De la Torre, C's y el Presupuesto 'non nato'
Crónica Política ·
El alcalde pretende presentar las cuentas de 2019 pese a no contar con apoyos ni en la izquierda ni en los que hasta hace un mes eran sus socios de investiduraCrónica Política ·
El alcalde pretende presentar las cuentas de 2019 pese a no contar con apoyos ni en la izquierda ni en los que hasta hace un mes eran sus socios de investiduraEl equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Málaga sigue trabajando con la idea de presentar su propuesta de presupuestos municipales para 2019 con las miras puestas en las primeras semanas de abril, pero lo hace a sabiendas de que no cuenta con los apoyos necesarios para sacarlos adelante. ¿Tirarse a la piscina aunque esté vacía? Básicamente, sí, porque ni los grupos de izquierdas (PSOE, Málaga Ahora e IU-Málaga para la Gente) ni los que hasta hace un mes eran sus socios de investidura (Ciudadanos) están por la labor de aprobarle las cuentas a Francisco de la Torre en plena precampaña de las elecciones generales del 28 de abril y a dos meses de las municipales convocadas para el 26 de mayo.
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Los primeros, porque a la hora de elaborarlas no se han contemplado sus peticiones, y en la formación naranja, que sí que han puesto su sello en buena parte del borrador en virtud del acuerdo que ambos partidos suscribieron el pasado 21 de diciembre, porque siguen firmes en su consigna de no alinearse con los populares en ningún asunto de calado ante la negativa del alcalde a destituir a los concejales Teresa Porras y Francisco Pomares tras haber sido citados a declarar como investigados en el caso 'Villas del Arenal'. «Somos los primeros en querer que se aprueben los presupuestos porque incluyen propuestas nuestras, pero hay una línea roja que no podemos obviar», advierte el viceportavoz de Ciudadanos, Alejandro Carballo.
Ante este panorama, todo parece encaminado a que el actual mandato terminará con los presupuestos de 2018 prorrogados, una situación de interinidad que no afecta al gasto corriente ni al pago de nóminas, pero sí que mantiene en suspenso tanto la ejecución de nuevas inversiones como el abono de ayudas y subvenciones que se convocan por concurrencia competitiva (no así las nominativas que se conceden por varias anualidades).
«Nuestra obligación es intentar aprobarlos, aunque luego nos voten en contra. No va a ser el equipo de gobierno el que le quite a la ciudad la posibilidad de tener unos presupuestos aprobados», asegura el concejal de Economía, Carlos Conde, sin ocultar la dificultad que tiene por delante a la hora de lograr el cometido en el que vienen trabajando desde hace meses. Y, para ello, apunta directamente a Ciudadanos, formación a la que reclama «altura de miras» para que, al margen de la ruptura del pacto de investidura, mantengan al menos el de presupuestos. «Se firmó antes de que rompieran de forma unilateral el acuerdo de investidura, así que evidenciarían no sólo que no cumplen con lo pactado en diciembre, sino que además se alinean con el resto de fuerzas políticas que siempre han estado en el no», advierte.
Sin haberse puesto a negociar con el resto de la oposición porque «no hay tiempo material para rehacer» el borrador en el que llevan meses trabajando, en las filas populares pretenden con su salida adelante no sólo trasladar que el equipo de gobierno ha hecho los deberes, sino también que Ciudadanos se retrate en el momento de votar en el Salón de Plenos. Sin darse del todo por vencido, Conde sí que pretende que el expediente esté listo para someterlo a aprobación a comienzos de abril, aunque aún está pendiente de una consulta jurídica para ver si pueden llevarse a Pleno antes de votar las de las empresas y organismos que conforman el 'holding' municipal.
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El documento que PP y Ciudadanos consensuaron giraba en torno a diez grandes ejes, entre los que cobraban especial peso la reducción de la deuda municipal con la intención de recortarle otros 60 millones el próximo ejercicio hasta dejarla en 407 millones (por debajo del 70%), una ligera rebaja de las polémicas plusvalías por herencia y darle impulso a grandes proyectos de la ciudad, con la semipeatonalización de la Alameda y del eje Carretería-Álamos como principales obras. Además, en este listado también figuraban seguir avanzando en la apertura del monte de Gibralfaro a la ciudad, que recibiría una inyección de 1,19 millones, y la demolición del Astoria, para la que se destinaría otro millón de euros.
En base a estas propuestas, el Área de Economía se puso a trabajar en elaboración de un presupuesto que está prácticamente listo para ver la luz, pero que parece condenado a ser tumbado. Un presupuesto 'non nato', como ha reconocido el propio De la Torre recientemente al referirse al borrador de las cuentas municipales.
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