

Secciones
Servicios
Destacamos
Ir caminando por la calle Valle de Abdalajís es una gymkana para no pisar excrementos de perros. Suena exagerado, pero es así. Las quejas se suceden desde hace tiempo, incluso este periódico ha hablado de calles colindantes como Iznate o Casarabonela, y este redactor pudo comprobar cómo está la situación actual de los aledaños del Camino San Rafael. Hablando con vecinos y comerciantes se nota, sobre todo, desolación: «Sabemos que no van a hacer nada. El suelo está pegajoso y los excrementos de mascotas son continuos, por no hablar del hedor de la orina, de la que no llevamos quejando meses sin respuesta» comenta Elena, que trabaja en uno de los negocios de la zona.
«Esta situación lleva así desde hace mucho tiempo, incluso se ha denunciado en varias ocasiones, pero es muy difícil luchar contra la mala educación», explicaba una vecina que observaba las fotografías que hacía este periódico que mostraban, entre otras cosas, grafitis y mobiliario dañado en un parque de la zona que sigue en el mismo estado. Además de todas estas circunstancias, el aparcamiento se ha convertido en otro problema mayor: «No queda ni un espacio más, y mira que somos creativos para aparcar mal», explica otro lector.
Deberán tomar nota los responsables del Distrito 6 Cruz de Humilladero, que hasta la fecha no han tomado las medidas necesarias para que los vecinos se sientan escuchados.
Nuevos problemas de movilidad en la avenida Ramón y Cajal, y está vez no tiene que ver con los coches que aparcan encima del carril bici, un problema que también sigue sin solucionarse. Pero además, hora, un poco antes de llegar al Instituto Sierra Bermeja, hay una endidura por obras en el carril bici que obliga a bajar a la calzada a los usuarios, con el peligro que esto conlleva. «Tienes que incorporarte con poco tiempo de reacción o bajarte del patinete», explica un lector habitual de SUR.
La plaza de la calle Obispo Jun de Torres, muy cerca de la avenida Jorge Silvela y el estadio La Rosaleda, vuelve a estar en mal estado, según denuncian los residentes de la zona afectados. Dicho enclave lleva sucio, pegajoso y con desperdicios desde hace tiempo, y es por ello que los vecinos y lectores de SUR de la zona llevan intentando solucionarlo un tiempo, pero hasta la fecha no han conseguido que las administraciones se pongan en marcha. Este no es único problema que tiene el distrito, pues la zona de Miraflores sigue siendo un punto negro en el que quedan muchas cosas que arreglar.
Whatsapp 660 481 739
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los libros vuelven a la Biblioteca Municipal de Santander
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.