Los 1.432 taxis de Málaga podrán estar en la calle las 24 horas del día y todos los días durante los meses de julio, agosto y septiembre. Pese a los recelos de algunas asociaciones del sector, el Ayuntamiento ha dado prioridad a «los intereses generales del colectivo de taxistas y los usuarios» para aprobar finalmente una resolución en virtud de la cual se levanta el sistema de descansos obligatorios (un día de lunes a viernes y otro el fin de semana) para dar respuesta a «la fuerte demanda que experimenta el sector del taxi» durante el periodo estival. Por tanto, los titulares de licencia tienen libertad plena para tener sus coches operativos de forma ininterrumpida hasta el 30 de septiembre. Aunque no están obligados a hacerlo.
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Esta excepción sustituye a la consensuada a comienzos de junio, cuando se dio el visto bueno a la iniciativa del sector de levantar parcialmente hasta finales de octubre el sistema de descansos de los fines de semana (la mitad de los 1.432 licencias que conforman la flota se queda en casa el sábado y la otra mitad, el domingo), de forma que todos los vehículos podían prestar servicio los viernes noche (desde las 20.00 horas hasta las 7.00 del sábado) y desde las 20.00 horas del sábado hasta la mañana del lunes. Además, este refuerzo se vio complementado de lunes a jueves con 80 vehículos más, por lo que estaban disponibles 1.024 taxis cada día, además de los 205 ubicados en el aeropuerto.
Ahora pueden estarlo todos. Aunque la medida genera ciertas discrepancias en el gremio. Desde Aumat, colectivo mayoritario en Málaga, defienden la «necesidad de prestar un servicio de calidad y, más aún, ante la competencia brutal de los VTC». Por su parte, Taxi-Unión y Elite Costa del Sol hicieron público un comunicado en el que consideraban que con la regulación vigente hasta la semana pasada había «capacidad para atender debidamente la demanda». Además, advertían de que esta liberalización puede «provocar que haya situaciones de mayor falta de coches debido a la no regulación del mismo». Además, alegan que la falta de taxis que pueda darse «de forma puntual por picos de alta demanda» se deben también a que «los taxis están bloqueados en los puntos negros que sufrimos a diario».
A este rechazo se une el del colectivo de asalariados, representados por el sindicato CGT, que consideran que se traduciría en un incremento de la jornada laboral de los empleados y entienden que la solución pasa por aumentar el número de licencias.
En este sentido, «Lo que pretendemos es garantizar la prestación del servicio en los meses más fuertes», argumentaba el concejal de Movilidad, José del Río, quien precisó que la eliminación de los descansos no obliga a ningún titular a salir a trabajar, pero sí da libertad para poder hacerlo. En cuanto a los recelos de los asalariado, el edil puntualizó que la decisión municipal se refiere a la licencia (al vehículo), que como Ayuntamiento no pueden entrar en la relación empleador-empleado y anima a los titulares de licencia «a contratar a más personal si fuera necesario».
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