Cola ayer para acceder a un laboratorio en plaza Arriola. Francis Silva

El colapso de los centros de salud dispara la demanda de test de coronavirus en la sanidad privada

Los laboratorios triplican su volumen de trabajo y dan respuesta al aumento de las peticiones de pruebas: «También estamos saturados»

Jueves, 15 de octubre 2020, 02:07

Las colas que se forman a diario en los centros de salud continúan en los laboratorios y hospitales privados. La saturación que sufre la atención primaria, desbordada tras asumir el mayor peso de la carga asistencial en esta segunda ola de la pandemia, obliga a ... acudir a la sanidad privada en caso de necesitar una prueba de coronavirus. El protocolo del Ministerio de Sanidad establece que cualquier caso sospechoso de infección debe someterse a una PCR, ya sea por la aparición de síntomas (fiebre, tos y sensación de falta de aire) o por haber tenido contacto estrecho con alguien que haya dado positivo. Se trata de una medida fundamental para controlar la transmisión de la enfermedad. Pero el colapso de los ambulatorios, carentes de medios técnicos y humanos para cubrir todas las labores de rastreo y diagnóstico necesarias, han hecho saltar esta estrategia por los aires. El retraso en la obtención de resultados de los test moleculares, como las PCR, y las dificultades para contactar con los centros de salud han provocado un trasvase a los centros privados.

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La guía de Sanidad deja fuera a quienes quieren practicarse una prueba antes de tener contacto con una persona de riesgo, reincorporarse al trabajo de forma presencial e irse o volver de viaje. Son algunos de los casos más frecuentes que a diario pasan por las clínicas privadas. «Estuve el fin de semana en una casa rural», explica Celia, que ayer tenía cita en un hospital privado de Málaga para realizarse un test, «y no quiero visitar a mi madre, que es diabética, hasta saber que doy negativo». Durante el estado de alarma, el Ministerio también indicó que las pruebas diagnósticas debían ser prescritas por un facultativo. Los centros privados salvaron este trámite emitiendo autorizaciones sobre la marcha que ya ni siquiera son necesarias para acceder a una prueba de coronavirus. Con la atención primaria saturada y el camino burocrático despejado, laboratorios y hospitales privados han encontrado en la práctica de test una fuente de negocio: los precios de cada prueba oscilan entre treinta euros (las rápidas, más baratas pero menos fiables) y hasta más de doscientos euros (en el caso de las PCR y serológicas más caras, aunque la media es de unos 150 euros).

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Los laboratorios han triplicado su volumen de trabajo en los últimos meses. Beatriz Escolar, propietaria de Bioclon, con sede en El Palo, lamenta que se haya demonizado la labor de estos centros: «Siempre se habla de lo que vale un test pero nadie nos pregunta cuánto nos han costado los equipos para analizar pruebas ni tienen en cuenta que hemos tenido que reforzar plantillas, doblar turnos y que hemos llegado a pagar los equipos de protección individual (EPI) a precio de oro». La moneda del coronavirus les ha caído de cara en materia económica pero también han sufrido su reverso: «Durante mucho tiempo estuvimos atendiendo a los pacientes que no atendía la pública». Ahora, con los esfuerzos de los centros de salud dirigidos a sintomáticos y contactos estrechos, el perfil de solicitantes ha cambiado: «Nos ocupamos de empresas, servicios de prevención, colegios y otros cribados extensos. También estamos saturados». En el caso de los particulares, Escolar recomienda que, aunque ya no sea necesaria la prescripción médica para acceder a una prueba de coronavirus, se acuda a un especialista «que decida qué análisis es el más óptimo».

Administraciones

También las administraciones han recurrido a los centros privados para realizar cribados entre sus plantillas, como en el caso de ayuntamientos y sociedades públicas como la Empresa Municipal de Transportes (EMT). Los sindicatos advierten sin embargo de la «deriva privatizadora» que detectan que ha tomado la sanidad a raíz de la pandemia. Vicente Sandoval, secretario provincial del ramo en la Unión General de Trabajadores (UGT), reconoce que los tiempos de los centros privados «son mejores» pero cuestiona que sus resultados «sean fiables», además de reclamar «más contrataciones y equipamientos» para el sistema público.

Una técnico de Microbiología del laboratorio de un hospital público de Málaga alega que los retrasos en los resultados de las pruebas se deben «a la acumulación» que sufren desde hace semanas: «Pero trabajamos sábados y domingos y hemos reforzado turnos. No podemos hacer más, al menos hasta que no haya contrataciones». Los test de antígenos, que permiten diagnosticar la enfermedad en apenas quince minutos, deberían insuflar oxígeno a los asfixiados centros de salud y aliviar la presión que soportan desde el inicio de la segunda ola. Mientras tanto, centros públicos y privados conviven para dar respuesta a la demanda de pruebas de coronavirus, que se mantendrá hasta que la pandemia sea un mal sueño dejado atrás.

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Patricia Navarro, ayer. SUR

La Junta alega que se practican las pruebas PCR «que se tienen que hacer» y recomiendan los sanitarios

Por A. M. Romero.

La media de pruebas PCR por mil habitantes en España se sitúa en 230,16, mientras que en Andalucía está casi cien puntos por debajo con 135,49, lo que la sitúa como la última entre las comunidades autónomas. A la realidad de estos datos respondió ayer la Junta con el argumento de que en Andalucía se hacen las PCR «que se deben y necesitan hacer» y que recomiendan los profesionales sanitarios.

Así lo sostuvo la delegada del gobierno andaluz en Málaga cuando fue preguntada sobre la información publicada por SUR sobre estos datos. Patricia Navarro explicó que las pruebas PCR se realizan cuando lo determinan los sanitarios en los casos de personas con síntomas o de aquellos que han estado en contacto con un sospechoso o un contagiado por la Covid-19. Precisó que por cada positivo que se confirma se hace una media de 500 PCR.

Navarro añadió que en los últimos meses se ha ido aumentando el número de pruebas a la medida que se ha podido ir accediendo a las PCR y se han incorporado equipamientos con altas capacidades para realizarlas como el robot con el que cuenta el Hospital Regional (antiguo Carlos Haya). «Ahora podemos estar por debajo de la media española, pero por encima de lo que estábamos hace dos o tres meses; hoy se hacen más PCR que en junio», dijo y añadió que la Junta no va a entrar en «la batalla de los datos en la que se está convirtiendo la pandemia».

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