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El alcalde, Francisco de la Torre, se mantiene firme en su hoja de ruta para municipalizar la empresa de limpieza antes de que finalice este año. Después de que el pleno del mes pasado aprobara optar por ese modelo, con el rechazo del grupo de Ciudadanos, ayer reunió a todos los partidos de la oposición y a los representantes de los trabajadores de Limasa para exponerles cómo funcionaría una de las herramientas en las que el regidor basa su planteamiento para desarrollar una empresa cien por cien pública: la realización de encuestas periódicas para medir el grado de satisfacción de los ciudadanos. De la Torre considera esos sondeos como la mejor fórmula para decidir si se mantiene en el tiempo la Limasa municicipal, que quiere activar antes de que expire 2018, o si se retorna a la privatización del servicio.
Para exponer cómo podrían ser esos sondeos, en las reuniones celebradas ayer participó un investigador de la empresa Metroscopia, que ha ofertado al equipo de gobierno realizar dos encuestas al año por un importe que ronda los cincuenta mil euros. Serían entrevistados unos 1.400 ciudadanos, dividiendo la ciudad en cuatro zonas. Limasa tendría que obtener un aprobado en cada una de esas zonas y también otro en el conjunto de la capital, con una nota más alta. ¿Cuántos suspensos seguidos harían falta para que el equipo de gobierno decidiera regresar al modelo privatizado? «No me planteo ese tema, no me planteo que sea negativo», respondió De la Torre a este periódico sobre esta cuestión.
«Las encuestas se plantean como algo de orientación, y si la nueva Limasa no se consolida con éxito, que pueda ser reversible, pero nosotros jugamos al éxito de este tema», agregó el regidor, quien remarcó que el Consistorio podrá los medios técnicos y humanos para «dar la máxima calidad», aunque «dentro de lo que presupuestariamente cabe hacer».
Eso sí, el alcalde, a diferencia de lo que se había apuntado hasta ahora, desligó los resultados de esos sondeos de la productividad que se abonaría a los trabajadores de la nueva Limasa municipal. «La productividad se medirá por criterios de presencia, cantidad y calidad del trabajo mediante una empresa externa», dijo De la Torre, quien apuntó que mantendrá nuevos encuentros con el comité de empresa para abordar este aspecto antes de llevar a cabo los trámites administrativos necesarios para que Limasa sea municipal. En ese sentido, comentó que podría utilizarse un sistema mediante GPS y la toma de fotografías para controlar la actividad de los empleados de la empresa de limpieza y sus resultados.
Los grupos municipales de izquierda ratificaron su postura a favor de la municipalización de Limasa pero se mantienen en el rechazo, que ya expresaron durante el pasado pleno, a vincular la continuidad de este modelo en el tiempo a los resultados de unas encuestas vecinales sobre el grado de satisfacción por la limpieza y la recogida de basuras. «No se puede ligar la reversibilidad de la empresa a unos datos subjetivos. Es algo que está fuera del procedimiento que marca la ley, no es serio ni tiene fundamento», declaró el portavoz del PSOE, Daniel Pérez, quien apostó por decidir el mantenimiento del modelo mediante criterios objetivos como los costes que pueda representar para las arcas municipales.
En el mismo sentido se expresó la portavoz de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, quien abogó por introducir controles de calidad, auditorías y sistemas de quejas y sugerencias como mecanismos para evaluar también el funcionamiento de la Limasa municipal. Eso sí, Torralbo apostó por someter la empresa a examen cuando tenga «un rodaje». «Si se vincula la reversión al modelo privado a este tipo de cuestiones, que sea al cabo de bastantes años», declaró.
El portavoz de IU-Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, también se mostró partidario de establecer métodos de evaluación de la gestión de la empresa que no sean solo encuestas vecinales, y pidió que los sondeos comiencen ya para comprobar en qué cambia el servicio cuando pase a ser municipal. Y el concejal no adscrito de Podemos Juan José Espinosa opinó de igual modo para que la ciudadanía «no sea el único medio de fiscalización de los resultados».
La concejala responsable de Limasa, Teresa Porras, aseguró que el equipo de gobierno «está abierto» a recibir sugerencias de la oposición para llevar a cabo esta propuesta, respecto a la que el grupo de Ciudadanos mantiene su rechazo. «El alcalde ha tenido 16 años y uno de prórroga para tomar una decisión y ahora, tras anunciar que quiere que Limasa pase a ser pública, ya está pensando en dar marcha atrás en virtud de unas encuestas», criticó el portavoz de la formación naranja Juan Cassá, quien mantiene su apuesta por una Limasa privatizada y sectorizada en varios ámbitos de la ciudad.
Por su parte, el presidente del comité de empresa de Limasa, Manuel Belmonte, resaltó que su principal reivindicación sigue siendo recuperar los derechos laborales que, a su juicio, les permite el auto del Supremo que rechaza el recurso de la empresa contra la sentencia del TSJA que negó rango de convenio a los acuerdos que pusieron fin a la huelga de 2013. «No tiene por qué haber encuestas, tienen la obligación de saber dónde hay que mejorar... ¿Qué pasa, que nosotros somos especiales si nos hacen municipal?», afirmó Belmonte. «Lo primero es recuperar los derechos laborales. Esto no se puede solucionar a costa de los trabajadores», dijo.
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