Media hora, cada martes y durante los próximos dos meses a las puertas de las principales clínicas de Málaga. Ese es el programa de movilizaciones de los más de 6.500 trabajadores de la sanidad privada (principalmente, personal de administración y enfermería) en la provincia ... para reclamar mejoras laborales.
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Este martes, cerca de cien personas se han concentrado a las puertas del Hospital Vithas Parque San Antonio, donde bajo la consigna «No más miseria para los trabajadores» y «Nuestro sacrificio es su beneficio» han reclamado un convenio «digno». Continuarán haciéndolo cada semana hasta que logren retomar las negociaciones con la patronal, actualmente en punto muerto, con el siguiente calendario de protestas: Quirónsalud Málaga (29 noviembre), HM Chip (13 diciembre), HMSanta Elena (20 diciembre), Vithas Xánit (10 enero) y Fresenius Ciudad Jardín (24 enero).
Desde las plataformas sindicales, con UGT, CC OO, CSIF y SATSE a la cabeza, denuncian que tienen congelado el convenio desde el año 2020 y que sus sueldos son «irrisorios». «Un enfermero puede estar cobrando entre 1.100 o 1.200 euros y lo que pedimos es que se actualicen las nóminas en un momento en el que los precios están por las nubes y que además se reduzca la jornada laboral actual. Lo que no puede ser es que seamos los únicos de Andalucía que hagamos 1.800 horas al año y solo accedan a rebajarnos ocho horas en ese cómputo anual, de forma que serían 1.792. Eso solo representan 10 minutos a la semana y 15 segundos al día, no es ni siquiera un turno. Es insultante», ha lamentado Catalina Rico, representante de clínicas privadas de UGT.
Por su parte, el delegado del comité de empresa de Quirónsalud y responsable de clínicas privadas de Málaga, Alberto Fuentelsaz, ha puesto el acento en el bloqueo actual en la negociación del convenio colectivo por parte de la patronal «porque no quiere seguir negociando». «Queremos equiparar nuestra jornada a provincias como Sevilla y Cádiz donde tienen jornadas semanales de 35 y 37 horas, cuando la nuestra es de 40. Nos parece excesivo, sobre todo, después del esfuerzo realizado durante todos estos años de pandemia en el que muchos trabajadores han estado compaginando su labor en la privada y en la pública y no se ha visto reconocido de ninguna forma».
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Pese a las movilizaciones creen que aún hay margen de negociación después de que hayan llegado a un principio de acuerdo en materia salarial, aunque no haya sido el más «satisfactorio». «Pedíamos un incremento mínimo del 2% cada año (2020, 2021, 2022 y 2023) y la patronal aceptó finalmente la subida del 8% en total por esos cuatro años, pero con condiciones, de forma que fuera un 4,5% a la firma y un 3,5% en 2023, pero sin atrasos y sin tocar nada más del convenio, ni reducción de la jornada, ni aumento de un día más de asuntos propios cuando actualmente solo tenemos uno», denuncia la representante de UGT.
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