

Secciones
Servicios
Destacamos
Sábado, 9 de noviembre 2024, 15:51
Hoy, 9 de noviembre, volvemos a las calles de Málaga y a esta querida plaza. Nos encontramos aquí porque esta ciudad es inhabitable, porque el modelo especulativo y rentista en el que se basa nos cuesta la vida, porque se ha construido una ciudad en contra de su vecindad. El pasado 29 de
junio, en esta misma plaza, la ciudad dijo BASTA, hoy 9 de noviembre no nos basta con eso, esta vecindad ha empezado a autoorganizarse desde los barrios para PARAR ESTE MODELO DE CIUDAD. Porque si nos echan de los barrios, paramos la ciudad.
Porque hay otra ciudad que todavía queda en los barrios, que todavía pisa las calles, y que es la que la hace que funcionar, que está siendo empujada a los márgenes, que se resiste a irse, a ser expulsada y explotada sin rechistar. Esta es la otra ciudad que se avecina que está construyendo otra cosa, otra ciudad que se basa en el cuidado de su vecindad. Esta es la otra ciudad que se avecina, gracias a la lucha de quienes esta ciudad expulsa.
Los abusos y brutalidades de este modelo de ciudad no dejan de crecer, cada vez hay más alquileres abusivos e impagables, más destrucción del territorio, más precaridad laboral. Vivimos una situación límite de emergencia habitacional, climática y de precariedad laboral. Y de aquí solo se sale con autoorganización vecinal, cuidado mutuo y lucha. Solo las vecinas y vecinos salvan la ciudad. Solo la vecindad hace ciudad. Ni el mercado, ni los rentistas, ni los especuladores, ni tampoco las
administraciones públicas que los alientan y que han planificado este modelo, van a solucionar nada. Su único interés es que la ciudad sea y siga siendo un negocio con el que expulsar y explotar a la vecindad. Y esto lo vamos a PARAR, la ciudad que se avecina desde los barrios, desde abajo, desde las luchas, inicia hoy un nuevo ciclo de movilización y lucha para reinventar la ciudad.
Los desastres que se ciernen sobre Málaga no son pasajeros, son el resultado de un modelo bien pensado para tener estos resultados. Vemos, a lo largo de todo el país, cómo este modelo especulativo y de urbanismo descontrolado ha generado emergencias en todos los ámbitos de nuestras vidas, priorizando el beneficio de unos pocos sobre los intereses de la mayoría.
La reciente riada en Valencia, y también otras zonas como el valle del Guadalhorce aquí en Málaga, que arrasó barrios y dejó a miles en la intemperie, muestra cómo un desastre climático golpea con toda su fuerza a las más vulnerables. Y, al igual que allí, donde solo la autoorganización vecinal pudo hacer frente al caos, aquí en Málaga también es la vecindad la que lucha contra una emergencia habitacional donde vivir se ha convertido en un lujo; contra una crisis climática que amenaza el aire, el agua y el suelo de este territorio; y contra una precariedad laboral que explota a miles en una ciudad que los necesita serviles. Solo son las vecinas y vecinos quienes, autoorganizándose, pueden hacer frente a las emergencias de este modelo salvaje y brutal que nos cuesta la vida.
Queremos otra ciudad donde los barrios respiren, donde haya espacios para el encuentro, donde las viviendas no sean mercancías y el trabajo no sea una condena. Queremos recuperar la posibilidad de pasear por nuestras calles, de encontrarnos con las caras amigas, de vivir sin el miedo constante
al desahucio o a la precariedad, de poder comprar el pan, tomarnos un café o leer un libro en una plaza. Queremos otra ciudad que sea para vivir, no el parque de atracciones especulativo en el que han convertido esta ciudad donde solo podemos intentar sobrevivir mientras nos expulsan y explotan.
El proceso que comenzó el 29J ha crecido por las calles y barrios de esta ciudad y se ha convertido ya en una ola imparable de apoyo mutuo y lucha vecinal. Hoy no estamos aquí solo para protestar, sino especialmente para construir una fuerza colectiva de autoorganización y lucha que dibuje un nuevo modelo de ciudad desde la vecindad. No aceptaremos una ciudad que nos expulse, no cederemos ante un modelo especulativo que nos quiere dóciles, no nos plegaremos ante la explotación de nuestro trabajo y nuestras vidas, y no nos amoldaremos al expolio de nuestro planeta.
La otra ciudad que se avecina no es solo la que está por venir, sino la que ya se está construyendo desde las vecindades en lucha, en apoyo y cuidado mutuo, en huelga, en conflicto, en emergencia, en contacto.
Hoy lo decimos aún más alto: no nos vamos a ningún sitio, nos quedamos a luchar por la Málaga para Vivir que se avecina.
Porque solo la vecindad hace ciudad.
Porque las ciudades y las viviendas son para vivir.
Porque ya estamos construyendo una Málaga para Vivir, y esto solo acaba de empezar.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Pillado en la A-1 drogado, con un arma y con más de 39.000 euros
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.