambiental. La cosa da un paso más al siguiente año, cuando se restringe el acceso a los que no tengan etiqueta y estén dados de alta fuera de Málaga capital. Y a partir del año tercero no podrán acceder los B y sin etiqueta de otros municipios.
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Por lo tanto los Cero, Eco y C siempre pueden en los primeros años, sean de donde sean. Y los de Málaga, también. La ordenanza contempla un periodo de dos años para que los vecinos puedan regularizar su situación: por ejemplo, si viven en la capital pero el coche sigue empadronado en otro municipio. Pero, desde el momento en que entre en vigor el texto legal, los vehículos más antiguos que tuvieran este derecho, si se transfieren (se venden o cambian de nombre), lo perderán. Esto es: se podrán vender sin problema, pero el nuevo propietario no podrá acceder con ellos a la ZBE.
También se facultará a circular por la ZBE al transporte colectivo regular de viajeros; taxi y VTC; vehículos históricos, y camiones.
En el caso de las furgonetas, podrán circular libremente durante los cuatro primeros años las Cero, Eco, C, B y sin etiqueta ambiental. A partir del quinto año podrán circular las furgonetas domiciliadas en Málaga y estarán vetadas las que vengan de fuera y carezcan de sello ambiental.
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De igual modo, tendrán acceso previa comunicación y comprobación las asistencias sanitarias, los vehículos policiales y militares, los servicios municipales, los privados de especial necesidad (funerarias, desatoros, seguridad privada...)
La circulación por el interior de la ZBE con vehículo que no cumpla alguno de estos requisitos se considerará una infracción grave y conllevará una sanción de 200 euros, del mismo modo que se ha establecido en las ordenanzas de las principales ciudades de España.
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La delimitación de la ZBE en Málaga está formada por las siguientes calles: Paseo Marítimo Antonio Machado, avenida Ingeniero José María Garnica, calle Explanada de la Estación, Plaza de la Solidaridad, avenida de las Américas, avenida de la Aurora, Jardines de Picasso, avenida de Andalucía, calle Compositor Lehmberg Ruiz, calle Hilera, calle Santa Elena, calle Honduras, calle Arango, calle Martínez Maldonado, avenida de Barcelona, Plaza del Hospital Civil, avenida Doctor Gálvez Ginachero, calle Mazarredo, avenida del Arroyo de los Ángeles, Paseo de Martiricos, calle Huerto de los Claveles, calle Marqués de Cádiz, calle Juan del Encina, calle Empecinado, Plaza Capuchinos, Alameda de Capuchinos, Plaza Olletas, calle Toquero, calle Obispo González García, calle Amargura, calle Ferrándiz, Paseo Salvador Rueda, calle Rafael Pérez Estrada y Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso.
La norma cambia por ejemplo el límite de velocidad de acuerdo con el marco nacional. Ahora en general, es de 50 en ciudad salvo que se excepcione. Pues bien, a partir de que la ordenanza cobre oficialidad, el límite en el 80% de las calles de Málaga será 30 por hora, las que tengan un carril por sentido.
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Sólo se ha aprobado una enmienda de Con Málaga, más política que técnica y que tenía que ver con los precios de la vivienda (recogidos como factor de desarrollo en el preámbulo). «Lo más sustancial es la ZBE. Tal como está redactada no hay un límite para los vehículos B y sin etiqueta domiciliados en Málaga. Esto incumple la normativa que exige que e 2030 ya no pueden circular por ZBE», aseguran.
Con Málaga proponía un plan para en los tres años posteriores a la entrada en vigor de la ordenanza se dé una excepción y puedan circular vehículos B y sin etiqueta, pero aprovechar esos tres años con medidas para la movilidad sostenible: gratuidades en la EMT, carriles bici segregados y servicio público con bicis eléctricas... En suma, la coalición quería un compromiso más fuerte de medidas.
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El PSOE no ha presentado alegaciones la zona de bajas emisiones. «Han introducido algunas que presentamos en años anteriores. Les hemos ofrecido diálogo y que sigan el ejemplo del Gobierno de España para avanzar en movilidad. Nosotros nos hemos abstenido principalmente por las dudas que nos genera la gestión que están haciendo con la implantación de ZBE», añadían desde el PSOE.
Vox ha votado en contra. Siempre ha mostrado su rechazo a estas medidas restrictivas. «Consideramos, y así lo argumentaremos en los puntos expuestos, una medida completamente desproporcionada, injustificada que afecta a los derechos fundamentales de los ciudadanos malagueños y que tienen por finalidad, más que un criterio de mejora en la calidad de vida de los residentes, un fin meramente político y espurio», consideraban en su escrito de alegaciones. Vox considera que la norma ni mejora el tráfico ni el medio ambiente de manera apreciable. Además, ven la ordenanza confiscatoria por las multas que se recaudarán.
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